sábado, junio 24, 2023

¿Por qué me gusta Cinema Paradiso? 28 años de cura

Hoy celebro 28 años siendo cura. Fui como cada año a celebrar a san Juan en Las Palmas, por donde pasé -aunque solo por dos años- como párroco. Es un lugar y sobre todo unas personas entrañables.  A los 28 años del “Considera lo que realizas e imita lo que conmemoras, y conforma tu vida con el misterio de la cruz del Señor” no es difícil darse cuenta que uno ha llegado menos lejos de lo que pretendía la vanidosa imaginación; también es verdad que uno ha encarnado más de lo encarnado hasta entonces. Para bien y para mal lo que hay es  más real. “Lo que no te roba nadie es la experiencia” me decía un amigo ahora enfermo.

Cómo no conmoverse ante un adulto que se hace su amigo. Como no conmoverse cuando ese niño para el que hace de padre, amigo y profesor de “formación profesional” luego le salva la vida. Esa amistad también es lógico que atraiga. Una amistad que permite a Alfredo exigir al muchacho que no vuelva. Una amistad que no es apropiación sino entrega.

Esta semana me ha dado por pensar por qué me gustará tanto a mí la película Cinema paradiso. Así a bote pronto para mí es como Los Santos Inocentes, El Santo Padre, Dersu Uzala, Ladrón de bicicletas, Napola, Luces de Bohemia, Vencedores y vencidos, Capitanes intrépidos, Viridiana, Rosa Luxemburgo, Daens, ¡Adiós! y tantas otras pelis que sigo con afición y no mucho conocimiento.

Supongo que lo primero que hace atractivo Cinema Paradiso es su música embriagadora. También que es de esas pelis de perdedores que siempre me resultan tan atractivas. El protagonista parece vencer pero en realidad, tras la apariencia de victoria lo único que ha hecho -venciendo- ha sido perder: la madre, el amigo, el amor. Todo un perdedor.


Supongo que me atrae el muchacho alegre y travieso. Esas ganas de aprender. Esa originalidad. Esa capacidad para desobedecer, para salirse con la suya, para ser feliz EN MEDIO de semejante ruina. Cómo no conmoverse ante un niño sin padre por culpa de la guerra.

También conmueve ver a ese joven enamorado con esa tenacidad, con esa simpatía, con esa alegría ante la vida. Que gran símbolo de esperanza. Que dolor ante los avatares corrientes de la vida y que fuerzas salen no se sabe de dónde para salir adelante. 


La madre que de joven hasta pega al niño es un personaje colosal. Que todo lo ama, que todo lo espera. Que sabe que volverá cuando muera Alfredo. Que no echa en cara nada. Que le guarda aquellos cortes de la censura.


También interesante el enfoque político sin ser una película social. Sale muy bien retraso el sindicalista que tiene que irse a Alemania. La dureza de la lucha de clases queda así constatada y también las palabras de Totó: ¡Vuelve pronto Pepino! El mismo niño también se irá por otros motivos. En todo caso creo que queda la crítica a que los hilos de la vida sean movidos por algo que no sea el verdadero deseo.

El gran director de cine no deja de ser un arrepentido. Alguien que pide perdón. Alguien que ve que la vida se le ha ido queriendo apretujarla entre las manos. Por eso la hermosura de esa colección final de besos que le ha guardado su madre. La peli critica la guerra bélica pero critica mucho más toda guerra contra el amor. Está contra la guerra que hace la guerra, pero más aún contra la guerra que hace todo el que pone su corazón en ascender

Si ganar es pisar ganar se convierte en perder. Solo ganamos si ganamos todos. Si solo gana mi equipo es una victoria pírrica, una mentira. Bretch decía: "O todos o ninguno, o todo o nada".

Ahí va un pequeño regalo a todos los que de alguna manera viven nutriendo(nos) a los demás: Con ustedes una demostración más de la belleza de perder, Cinema Paradiso:


con subtítulos en castellano Andrea Bocelli

viernes, junio 16, 2023

REMEDIOS PARA EL CANSANCIO - FRANCISCO

HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO  
SANTA MISA CRISMAL
Basílica VaticanA Jueves Santo 2 de abril de 2015

«Lo sostendrá mi mano y le dará fortaleza mi brazo» (Sal 88,22), así piensa el Señor cuando dice para sí: «He encontrado a David mi servidor y con mi aceite santo lo he ungido» (v. 21). Así piensa nuestro Padre cada vez que «encuentra» a un sacerdote. Y agrega más: «Contará con mi amor y mi lealtad. Él me podrá decir: Tú eres mi padre, el Dios que me protege y que me salva» (v. 25.27).

Es muy hermoso entrar, con el Salmista, en este soliloquio de nuestro Dios. Él habla de nosotros, sus sacerdotes, sus curas; pero no es realmente un soliloquio, no habla solo: es el Padre que le dice a Jesús: «Tus amigos, los que te aman, me podrán decir de una manera especial: ”Tú eres mi Padre”» (cf. Jn 14,21). Y, si el Señor piensa y se preocupa tanto en cómo podrá ayudarnos, es porque sabe que la tarea de ungir al pueblo fiel no es fácil, es dura; nos lleva al cansancio y a la fatiga. Lo experimentamos en todas sus formas: desde el cansancio habitual de la tarea apostólica cotidiana hasta el de la enfermedad y la muerte e incluso la consumación en el martirio.

El cansancio de los sacerdotes... ¿Sabéis cuántas veces pienso en esto: en el cansancio de todos vosotros? Pienso mucho y ruego a menudo, especialmente cuando el cansado soy yo. Rezo por los que trabajáis en medio del pueblo fiel de Dios que os fue confiado, y muchos en lugares muy abandonados y peligrosos. Y nuestro cansancio, queridos sacerdotes, es como el incienso que sube silenciosamente al cielo (cf. Sal 140,2; Ap 8,3-4). Nuestro cansancio va directo al corazón del Padre.

Estad seguros que la Virgen María se da cuenta de este cansancio y se lo hace notar enseguida al Señor. Ella, como Madre, sabe comprender cuándo sus hijos están cansados y no se fija en nada más. «Bienvenido. Descansa, hijo mío. Después hablaremos... ¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre?», nos dirá siempre que nos acerquemos a Ella (cf. Evangelii gaudium, 286). Y a su Hijo le dirá, como en Caná: «No tienen vino».

Sucede también que, cuando sentimos el peso del trabajo pastoral, nos puede venir la tentación de descansar de cualquier manera, como si el descanso no fuera una cosa de Dios. No caigamos en esta tentación. Nuestra fatiga es preciosa a los ojos de Jesús, que nos acoge y nos pone de pie: «Venid a mí cuando estéis cansados y agobiados, que yo os aliviaré» (Mt 11,28). Cuando uno sabe que, muerto de cansancio, puede postrarse en adoración, decir: «Basta por hoy, Señor», y rendirse ante el Padre; uno sabe también que no se hunde sino que se renueva porque, al que ha ungido con óleo de alegría al pueblo fiel de Dios, el Señor también lo unge, «le cambia su ceniza en diadema, sus lágrimas en aceite perfumado de alegría, su abatimiento en cánticos» (Is 61,3).

Tengamos bien presente que una clave de la fecundidad sacerdotal está en el modo como descansamos y en cómo sentimos que el Señor trata nuestro cansancio. ¡Qué difícil es aprender a descansar! En esto se juega nuestra confianza y nuestro recordar que también somos ovejas y necesitamos que el Pastor nos ayude. Pueden ayudarnos algunas preguntas a este respecto.

¿Sé descansar recibiendo el amor, la gratitud y todo el cariño que me da el pueblo fiel de Dios? O, luego del trabajo pastoral, ¿busco descansos más refinados, no los de los pobres sino los que ofrece el mundo del consumo? ¿El Espíritu Santo es verdaderamente para mí «descanso en el trabajo» o sólo aquel que me da trabajo? ¿Sé pedir ayuda a algún sacerdote sabio? ¿Sé descansar de mí mismo, de mi auto-exigencia, de mi auto-complacencia, de mi auto-referencialidad? ¿Sé conversar con Jesús, con el Padre, con la Virgen y San José, con mis santos protectores amigos para reposarme en sus exigencias —que son suaves y ligeras—, en sus complacencias —a ellos les agrada estar en mi compañía—, en sus intereses y referencias —a ellos sólo les interesa la mayor gloria de Dios—? ¿Sé descansar de mis enemigos bajo la protección del Señor? ¿Argumento y maquino yo solo, rumiando una y otra vez mi defensa, o me confío al Espíritu Santo que me enseña lo que tengo que decir en cada ocasión? ¿Me preocupo y me angustio excesivamente o, como Pablo, encuentro descanso diciendo: «Sé en Quién me he confiado» (2 Tm1,12)?

Repasemos un momento las tareas de los sacerdotes que hoy nos proclama la liturgia: llevar a los pobres la Buena Nueva, anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor. E Isaías agrega: curar a los de corazón quebrantado y consolar a los afligidos.

No son tareas fáciles, exteriores, como por ejemplo el trabajo material —construir un nuevo salón parroquial, o delinear una cancha de fútbol para los jóvenes del Oratorio... —; las tareas mencionadas por Jesús implican nuestra capacidad de compasión, son tareas en las que nuestro corazón es «movido» y conmovido. Nos alegramos con los novios que se casan, reímos con el bebé que traen a bautizar; acompañamos a los jóvenes que se preparan para el matrimonio y a las familias; nos apenamos con el que recibe la unción en la cama del hospital, lloramos con los que entierran a un ser querido... Tantas emociones... Si tenemos el corazón abierto, esta mención y tanto afecto fatigan el corazón del Pastor. Para nosotros sacerdotes las historias de nuestra gente no son un noticiero: nosotros conocemos a nuestro pueblo, podemos adivinar lo que les está pasando en su corazón; y el nuestro, al compadecernos (al padecer con ellos), se nos va deshilachando, se nos parte en mil pedacitos, se conmueve y hasta parece comido por la gente: «Tomad, comed». Esa es la palabra que musita constantemente el sacerdote de Jesús cuando va atendiendo a su pueblo fiel: «Tomad y comed, tomad y bebed...». Y así nuestra vida sacerdotal se va entregando en el servicio, en la cercanía al pueblo fiel de Dios... que siempre, siempre cansa.

Quisiera ahora compartir con vosotros algunos cansancios en los que he meditado.

Está el que podemos llamar «el cansancio de la gente, de las multitudes»: para el Señor, como para nosotros, era agotador —lo dice el evangelio—, pero es cansancio del bueno, cansancio lleno de frutos y de alegría. La gente que lo seguía, las familias que le traían sus niños para que los bendijera, los que habían sido curados, que venían con sus amigos, los jóvenes que se entusiasmaban con el Rabí..., no le dejaban tiempo ni para comer. Pero el Señor no se hastiaba de estar con la gente. Al contrario, parecía que se renovaba (cf. Evangelii gaudium, 11). Este cansancio en medio de nuestra actividad suele ser una gracia que está al alcance de la mano de todos nosotros, sacerdotes (cf. ibíd., 279). ¡Qué bueno es esto: la gente ama, quiere y necesita a sus pastores! El pueblo fiel no nos deja sin tarea directa, salvo que uno se esconda en una oficina o ande por la ciudad con vidrios polarizados. Y este cansancio es bueno, es sano. Es el cansancio del sacerdote con olor a oveja..., pero con sonrisa de papá que contempla a sus hijos o a sus nietos pequeños. Nada que ver con esos que huelen a perfume caro y te miran de lejos y desde arriba (cf. ibíd., 97). Somos los amigos del Novio, esa es nuestra alegría. Si Jesús está pastoreando en medio de nosotros, no podemos ser pastores con cara de vinagre, quejosos ni, lo que es peor, pastores aburridos. Olor a oveja y sonrisa de padres... Sí, bien cansados, pero con la alegría de los que escuchan a su Señor decir: «Venid a mí, benditos de mi Padre» (Mt 25,34).

También se da lo que podemos llamar «el cansancio de los enemigos». El demonio y sus secuaces no duermen y, como sus oídos no soportan la Palabra de Dios, trabajan incansablemente para acallarla o tergiversarla. Aquí el cansancio de enfrentarlos es más arduo. No sólo se trata de hacer el bien, con toda la fatiga que conlleva, sino que hay que defender al rebaño y defenderse uno mismo contra el mal (cf. Evangelii gaudium, 83). El maligno es más astuto que nosotros y es capaz de tirar abajo en un momento lo que construimos con paciencia durante largo tiempo. Aquí necesitamos pedir la gracia de aprender a neutralizar —es un hábito importante: aprender a neutralizar—: neutralizar el mal, no arrancar la cizaña, no pretender defender como superhombres lo que sólo el Señor tiene que defender. Todo esto ayuda a no bajar los brazos ante la espesura de la iniquidad, ante la burla de los malvados. La palabra del Señor para estas situaciones de cansancio es: «No temáis, yo he vencido al mundo» (Jn 16,33). Y esta palabra nos dará fuerza.

Y por último —para que esta homilía no os canse demasiado— está también «el cansancio de uno mismo» (cf. Evangelii gaudium, 277). Es quizás el más peligroso. Porque los otros dos provienen de estar expuestos, de salir de nosotros mismos a ungir y a trabajar (somos los que cuidamos). Este cansancio, en cambio, es más auto-referencial; es la desilusión de uno mismo pero no mirada de frente, con la serena alegría del que se descubre pecador y necesitado de perdón, de ayuda: este pide ayuda y va adelante. Se trata del cansancio que da el «querer y no querer», el haberse jugado todo y después añorar los ajos y las cebollas de Egipto, el jugar con la ilusión de ser otra cosa. A este cansancio, me gusta llamarlo «coquetear con la mundanidad espiritual». Y, cuando uno se queda solo, se da cuenta de que grandes sectores de la vida quedaron impregnados por esta mundanidad y hasta nos da la impresión de que ningún baño la puede limpiar. Aquí sí puede haber cansancio malo. La palabra del Apocalipsis nos indica la causa de este cansancio: «Has sufrido, has sido perseverante, has trabajado arduamente por amor de mi nombre y no has desmayado. Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor» (2,3-4). Sólo el amor descansa. Lo que no se ama cansa y, a la larga, cansa mal.

La imagen más honda y misteriosa de cómo trata el Señor nuestro cansancio pastoral es aquella del que «habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo» (Jn 13,1): la escena del lavatorio de los pies. Me gusta contemplarla como el lavatorio delseguimiento. El Señor purifica el seguimiento mismo, él se «involucra» con nosotros (cf. Evangelii gaudium, 24), se encarga en persona de limpiar toda mancha, ese mundano smog untuoso que se nos pegó en el camino que hemos hecho en su nombre.

Sabemos que en los pies se puede ver cómo anda todo nuestro cuerpo. En el modo de seguir al Señor se expresa cómo anda nuestro corazón. Las llagas de los pies, las torceduras y el cansancio son signo de cómo lo hemos seguido, por qué caminos nos metimos buscando a sus ovejas perdidas, tratando de llevar el rebaño a las verdes praderas y a las fuentes tranquilas (cf. ibíd. 270). El Señor nos lava y purifica de todo lo que se ha acumulado en nuestros pies por seguirlo. Eso es sagrado. No permite que quede manchado. Así como las heridas de guerra él las besa, la suciedad del trabajo él la lava.

El seguimiento de Jesús es lavado por el mismo Señor para que nos sintamos con derecho a estar «alegres», «plenos», «sin temores ni culpas» y nos animemos así a salir e ir «hasta los confines del mundo, a todas las periferias», a llevar esta buena noticia a los más abandonados, sabiendo que él está con nosotros, todos los días, hasta el fin del mundo. Y, por favor, pidamos la gracia de aprender a estar cansados, pero ¡bien cansados!


jueves, junio 15, 2023

RECUERDO AGRADECIDO A ANTONIO CERPA


Hoy, día 13 de junio recordamos a todos y todas las personas que tienen el honor de llamarse Antonio o Antonia y sus extensos derivados...

Pero hoy quiero tener en mi recuerdo a Antonio, cura y MAESTRO, que allá y a finales de la década de los años sesenta y principios de los setenta, no recuerdo bien, desde 1968 a 1971 aproximadamente, nos enviaron/ llegó el cura y MAESTRO, para nuestro bien, porque en un "abrir y cerrar de ojos" convirtió el complejo de la parroquia y anexos en una gran CASA COMÚN, y que antes era accesible para los menos o muy pocos...

La casa parroquial era un lugar de encuentro y de ayuda para el pueblo; una habitación se llenó de estanterías con medicinas a disposición todas las personas del pueblo necesitadas, totalmente gratis. La conocida como "casa del cura" se fue convirtiendo en un centro o editorial de redacción, prensa , con su multicopista para elaborar la que se llamó REVISTA DEL PUEBLO Y PARA EL PUEBLO, realizada por los jóvenes, y no tan jóvenes, o sea, TODOS...

Las "misas", muy participativas, porque al final se hablaba de las necesidades del pueblo y de cómo darle soluciones urgentes, ya que eran muchas las carencias y porque estábamos abandonados por las autoridades de aquel momento...
Nos había llegado el "cura y el Maestro" entre los pobres y a los que le devolvió la DIGNIDAD y la PALABRA...

"Todos éramos parte..."
Hombre de acción y agudo observador de la realidad y con una firme opción por los pobres y necesitados...

Muchas aportaciones...: A destacar algunas...

El consurso "cesta y punto", juego cultural y educativo, celebrado en la plaza entre grupos del pueblo y otros grupos de la comarca del Sureste...con gran expectación y divulgación.
Terrenos para la edificación del Tele-Club, siendo uno de los primeros, o el primero de la zona Sur de la isla...

Biblioteca infantil, en el parque de los Olivos...

Carretera del cementerio...

Compresor para luz, porque todavía no había suministro oficial en el pueblo...

... Y muchas cosas más que se proyectaron y ejecutaron en Temisas...lo que nos daría lugar a una muy dilatada y larga extensión...

Todo ha merecidola pena y muchas gracias por la acogida mutua...

En Temisas quedó una huella permanente y donde todos aprendimos a ser personas libres y responsables, competentes y solidarias al servicio de los demás para conseguir/construir una sociedad más justa... "Y mucho más..."
¡
 Gracias por tanto, Maestro!.

SERGIO

domingo, junio 11, 2023

HIPOCRESÍA DE LLAMAR TRABAJO A LA ESCLAVITUD PARA NO COMBATIR EL CONSUMISMO


1. TOLERANCIA CERO

El Belén que regala Canarias7
"hecho en China" ¿por qué?
Muchas personas, la "persona de la calle", el pueblo no quiere que haya esclavitud infantil. No creo que frecuente "entre todos", "todos queremos tal o cual"... pero tampoco creo que la mayoría esté interesada en la existencia de Esclavitud infantil.

La ONU declaró en su día solemnemente querer acabar con el hambre hacia mediados del siglo XXII. Y esto les parecerá a ustedes una barbaridad, pero en razón del llamado "realismo" por ahí van los Objetivos del Milenio (viejos ya) y los ODS.

¿Pero eso está realmente contra la Esclavitud infantil? Afirman más bien querer acabar con "las peores formas de esclavitud" pero no con todo trabajo infantil. La ONU propone un Día contra el Trabajo infantil en Junio. Desde el pueblo hemos promovido el 16 de abril como Día contra la Esclavitud Infantil. Convertir el 16 de abril en una referencia fue una propuesta de Julián Gómez del Castillo y del Movimiento Cultural Cristiano al ser asesinado el 16 de abril de 1995 Iqbal Masih. Hoy lo celebran cientos de instituciones y millones de personas pero no está en la Agenda oficial ni -esperemos- estará. 

Creemos que el pueblo dice TOLERANCIA CERO a la ESCLAVITUD INFANTIL. Los niños necesitan primero apego, lactancia, vínculo, después juego y después estudio. El trabajo debe ser cosa de mayores, para los niños no deja de ser un juego, cuando empieza la adolescencia un aprendizaje.

La gente corriente no tenemos interés directo en que haya esclavos. Podemos tener un interés indirecto. Es el caso de las reivindicaciones honestas de trabajadores y sindicatos en las cuales los explotadores en vez de dejar de tener el beneficio que ceden, deciden explotar a otros. Y así multinacionales como John Deere aumentan su explotación a los trabajadores centroamericanos para satisfacer las exigencias de los sindicatos de países ricos. Por eso Camilo Sánchez, uno de los grandes impulsores del 16 de abril como Día contra la Esclavitud infantil, hablaba duramente de los sindicatos cuando hablaba de esclavitud infantil.

2. PARA ACABAR CON LA ESCLAVITUD INFANTIL HAY QUE HACERLO CON LA HERRAMIENTA ADECUADA 

A la gente de la calle los poderosos nos tienden esta trampa del consumismo para que seamos cómplices de la Esclavitud Infantil. Por eso lo primero que debemos plantearnos ante la esclavitud infantil es usar bien las herramientas que puedan acabar con ella. El asistencialismo obsoleto desde el punto de vista de la razón sigue estando muy presente y hemos de reflexionar seriamente sobre qué hacer antes de hacerlo.



3.  PARA ACABAR CON LA ESCLAVITUD INFANTIL HAY QUE TENER EN CUENTA QUE HAY ESCLAVOS PORQUE HAY EXPLOTADORES

Antes de hacer nada es imprescindible que entendamos que los pobres no son tontos, ni incapaces, ni hay que enseñarles a pescar como se suele decir; ya saben trabajar, ya saben pescar, lo que pasa es el que los propietarios del río se quedan con lo mejor de los peces. No solo esto lo vio Espartaco, también lo vio Goya que dibujó así la lucha de clases, un hecho esencial que debe saber ver quien quiera realmente cambiar la sociedad.

Las formas asistenciales permanecen y han de ser transformadas por acciones solidarias, de verdadero compartir. Queda camino.


4. LA GRAVEDAD DEL DRAMA

La realidad es que hoy por hoy se compran riñones. No es nuevo. Se compran bebés, ha sido noticia reciente aunque lo sabíamos hace tiempo. Cuando empezábamos esta campaña en los 90 puse un video en el que aparecía la clínica Barraquer como compradora de corneas en el Tercer Mundo y una asistente se echó a llorar porque había llevado un hijo a implantar una cornea a Barcelona. Yo no sé si esto era así, puedo asegurar que el vídeo parecía bastante creíble.

5. LA CAPACIDAD DE LOS TRABAJADORES

Los niños esclavos no son impotentes, ni incapaces. Esto lo hemos ido conociendo con los años.



6. LAS MULTINACIONALES COMO CAUSA

¿Cuál es el problema entonces? Casi uno exclusivamente. El poder de las multinacionales. Un poder cuyas redes son confusas. No hay nadie en concreto que tenga toda la responsabilidad sino que está tremendamente repartida. Lo explica muy bien aquel fragmento de "Las uvas de la ira"        
Son las multinacionales. Una red

7. LA REBELIÓN DE LOS ESCLAVOS

Comprando en Primark de Santiago de Compostela alguien se encontró un pequeño papel tan ilegible para ella como para nosotros

Buscaron quien pudiera traducirlo, era una arriesgada reivindicación de esclavos chinos


8. LA COMPLICIDAD DE LAS CLASES MEDIAS

¿Por qué son tan baratos algunos productos chinos que hasta Canarias7 te los regala? Y cualquier periódico. Y a veces te dicen que "problemas logísticos" hacen imposible la entrega en la fecha acordada. Y el consumidor puede pensar que el problema es la lejanía de Canarias, pero es la lejanía de China.

En la pandemia hemos pagado caro este modelo económico, pero ese no es el tema de hoy, aunque la pandemia ha sido momento para darnos cuenta de la importancia de los modelos económicos

9.  QUÉ HACER: CONOCER

Ehsan Ulla Khan el periodista exiliado en Suecia por luchar en Pakistán contra la Esclavitud infantil, que fue recibido por toda Gran Canaria

Hace esto en las tiendas de Zara

Y lo hace con razón como muchos otros en muchos países descubren que el problema esencial es de comercio explotador

10.- QUÉ HACER: FORMAS DE VIDA SOLIDARIAS

Detrás de "formas de vida" que se nos ofrecen hay explotación

Gráficamente bien expresado

Desde el feminismo tenemos que plantearnos seriamente esta cuestión porque la justicia no es divisible. No se puede ser justo en un área y en otra no. La justicia es una

Otro pakistaní desconocido e influyente pero creo que más sugerente que conocido: Mahbub ul Haq (22 de febrero de 1934 - 16 de julio de 1998) fue un influyente político y economista pakistaní. Conoció en su juventud las luchas entre Pakistán y la India.

Fue uno de los fundadores de las teorías de desarrollo humano. Estudió economía en la Punjab University y en la Universidad de Cambridge donde conoció y formó una amistad con el economista Amartya Sen. Recibió su doctorado de la Universidad de Yale y más tarde trabajó como investigador en un postdoctorado en la Harvard Kennedy School.

Ideó el Índice de Desarrollo Humano (IDH), usado desde 1990 por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) en su informe anual. Este índice se ha convertido en el indicador estándar para los estudios de desarrollo y bienestar entre países.

También trabajó como Director de Planificación en el Banco Mundial (1970-1982) y dirigió el Ministerio de Finanzas de Pakistán, como Ministro de Planificación y Finanzas (1982-1984).

Además, fundó el Human Development Centre (Centro para el Desarrollo Humano), en Pakistán, en 1996.

Durante años aparecía como el asesor principal de los Informes PNUD que manejábamos todos los grupos que teníamos interés en la solidaridad. Para mí su mérito fue relacionar las formas de vida de los ricos con las necesidades de los pobres

Estos datos se hacía eco mucha gente que no éramos expertos. Se publicó el cientos de libros y lo citaba por ejemplo el entonces cardenal Bergoglio (pinchar aquí)

No solo en el Tercer Mundo. Cada día hay más conciencia de las desigualdades económicas. Todavía estoy sorprendido por esta valiente campaña


11. QUÉ HACER. TRANSFORMAR EL COMERCIO

¿Y como transformar la economía si no tenemos demasiado poder económico? En primer lugar usando el poder económico que tenemos

Además del poder del consumo tenemos un poder político, mediante el voto o nuestras responsabilidades en partidos u otras plataformas

12. QUÉ HACER: ACCIÓN POLÍTICA
La acción solidaria debe buscar regulación legal a través de la acción política. Destacamos la experiencia de Dignitex (plataforma por el trabajo digno en la industria textil) exigió legislaciones vinculantes para el sector textil (no solo recomendaciones) y la prohibición de importación de productos textiles hechos con trabajo esclavo. (aquí)


visitado a diferentes europarlamentarios

13. QUÉ HACER: SER DESOBEDIENTE

Para erradicar la Esclavitud infantil es importante ser rebelde, desobediente. Mejor con otros. No he encontrado un bosque de árboles desobedientes pero seguramente lo hay

14. QUÉ HACER: UNA ECONOMÍA SOLIDARIA ENTERA, NO SOLO EL COMERCIO

Hay que meterse en economía, así entendido, en general con propuestas como que haya un salario máximo

15. CAMPAÑA "STOP DERROCHE"

Hay que dejar el derroche. Por eso estamos con esta Campaña "Stop Derroche". Los datos actuales dicen que basta dejar de tirar comida para acabar con el hambre. Europa tira más comida que la que trae de otros países.

En un mundo en grave necesidad hemos de desterrar lo superfluo. Comer las frutas feas pueden ser todo un símbolo. Desde Stop Derroche proponemos diez medidas políticas para estas elecciones.

16. CONCLUSIÓN

En resumen para la Tolerancia Cero ante la Esclavitud infantil hace falta

-Persona combativa desobediente, que trabaja con otros

-Que analiza el comercio, la economía. Toma decisiones contra el derroche y las relaciones comerciales injustas.

-Que se meten en política

miércoles, junio 07, 2023

Junio de 1975. Cien prostitutas en San Niceto

Eduardo Ros

¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?

Sor Juana Inés de la Cruz, 1682

Ulla, Bárbara, Sonia y otras ciento cincuenta mujeres van entrando en grupos pequeños a la Iglesia de Saint Nicent en Lyon, han despistado a la policía y a los periodistas que las esperan a la entrada de otra iglesia, la que anunciaron que ocuparían para distraerlos. Antes de eso reuniones, comunicados… y antes de eso mucho miedo, al menos seis asesinatos sádicos de prostitutas en el último año... persecución hipócrita y violenta de la policía...un comisario cómplice de proxenetas…

Las mujeres que protagonizaron los hechos que se conmemoran en el Día Internacional de la Trabajadora Sexual no se llamaban a sí mismas “trabajadoras sexuales”, no eran de andarse con eufemismos, viejos o nuevos, en su carta a la población de Lyon dicen:

“Son madres las que os hablan. Mujeres que por sí solas tratan de educar a sus hijos lo mejor posible, y que hoy tienen miedo de perderlos. SI, somos prostitutas, pero si nos prostituimos, no es porque seamos unas viciosas, es el único medio que hemos encontrado para hacer frente a los problemas de la vida. La sociedad tiene la costumbre de juzgarnos y de arrojarnos a un ghetto de desprecio o de piedad…. No pedimos que se defienda la prostitución, sino que comprendan que no tienen derecho a hacernos lo que nos hacen actualmente. Nunca nadie ha podido cambiar de vida recibiendo golpes de porra. Uníos a nosotras contra la injusticia que nos agobia. Des­pués podemos discutir para saber si la sociedad necesita la prostitución”

Todos sus comunicados a los periódicos y a las autoridades están llenos de sentido común y de llamadas al diálogo.

La jardinera-escritora Rebecca Solnit ha recopilado muchos episodios “de paraísos en el infierno", de "las extraordinarias comunidades que surgen en el desastre" (natural o provocado), esto es lo que los testigos de aquellos días cuentan:

“Al tiempo que respetuosas con el lugar y felices por el éxito, organizan rápidamente la ocupación, ropas de abrigo, sacos de dormir, latas de conservas preparadas apresuradamente para servir de cenice­ros y no ensuciar el sucio, barajas, etc. Todas las capillitas colaterales a la nave central, en obras en ese momento, son ocupadas, los reclinatorios hacen de sillas, las verjas de hierro forjado de percheros. Algunas se refugian hasta en el púlpito ... El párroco, padre Véal, coopera enseguida, y se muestra más bien favorable a la acción ‘No soy yo quien debe juzgar a estas mujeres. Piden un apo­yo, no puedo sino aceptar. efectivamente la iglesia es la casa de todos. Lo único que puedo decir es que la actitud de represión tomada a este respecto no puede ser una solución en ningún caso’

Ante la pregunta de si no encuentra chocante la presencia de prostitutas en un lugar de culto, responde: ‘Lo que realmente me choca es la actitud de aquellos que son los verdaderos beneficia­rios de la actual situación. Por otra parte, no tengo por qué pedirles que salgan, y si esto dura mucho. pues bien, durará’ dice antes de preguntar a su vez a los policías presentes en la Iglesia qué pensaban hacer. Desde el principio de la ocupación, todas las personas que en­tran en la iglesia para rezar, a pesar de una primera reacción de sorpresa, se muestran más bien interesadas y favorables a las prostitutas” (Libération, 3 de junio de 1975)

“Los visitantes se suceden sin interrupción. Visitantes que no son indiferentes. Espontáneamente se crea una red de apoyo más amplia. De este modo, vemos aparecer milagro­samente: bebidas, sandwiches, vituallas, periódicos, cafés, etc. Las mujeres de Lyon que, desde que han tenido noticia de la ocupa­ción, se han sentido solidarias con las mujeres prostitutas, han venido a aportar su ayuda, sin que sean prostitutas. De esta forma, el martes por la mañana, junto a una caja de fresas en cestitas, se encontraba una enorme marmita de leche, mantequilla, pan, incluso algunos croissants. Se es­tablecieron contactos con grupos de música para que viniesen a amenizar las veladas que son un poco tristes en el gran edificio oscuro y frío. En este momento se hace evidente que es preciso una extensión de este apoyo de la población y ante todo el de las mujeres” (Una vida de puta, Claude Jaget)


Aquellas mujeres eligieron refugiarse en “el único lugar donde la policía no puede tocarnos”. Hoy se cuenta que las prostitutas “tomaron” Saint Nizier (y después otras muchas iglesias) pero los testimonios nos dicen que los únicos que entraron violentamente fueron los policías enviados por el Ministerio de Interior a desalojarlas ocho días después.

Las reivindicaciones siguieron y con otra maniobra de distracción consiguieron plantar sus pancartas a la entrada de la residencia del presidente de la República: “Hemos venido de toda Fran­cia a visitar el castillo que el señor Giscard d'Estaing se compró con el dinero de nuestras multas y nuestros impuestos”.

Los encierros y huelgas de prostitutas exigiendo seguridad y sanidad se extendieron primero por toda Francia y después por ciudades tan lejanas como Medellín.

Sabemos de aquellos días gracias a Claude Jaget (que recogió entrevistas con varias de aquellas mujeres en un libro publicado para recaudar fondos) y a la pionera del cine documental Carole Roussopoulos que, cámara en mano, quiso escuchar y mostrar “lo que otras mujeres nunca han podido contar”.



lunes, junio 05, 2023

CANTAD QUE ALGO QUEDA - POLICARPO DÍAZ

I.- Entrevista de radio comentando las lineas del trabajo y escuchando cuatro temas significativos

Para escuchar pinchar en la flechita aquí abajo
II.- Estuiio de 32 páginas que incluye los enlaces a las quince canciones más importantes

Lo que se dice de los curas en la canción contemporánea de habla hispana.

Policarpo Díaz Díaz.
Sacerdote diocesano de Salamanca.
León, marzo de 2023.

I.- ¿Por qué fijarnos en las canciones?

Las artes son un reflejo de la sociedad, porque los artistas son unos ciudadanos que aportan su visión ante determinados fenómenos sociales y desde su especialidad, cada uno aporta su opinión: unas veces crítica, otras veces simplemente levantando acta del fenómeno que sea y muchas veces, las más, tomando partido y dejando sus gritos, sus denuncias, sus subrayados, sus emociones, sus gratitudes… Parafraseando a Gabriel Celaya y con él, yo también pienso que las artes (todas las artes) son “armas cargadas de futuro”[1].

La canción es literatura en forma de poesía a la que le han puesto un “traje” musical, o -a veces a la inversa- una melodía y arreglo musical al que le han puesto una letra. Pero, al fin y al cabo, literatura, es decir arte, narrativa y contenido. Son pequeñas piezas en las que se cuentan historias, grandes o pequeñas, personales o comunitarias; locales o universales… Son -casi todas- piezas de valor y algunas de ellas, mucho más, son obras maestras.

En la tradición española han surgido una serie importante de autores cuya principal aportación a la música ha sido musicalizar poesías de grandes autores. Pongamos como meritorio ejemplo a Amancio Prada, que lleva cincuenta años y aproximadamente cuarenta discos, poniéndole hermosa música y voz a las poesías de Rosalía de Castro, de San Juan de la Cruz, de Juan Goytisolo, de Agustín García Calvo, de Federico García Lorca, de León Felipe, de Juan Ramón Jiménez, etc… Del mismo modo, otros, como Joan Manuel Serrat han publicado discos que se consideran clásicos con los poemas de Antonio Machado, de Mario Benedetti y de Miguel Hernández. Pedro Guerra ha musicalizado textos del poeta Ángel González; Luis Eduardo Aute musicalizó poemas de Pablo Neruda... Un clásico, quizá el mejor, es Paco Ibáñez, que ha cantado (y sigue haciéndolo) a muchos poetas, clásicos y contemporáneos, a todos los grandes. También poetisas: Paco Damas ha hecho dos estupendos trabajos poniendo música y cantando (con artistas invitadas), los textos de las poetisas de la Generación del 27, muy desconocidas por el público en general (llamadas en el primer disco “Las sin sombrero” y en el segundo “Las invisibles” -saliendo al mercado en el mes de marzo de 2023, en el que escribimos este artículo-

No conozco a nadie que no valore la literatura como una poderosa herramienta para el conocimiento de la vida y de la sociedad. La literatura, como las demás artes, son un precioso reflejo de la vida y un espléndido contenedor que da noticia del mundo a las generaciones actuales y posteriores que se acerquen a ella.

Si a toda la carga hermosa que tiene la poesía, le añadimos la armadura estética de la música, entonces, la obra puede quedar perfecta. Y así es. A la poesía se la puede “vestir” con un sinfín de géneros y estilos musicales, por ejemplo: clásica, blues, jazz, soul, rock and roll, folk, metal, pop, reggaeton, gospel, punk, country, house, funk, techno, ska, flamenco, garaje, salsa, tango, rumba, hip hop, reggae, chillout, … y toda las variedades -posibles e imposibles- que producen las combinaciones de estilos musicales. Todas le sientan de maravilla.

¿Quién podrá contar el número de las canciones que se han escrito y compuesto?, ¿Alguien sabrá llevar la cuenta de todos los artistas que han creado e interpretado canciones? Ciertamente el material que tenemos delante cuando hablamos -en genérico- de la canción, es inmenso.

Llevo un tiempo estudiando las letras de las canciones[2]. Más allá del “hobby” o la afición, he descubierto en las canciones un campo de estudio teológico y pastoral. Rastrear la canción contemporánea me ha llevado a encontrar todo un “filón” de reflexión sobre diversas cuestiones teológico- pastorales. A la teología pastoral le interesa mucho lo que se escribe (literatura), lo que se rueda (cine), lo que se canta (música y canción), lo que se pinta (pintura), lo que se esculpe (escultura), lo que se edifica (arquitectura), lo que se baila (danza), lo que se retrata o se diseña (fotografía e imagen), etc… Porque en las artes plásticas y escénicas está la misma vida y por tanto el mismo Dios. Dios unas veces silenciado, otras criticado, otro alabado, pero siempre “verdad, bondad y belleza”. Todo interesa para que el que tiene ojos y oídos iluminados por la fe[3].