"Oremos no solo en general por todos nuestros enemigos, sino particularmente por los los que nos persiguen, nos hacen sufrir, por esos instrumentos que hemos de bendecir, puesto que, justos o injustos, se sirve Dios de ellos para hacernos el mayor bien, para conformarnos a nuestro Señor Jesús y hacernos compartir su cruz"