lunes, noviembre 14, 2022

Zaqueo ¿patrón de los corruptos? (XXXI C)

Hoy quiero, proponer a Zaqueo como patrón de los corruptos. Esos grandes corruptos señalados de la política, corruptos que no se saltan la legalidad pero que ganan legalmente más que los corruptos y los pequeños corruptos que quizá no seamos más corruptos porque no se nos ofrecido la ocasión.

Zaqueo era un corrupto de nivel. Además de cobrar impuestos abusaba y prestaba para cobrar más pocos meses después. Y además era jefe de cobradores. Quizá porque no le quería nada no le dejaron pasar cuando quería ver a Jesús aunque los ricos se las suelen apañar para ocupar los primeros puestos, pero el pueblo a veces se rebela como pueblo aunque cuando les cogía de uno en uno les tocara pagar.

Zaqueo merece ser un personaje citado continuamente. Como Pinocho, como Antígona,como El Lazarillo, Pelé o Luther King. Este Zaqueo bajo de estatura es realmente un gigante. ¿Por qué se acercó a Jesús? No tengo ni idea aunque intentaré leer algunos comentarios de especialistas antes de que vuelva a salir en el Evangelio del domingo de nuevo.

Juego a imaginar que sería amigo (o enemigo) de otros publicanos que habían cambiado sus hábitos corruptos al conocer a Jesús. Imagino también que les impactó de la pandilla de Jesús su libertad ante el dinero, su vida. Digo esto a raíz de lo que le dice a Jesús sobre su cambio de vida sin que Jesús le pida nada. Lo dice como algo obvio.

Pensando en mi propia relación con Jesús y en la de los personas que conozco encuentro algunos detalles fecundos.

1/ El encuentro se da en la ciudad, no en el desierto sino en medio de la vida. Es ahí donde se encuentra Zaqueo con Jesús y dónde podemos encontrarnos nosotros.

2/ Zaqueo era jefe de publicanos y rico, y uno puede preguntarse qué actividades profesionales y qué riquezas son a priori una dificultad objetiva para mi encuentro con Jesús.

3 y 4/ Además era bajo de estatura y el gentío no le debajo ver a Jesús. Baja estatura puede no ser algo físico, como cuando decimos de alguien que “no da la talla”. De igual manera yo puedo pensar que cosas de mi poca estatura, inteligencia, amor, carácter, ataduras, miedos… me impiden ver a Jesús.

E igualmente (y a la vez) que dificultades que me vienen del gentío me impiden ver a Jesús, porque puedo tener dificultades sociales además de las personales. La baja estatura (mis cosas) y el gentío (el ambiente) pueden haber dificultado en mi historia y en mi actualidad ver a Jesús.

5/ En la vida también hay árboles a los que subirse. También puede formar parte de mi experiencia haberme subido a un árbol. Seguramente ha habido dolores, amores, luchas, vivencias, emociones… que me suben a un lugar desde el que ver a Jesús.

6/ Él ha levantado los ojos y me ha mirado en ese mismo lugar en el que estoy. ¿He tenido esa experiencia? En el Bautismo, en la Palabra, en mi vivencia interior, en acontecimientos sociales hemos podido tener esta experiencia.

7/ Y quiere comer en nuestra casa. No le ha bastado un saludo, ni un abrazo siquiera, ni una charla, ni una acción… quiere entrar en nuestra casa. ¿Qué será nuestra casa? ¿Nuestra vivienda? ¿Nuestra intimidad? ¿Nuestras obras? ¿Nuestras relaciones? ¿Nuestros defectos? ¿Todo junto?

8/ Baja deprisa. No espera al año que viene, ni a verlo claro, ni a consultarlo. La cosa está clara y baja deprisa. También nosotros nos hemos apuntado deprisa a algunas cosas. Celebrar la fe, seguir una vocación, arrostrar una dificultad, responder a un problema de alguien cercano.

Alguien dijo quizá exagerando pero con un buen pizco de verdad que “la medida del amor es la urgencia”.

9/ Muy contento. Porque no es un nuevo mandamiento, porque no es una nueva y dfícil tarea, porque no es una carga más. También nosotros nos hemos apuntado contentos a tantas cosas que otros veían como sacrificios y no nos lo parecían a nosotros: una acción, un cuidado, un tiempo dado, un dinero, un bien cultural, etc. Todos hacemos con gozo algo que a otro le puede parecer sacrificado. A veces la parte sacrificada de la cosa no nos parecía el centro de la cosa como seguramente a Zaqueo no le importó demasiado el esfuerzo de bajar del árbo.

10/ Murmuraban y siguen murmurando con razón porque efectivamente entró y sigue entrando en casa de un pecador. Bien lo sabemos. Quizá eso sea lo central del “hospedarme en tu casa”. Murmuraban y murmuran quizá los mismos que impedían el encuentro con Jesús (el gentío de unas líneas más arriba). Estos quizá tuvieran algo de beatos. Los que se ponían más cerca, al lado de Jesús cuando pasaba, los que se creían buenos; hoy creo ver ahí a los que estamos siempre merodeando por los templos, los que nos manejamos por ahí con soltura ¡mira que ir Jesús a casa de un pecador!

11/ Zaqueo da la mitad de los bienes y devuelve a quienes ha robado. No sé a que se referirá lo de “cuatro veces más“…. Se ve que había ganado bastante. Pero tengo la impresión que con este compromiso quedó endeudado de por vida. Lo que está claro es que el amor responde con generosidad. Calcular en el amor es desvanecerse. El amor tiene algo de extático, de explosivo y ahí está. Nuestro encuentro es verdadero cuando hay frutos evidentes poco calculadps, que tienen algo de desmedidos, de desproporcionados.

12/ La salvación ha entrado en esta casa. El encuentro hace nuevas todas las cosas. Cuando alguien realmente se encuentra con alguien (quizá sea el matrimonio el acontecimiento más evidente) el cambio es decisivo, verdadero, muy real. Y el cambio es salutifero. De la vida a veces sacamos la conclusión acertada de que “no tengo remedio”, o de que con tal o cual cosa no puedo con ello. Y con los demás nos pasa lo mismo. Pero la vida también nos dice que cambiamos realmente, que podemos cambiar radicalmente. Que la cosa depende de la radicalidad del encuentro. Zaqueo cambió radicalmente. Leyendo su historia tenemos razones para el optimismo y para la esperanza.

Por eso puede ser un gran patrón de nosotros los corruptos. Para dejar de ser corrupto solo hay que reconocerlo y actuar con justicia. No veo ventaja ninguna en mandar a nadie a la cárcel o al exilio. Lo mejor que puede ocurrir para la persona y para la sociedad es que cambiemos. Zaqueo nos puede dar claridad con su experiencia.

sábado, noviembre 12, 2022

Manolo Medina, las 3 erres y el Basuratorio

Hemos echado al basuratorio las 3 erres: rabia, 
rencor, 
resentimiento, 
que hay que dejar a un lado para adquirir la mirada fraternal.
Sobre el Basuratorio (pincha aquí).

Publicamos hoy su homilía con motivo de Santa Clara:

POR UN GOBIERNO FEDERAL DE LA SANIDAD ESPAÑOLA

Eugenio A. Rodríguez

El articulo adjunto procede de sanitarios con planteamientos transformadores a mi parecer equilibrados.

Me resulta interesanteporque me sorprende que estás cuestiones no oigo que preocupen en ambientes pastorales eclesiales.  

No me refiero a que la iglesia en general tenga una acciÓn específica en este terreno sino a que ocupe algún espacio en la pastoral de religiosos y laicos. 

https://saludineroap.blogspot.com/2022/11/por-un-gobierno-federal-de-la-sanidad.html?m=1


miércoles, noviembre 09, 2022