martes, diciembre 27, 2011

Hay villancicos y villanotes.

Guillermo Linares

Son muy distintos.

Los villancicos son canciones navideñas que expresan en la alegría popular por el nacimiento del Dios Cristo; mientras que los villanotes son como pegotes que se intentan adherir a las canciones navideñas, pero que poco o nada tienen que ver.

Un ejemplo de villancico: El tamborilero.

Un ejemplo de villanote: Blanca Navidad.

A veces ocurre que alguien te dice: “Estoy de acuerdo contigo en casi todo...” y resulta que el “único desacuerdo” es el punto más importante, lo esencial. Cuando esto pasa hay que decirle a esa persona: “La Verdad es que no estamos de acuerdo en nada”.

Lo mismo sucede con los villancicos y los villanotes: Los villancicos tratan la alegría por el nacimiento del Niño Jesús; los villanotes hablan de fiestas, nevadas, regalos, luces de colores... pero no del Niño Jesús.

Este año he redescubierto los villancicos, que son la expresión popular de la alegría religiosa. Aquí está “El tamborilero” un villancico típico. Si lo analizásemos encontraríamos muchas consecuencias políticas en el hecho de tratar de cambiar los villancicos por villanotes, o directamente tratar de sustituir estas canciones populares por el hit musical del momento. Como he dicho más de una vez, no quiero sentar cátedra sino colaborar con el diálogo. Por ello no me extenderé más allá de decir que “El tamborilero” habla de la alegría de los pobres por el nacimiento del Dios Pobre. Que cada uno saque sus propias conclusiones.


Y este:

domingo, diciembre 25, 2011

NUNCA FRACASARÁ QUIEN...

En esta famosa película suele pasar desapercibida la frase "dedicatoria"...

George Bailey tiene preparación, carácter y ambición, es decir, los mismos atributos y valía que podrían haberle convertido (de hecho, eso hubiera sido lo previsibe, lo esperable) en otro Potter (su opositor y contrincante, un personaje cuya caracterización, físi-ca y emocional, le acerca más al prototipo del villano de historia de superhéroes que al del “malo del drama”), pero no escoge ese camino, y, llegado a cada una de sus encrucijadas vitales, Bailey siempre opta por el sacrificio personal y la renuncia a sus aspiraciones, en beneficio de aquellos que le rodean.

jueves, diciembre 22, 2011

FIESTA NAVIDEÑA EN LA PARROQUIA

Acudieron los grupos de catequesis. Uno de los grupos de niños preparó una escenificación y contamos con la actuación de "Guacimara del Mar"

miércoles, diciembre 21, 2011

TU ES PETRUS. Otra versión


SE BUSCA FERVIENTEMENTE QUIEN TRADUZCA ESTO

martes, diciembre 20, 2011

ADVIENTO Y NAVIDAD

Fruto de una catequesis que nos envía una familia

viernes, diciembre 16, 2011

PIO XI (1937) ¿Vale toda limosna?

No es justo tampoco que el obrero reciba como limosna lo que se le debe por estricta obligación de justicia; y es totalmente ilícita la pretensión de eludir con pequeñas dádivas de misericordia las grandes obligaciones impuestas por la justicia. La caridad y la justicia imponen sus deberes específicos, los cuales, si bien con frecuencia coinciden en la identidad del objeto, son, sin embargo, distintos por su esencia; y los obreros, por razón de su propia dignidad, exigen enérgicamente, con todo derecho y razón, el reconocimiento por todos de estos deberes a que están obligados con respecto a ellos los demás ciudadanos.
Divini Redemptoris, 50

jueves, diciembre 15, 2011

LOS PADRES HOOLIGAN

El padre como ejemplo de hooligan, a veces por su condición de tal en todos los órdenes de la vida, a veces en transformaciones de fin de semana que acaban sorprendiendo al propio hijo. "Este es un tema que conviene singularizar", afirma Fernando Gimeno, psicólogo de la Facultad de Ciencias de la Salud y el Deporte de la Universidad de Zaragoza. "En algunos casos que hemos trabajado se da la circunstancia de padres que no se reconocen a sí mismos en el momento del partido", asegura. "Un padre reconoció: 'La primera vez que fui a un partido de mi hijo, me dijo que me callara, que ya estaba bien'. A veces se trata de personas correctas pero que sucumben a la implicación emocional de ver allí a su hijo, que les envuelve el entorno, que es muy propicio a este tipo de actitudes".
(...)Celino Gracia Redondo, exárbitro internacional, reconoce que "en estos partidos escolares, de niños, he escuchado insultos muchos más graves que los que he oído en los campos de Primera División (...). Un chico de 10 años no tiene maldad en el campo y que tranquilamente podrían jugar sin árbitros. Es el entorno, mayoritariamente el familiar, el que pudre esa situación. Eso está claro".
No está tan claro ni que el fútbol, por mayoritario y por deporte de contacto, sea el más peligroso, ni que el niño no aporte maldad alguna al ejercicio del deporte. "Es curioso que en un deporte como el tenis se produzca un grado de antideportividad, y a veces de agresividad, inesperado", dice Fernando Gimeno. "Hay que tener en cuenta que en ese deporte, por ejemplo, a nivel escolar no hay árbitros. Hay uno general que se pasea por las distintas pistas y son los propios jugadores los que se autoarbitran. Pues bien, la antideportividad es generalizada en el análisis de cada jugada. Y la intervención del entorno [léase padres o entrenadores] no suele resultar aleccionadora, según hemos podido estudiar, y alcanza en ocasiones a la agresividad o la ley del más fuerte".
"Todos hemos sido testigos de la violencia de los padres en este tipo de situaciones", afirma Victor Urrutia, director del estudio del Gobierno Vasco "y está claro que mediante la extensión del deporte se están filtrando elementos que alteran el deporte formativo, el deporte como compendio de valores". "Un concepto de tanto valor en la vida como es la competitividad, en el deporte se pervierte y se convierte en una causa de generación de violencia", señala. "¿Y por qué no la cooperación, como valor deportivo?", se pregunta Víctor Urrutia, "¿por qué la competitividad trufa ese posible sentimiento en un deporte colectivo, y por tanto solidario, especialmente el mayoritario fútbol?
¿Todos llevamos un hooligan dentro cuando el vástago se pone ante nuestros ojos? Mayoritariamente, sí. Es cierto que el nivel de agresividad o de violencia verbal no se ha medido en los campos del deporte profesional, donde el ruido ahoga las expresiones. Seguramente muy pocas personas podrían levantar la mano si se preguntase quién no ha proferido un insulto en un campo de juego, desde el violento fútbol hasta el señorial tenis (contra el árbitro, contra el rival, el presidente, el portero...). El insulto al árbitro es un ritual ya concebido como rutinario y que al parecer se antoja un asunto más anecdótico que importante. "Por principio nunca critico a los árbitros y no voy a cambiar mis principios por ese hijo de puta", dijo un entrenador inglés al término de un partido.

domingo, diciembre 11, 2011

CARTA DE TAYRA SOBRE EL TEATRO

buenas tardes:
yo hable con mi madre, y estuvimos hablando sobre la amistad y saber compartir,
me diverti mucho en el teatro y jugue con mis amigos como me gusta hacer siempre.
me gusta ir a catequesis y conoser a jesus. me a gustado mucho la leccion que le dio
el muchacho al profesory como le dejo con la boca abierta ,porque dios es bueno y
esta en nuestros corazones. Tayra

viernes, diciembre 09, 2011