jueves, mayo 17, 2018

¿QUIÉN PAGA LA BONIFICACIÓN DEL 75% PARA VIAJAR?

Decimos habitualmente que “a nadie amarga un dulce”. No es del todo cierto porque también es verdad que “cosechamos lo que sembramos” o que “el que algo quiere algo le cuesta”. El aumento de la bonificación ¿a costa de quién?

Nadie aceptaría -por ejemplo- un descuento en el impuesto de circulación del 50% (un coche muy potente puede pagar 100 e y un utilitario 40) si es a costa de subir el impuesto al pan. Los beneficios fiscales (o de cualquier tipo) hay que saber quién los paga. Si no sabemos quién paga no podemos saber si son justos. Es general la creencia de que era injusto el cheque bebé de 2.500 euros fueras pobre, rico o riquísimo. ¿No sería injusto dar la misma potente beca de estudios al que lo necesita y a quien no lo necesita? De la misma manera si la subida de las pensiones es del 1% para todos no parece justa porque al que cobra 500 le van a subir 5 euros y al que cobra 3.000 la subida le suponen 30 euros. En ese caso la subida beneficia más al que mas tiene. Las subidas (o bajadas) “lineales” o de porcentaje son injustas. Es clásico afirmar que “no se puede tratar igual a los desiguales sino en función de las necesidades”.

En el caso de los pasajes a la península (poniendo un ejemplo con cifras redondas para que se vea mas claro) supongamos un viaje en primera que cueste 500 euros, la caja común (que se alimenta de los impuestos de todos) aportará 375 euros y el viajero que no tiene necesidad de ayuda -pues viaja en primera- pondrá 125. En un viaje “low cost" de 100 euros la caja común pondrá 75 euros y el viajero 25 euros. El viajero “pobre” estará contento pero más lo estará el “rico” que es quien realmente se beneficia en una operación de este tipo. La caja común gastará 250 euros en el “rico” y 75 en el “pobre”. Si la caja común se alimentara por arte de magia todos contentos. Pero la caja común hay que nutrirla; la caja común se alimenta de todos, especialmente de los más pobres.

Para mas “inri” los más pobres viajan mucho menos que los más ricos. La bonificación del 75% será electoralmente rentable, parecerá que es dinero sacado a las ricas arcas de no se sabe donde, a mí particularmente me vendrá bien… pero es radicalmente injusta porque realmente le saldrá del lomo a los más pobres. La pagarán más los que menos la usan. Es una medida propia de lo más abyecto de la corrupción. Es mala porque no colabora a la solidaridad. Peor todavía: enmascara la realidad. Parece agua y es agua pero agua envenenada.