lunes, octubre 20, 2014

EL NACIONALISMO TAMBIÉN CONTAMINA EL DEPORTE

IGNASI VIDAL ES JAVERT
CON DOLOR, DEJO DE SER SOCI. EL BARÇA SOBERANISTA ME HA ECHADO

MARTES, 14 OCTUBRE 2014, 10:43
A continuación, reproduzco íntegra la carta abierta que Ignasi Vidal, actor, cantante, dramaturgo, barcelonés y soci culé, le dirige al presidente del Fútbol Club Barcelona a través de este blog. En ella, Vidal le anuncia su decepción por la decisión de la junta directiva del Barça de sumar al club a la plataforma soberanista que apoya la consulta independentista catalana del 9-N. como consecuencia de ello, Ignasi Vidal devuelve su carnet de soci, con antigüedad de cuatro décadas, y el de su hija, miembro del club desde su nacimiento.

Señor Josep María Bartomeu:
Hace unos días leí en la prensa, con estupor y sorpresa, que definitivamente el Fútbol Club Barcelona, club deportivo de que soy socio, ha cedido a la presión del sector soberanista en Cataluña y se ha adherido al "Pacto por el Derecho a Decidir", sumándose de esta forma a la demanda de una parte de la sociedad catalana. Hoy, y después de haber reflexionado sobre el asunto, me dirijo a usted con la intención subrayarle el tremendo error que comente la institución que usted preside.
El F.C. Barcelona es un club deportivo en el que siempre se ha dado cabida a todo tipo de sensibilidades. Cierto es que un sector considerable de quienes suelen congregarse en el estadio muestran su posicionamiento respecto a la cuestión catalana. En su derecho están, como usted tiene el suyo, a título personal, en público o en privado, a mostrar sus simpatías por la causa soberanista. No sería el primer presidente de la institución que lo hace. Sin embargo usted y su junta directiva han cruzado una líneade no retorno, haciendo extensivas sus simpatías políticas a todo el barcelonismo, colocándolo en uno de los bandos simplemente por complacer a la parte de la bancada más activa.
He de pensar por ello que ha olvidado usted la finalidad que tiene el F.C.B. que no es otra que la estrictamente deportiva. Fuera de las cuestiones sociales que se derivan de esta condición el club no debería tener ninguna relevancia.
Por ello el F.C.B. como institución no sólo no tiene necesidad alguna de posicionarse en esta u otras cuestiones políticas, sencillamente no tiene derecho alguno a hacerlo, siempre y cuando, como hasta ahora, el club siga perteneciendo a sus socios, a los que usted debe representar sea cual sea su condición política. Con su decisión es evidente que usted no me está representando como debería al dar apoyo a las aspiraciones legítimas, si se quiere ver así, de una parte de la masa social del barcelonismo, olvidando el deber representativo que tiene con TODOS los socios de la entidad. Para estas cuestiones están los parlamentos y no los clubs deportivos. Así lo entiendo yo, al menos, pues nunca se me indicó otra cosa cuando decidí formar parte del club: los socios del Fútbol Club Barcelona no pagamos nuestras cuotas para sustentar un ente político sino exclusivamente a uno deportivo.
¿Cómo se le puede haber pasado por alto, señor Bartomeu, un detalle como este?
No percatarse de la universalidad del Barça y de que esta condición está incluso por encima de su catalanidad, es no estar a la altura del cargo que usted disfruta. Así es señor Bartomeu, porque con su injustificada acción de sumar al club al "Pacte Per el Dret a Decidir", de manera oficial, como ha hecho, desprecia, en primer lugar, a todos los barcelonistas catalanes, simpatizantes y socios, como el que aquí escribe, que no comparten la necesidad de expresar su opinión en una consulta ilegal y que consideran más que satisfecho su derecho a decidir pues llevan muchos años haciéndolo, elección tras elección. Y en segundo lugar desprecia a todos los barcelonistas, de toda condición, no catalanes del resto del estado español (como es el caso de mi hija, sevillana de nueve años, socia del club desde los tres).
El nacionalismo, doctrina inmoral que destruye todo progreso, ha llegado pues al Fútbol Club Barcelona, lo ha situado ya descaradamente en el bando del rodillo soberanista y usted ha cometido un acto de miopía sin precedentes que romperá la imagen del club en el mundo y su unidad interna (y no sin consecuencias económicas de calado). Puede que no le importe, porque cuando el nacionalismo impone sus pautas, jibariza el pensamiento, como cualquier otra doctrina fanática.
Señor Bartomeu, soy barcelonista desde que tengo uso de razón. Mi abuelo, que en paz descanse, empezó a llevarme al Estadi siendo yo un niño y allí, en ese magnífico estadio, entendí el hecho de ser barcelonista como un componente diferenciador basado en el respeto y la asunción universal de nuestros valores.
Ahora me veré en la tesitura, gracias a la sinrazón nacionalista y a su insensatez como dirigente, de explicarle a mis hijos, nacidos en sevilla, catalanoparlantes a pesar de vivir en Andalucía, que el club del que somos socios apoya una consulta ilegal que pretende separar al país y convertirlos en extranjeros en la tierra donde nació su padre.
¿Qué le costaba, en virtud de la responsabilidad que se desprende de su cargo, tomar la misma postura que tomó la directiva del Real Club Deportivo Español?
El presidente de nuestro eterno rival, el señor Joan Collet, declaró lo siguiente: "Somos un club de fútbol con muchas sensibilidades, todas muy respetables. Entendemos que el club como institución no se debe pronunciar sobre este tema, porque es una cuestión estrictamente política. Todo el respeto para todas las sensibilidades. Somos un club integrador y entendemos que no nos tenemos que pronunciar".
Qué enorme lección de sensibilidad, de pluralidad, derespeto, en definitiva de democracia la de nuestro eterno rival. Qué envidia siento ahora de los socios del Español y qué respeto más alto me inspira ese club.
¿Qué le ha llevado a perder la cabeza de este modo, señor Bartomeu? ¿Quién le presiona a usted?
¿Podría ser que el virus del oportunismo y la mezquindad, del cual el señor Artur Mas es portador, le haya infectado? ¿Cree que sumando al Barça al pacto por el derecho a decidir se asegura un nuevo mandato?
Sí, tal vez apoyando al rodillo soberanista se gane otro mandato en el palco del Camp Nou, pero también, no es menos cierto, que al mismo tiempo perderá las simpatías de aquellos a los que ha decepcionado, que no son pocos. Algunos culés catalanes como yo y otros del resto del estado sentimos que con su postura irresponsable se nos rompe algo dentro.
Llegados a este punto, ¿qué alternativa me da usted y su junta directiva, señor Bartomeu? ¿qué se supone que debo hacer para ser coherente?
Lo más sensato, sin duda, aunque doloroso, lo más doloroso, es devolver mi carnet de socio y el de mi hija. El club, del que siempre me sentí orgulloso de formar parte, me ha abandonado, me ha despreciado y me ha ninguneado y en consecuencia no tiene sentido que siga pagando una cuota anual a un ente que se dedica a hacer política en lugar de aquello para lo que fue fundado y que hasta ahora ha hecho con mucha excelencia. Política que no comparto y que nunca pensé que acabaría enfriando mi amor por los colores que mi abuelo, socio también del Barça, buen hombre que sufrió la tiranía de una dictadura criminal que separaba a las personas por su manera de pensar y que por ello hoy contemplaría con desagrado que el club de sus amores genere división entre sus propios aficionados, me enseñó a amar.
El nacionalismo separa y destruye ¿No sabía esto, señor Bartomeu
Atentamente

Ignasi Vidal

domingo, octubre 19, 2014

Papa Francisco: Cinco tentaciones a evitar. Palabras en su discurso en el final del Sínodo de la Familia 2014, sábado 18 de octubre de 2014:

La tentación del endurecimiento hostil, esto es el querer cerrarse dentro de lo escrito (la letra) y no dejarse sorprender por Dios, por el Dios de las sorpresas (el espíritu); dentro de la ley, dentro de la certeza de lo que conocemos y no de lo que debemos todavía aprender y alcanzar. Es la tentación de los celantes, de los escrupulosos, de los apresurados, de los así llamados “tradicionalistas” y también de los intelectualistas.
La tentación del “buenismo” destructivo, que a nombre de una misericordia engañosa venda las heridas sin primero curarlas y medicarlas; que trata los síntomas y no las causa y las raíces. Es la tentación de los “buenistas”, de los temerosos y también de los así llamados “progresistas y liberalistas”.
La tentacion de transformar la piedra en pan para romper el largo ayuno, pesado y doloroso (Cf. Lc 4, 1-4) y también de transformar el pan en piedra, y tirársela contra los pecadores, los débiles y los enfermos (Cf. Jn 8,7) es de transformarlo en “fardos insoportables” (Lc 10,27).
- La tentación de descender de la cruz, para contentar a la gente, y no permanecer, para cumplir la voluntad del Padre; de ceder al espíritu mundano en vez de purificarlo e inclinarlo al Espíritu de Dios.
- La Tentación de descuidar el “depositum fidei”, considerándose no custodios, sino propietarios y patrones, o por otra parte, la tentación de descuidar la realidad utilizando ¡una lengua minuciosa y un lenguaje pomposo para decir tantas cosas y no decir nada!

miércoles, octubre 15, 2014

EL CONSEJO DE DI STEFANO A LA JUVENTUD

"A la juventud sólo le doy un consejo: agarrá los libros, que no muerden"

miércoles, octubre 01, 2014

LOS NIÑOS NECESITAN MENOS JUGUETES Y MÁS LIBERTAD

Los chicos necesitan pocos juguetes y más libertad. Deben ser autónomos, jugar con amigos y, en lo posible, concurrir a la escuela solos, caminando. Así opina Francesco Tonucci, el prestigioso pedagogo, pensador italiano y promotor de la “Ciudad de los Niños”, un proyecto que apuesta a la transformación de las ciudades a través de los chicos que las habitan.
Sobre estas cuestiones hablará Tonucci en Córdoba el próximo jueves (ver aparte), invitado por la Fundación Arcor con el apoyo de La Voz del Interior.
–Es fundamental que los niños jueguen, pero ¿cuán importante es?
–El juego está conectado de manera muy fuerte con la autonomía y el movimiento. Hay que ayudar a los adultos a entender la importancia del juego. Le doy una anécdota. Mi hijo mayor llegó el primer día de la escuela primaria a casa y dijo: “la maestra ha dicho que ahora basta de jugar, que hay que hacer cosas en serio”. Ese fue el mensaje de la escuela a mi hijo. Bueno, yo intentaré decir a la gente que esa es una frase absurda y equivocada y peligrosa (...) No tengo dudas de que los primeros años son los más ricos e importantes en la vida, es el período donde se ponen todos los cimientos.
–Y el juego ayuda...
–En estos años no hay maestros en el sentido público, no hay métodos. Simplemente hay un niño que juega con el mundo. Esa es la importancia del juego. El juego es una experiencia que los niños viven a nivel espontáneo, no hace falta enseñarlo y jugando tienen la primera relación con el mundo.
–¿Todo tipo de juego es valioso? ¿Jugar al aire libre es igual que hacerlo con una computadora?
–Jugar es una experiencia que tiene algunas características: salir, en el sentido de dejar el control directo de los adultos, encontrarse con amigos, aprovechando un tiempo libre para vivir la experiencia de la aventura, del descubrimiento, de la sorpresa, de la maravilla, del riesgo. Con estos elementos todos los juegos son buenos. Hasta los tecnológicos.
–¿Por qué es necesario que jueguen solos?
–No es posible jugar acompañado de adultos. Cuando los padres dicen “acompañamos todos los días al niño a jugar a la plaza” es una contradicción. El verbo jugar sólo se conjuga con el verbo dejar. En Europa es impresionante, pero aquí también creo que ocurre, en especial en las clases sociales medio-altas: para un niño es casi imposible salir solo a la calle. Esto le impide esta experiencia básica. Muchas veces los adultos pensamos sustituir esta experiencia de la que hemos disfrutado nosotros y que los hijos parece que no pueden vivir. Las sustituimos con otras cosas como comprar muchos juguetes, dar instrumentos que pueden permitir a un niño pasar mucho tiempo solo en casa y divertido, como las nuevas tecnologías, y acompañarlo en todos los lugares. Son respuestas inadecuadas. Se está gastando muchísimo dinero para llenar a los hijos de juguetes convirtiéndolos en poseedores en lugar de jugadores. Para jugar bien hay que tener pocos juguetes y amigos para aprovecharlo.
–¿Qué aporta el juego a un niño?
–Le permite descubrir el mundo. Es una manera para encontrarse con el desconocido (...) Significa vivir la experiencia de riesgo, saltar el obstáculo, vivir el desafío de superarlo o no. Ver si hoy puedo hacer lo que ayer no podía, si puedo superar mi miedo de vivir esta experiencia.
–¿Por qué es importante vivir la experiencia de riesgo?
–Si no es posible, vamos a crear una acumulación de deseos y de necesidad de transgresión que se expresarán más tarde, en la adolescencia, cuando un chico tiene suficiente autonomía como las llaves de casa en el bolsillo y cuando esta expresión de su deseo se convierte en una explosión peligrosa. Muchos de los temas que hoy se tratan como dramas de la adolescencia, como abuso de alcohol, de drogas, como los accidentes de motos –hasta el tema de los suicidios juveniles– tienen que ver con la falta de experiencias de autonomía en los primeros años (...) Puede que viviendo la experiencia del obstáculo se dé cuenta de que no puede superarlo y que sea una desilusión, pero también la desilusión es una experiencia que hoy los niños no viven porque los padres los súper protegen.