Tras muchos años de experiencia, charlas, vida, aportaciones hemos llegado a este resumen de sugerencias básicas para padres.
Tienen una primera lista de frases cortas (en rojo) para pensar y dialogar a qué se pueden referir. Después (en negro) los mismos enunciados con alguna explicación. Pueden enviar sus dudas y colaboraciones a: antigonahoy@gmail.com.
Además de las críticas que nos quieran enviar pedimos
-HECHOS que confirmen o desmientan la idea.
-FOTOS alusivas al tema.
-CHISTES alusivos al tema.
-FRASES, "lemas", "refranes", "versículos" alusivos al tema
SUGERENCIAS PARA PADRES
Diego Velicia/Isabel García Blas. Padres
0. Revisar, revisar y revisar es la mejor escuela.
1- Tener paciencia con nuestros hijos.
2- Estar atentos, valorar y escuchar sus preocupaciones, estados de ánimo y experiencias.
3- Esforzarnos en que nuestras palabras y hechos sean coherentes.
4- Valorar las peculiaridades de cada niño sin compararlos.
5- Esforzarnos por ser equilibrados.
6- Amar la verdad: decirla y hacerla.
7- Amar, amarse, un “yo” sano y no un "ego" egoísta.
8- Confiar en ellos, en sus posibilidades.
9- Ser sus Colaboradores para que puedan aprender de los errores. Dejarles equivocarse.
10- Mostrar la grandeza y la belleza de las personas y del mundo.
Un poco más explicadas:
0. Revisar, revisar y revisar es la mejor escuela. Revisa tus propias pautas. Los hijos no aspiran a padres perfectos pero sí a padres que revisan y se revisan.
1- Tener paciencia con nuestros hijos.
Hay que dedicarles tiempo. Metidos en una sociedad de prisas y falta de tiempo es fundamental entender que los niños tienen su ritmo para moverse, para pensar y para actuar y debemos aprender a respetarlo. Acompañar en su crecimiento.
2- Estar atentos, valorar y escuchar sus preocupaciones, estados de ánimo y experiencias.
Es importante ser conscientes de las cosas que les afectan o les duelen aunque para nosotros no tenga importancia alguna. Mostrar nuestra comprensión y colaborar a que puedan ver más allá de esas situaciones o cosas.
3- Esforzarnos en que nuestras palabras y hechos sean coherentes.
A veces pensamos que solo se educa con palabras. Evitemos discutir, juzgar a otros, gritar o maldecir. Todas estas conductas negativas les van a llegar más que nuestras palabras. Ser consecuentes genera confianza.
4- Valorar las peculiaridades de cada niño sin compararlos.
Nunca entrar al juego de ser competitivos con otros padres. Nuestros hijos no son un trofeo para exhibir. Con frecuencia les exigimos demasiado porque proyectamos nuestros deseos o frustraciones en ellos.
5- Esforzarnos por ser equilibrados.
No podemos educar desde la prohibición pero tampoco ser sus colegas. La pareja debemos ser amigos y debemos aspirar a ser amigos de nuestros hijos, no colegas. Conjugar firmeza y ternura. En caso necesario reconocer nuestros errores y pedir perdón. Esto, así como establecer normas familiares, tomar decisiones, revisar acontecimientos familiares, etc. se puede hablar entre todos con diálogos o asambleas familiares.
6- Amar la verdad: decirla y hacerla.
Cuando esto se cultiva los miembros de la familia pueden confiar unos en otros. Para decir la verdad es necesario desear vivir en la verdad, encarnar lo que soñamos. Decir la verdad incluye decirla en el momento y de la manera oportuna. Una reunión familiar (más o menos formal) puede ser mejor momento de revisar la vida que estar continuamente corrigiendo sin generar reflexión.
7- Amar, amarse, un “yo” sano y no un "ego" egoísta.
Descubrir las fortalezas y debilidades de todos. Creernos perfectos (o creer que los son los padres o los hijos) nos hace más daño que beneficio y nos aleja de la realidad. Amar y ser amado son las dos alas que necesitamos para volar (Ser). Saberse amado, por alguien que nos ayuda a tomar conciencia, a revisar. Tomar conciencia (revisar) es un gran acicate para amar.
8- Confiar en ellos, en sus posibilidades.
Animar a ser autónomos, a ponerse retos. Debemos procurarles las herramientas necesarias para que se manejen en la vida. Cuando protegemos demasiado pueden sentirse débiles, torpes o inútiles. Mejor demostrarles que confiamos en ellos y apoyarlos en lo que se proponen. Estar nosotros -como persona y como pareja- creciendo es una primera forma de animar a crecer.
9- Ser sus Colaboradores para que puedan aprender de los errores. Dejarles equivocarse.
Es una parte importante del proceso de aprendizaje y crecimiento. No evitar el error a toda costa. Deben trazar su camino, cometer errores y solucionarlos. Deben también sentirnos cercanos y dispuestos para colaborar en esa tarea con ellos si lo necesitan, pero siempre con el deseo de que crezcan en autonomía.
10- Mostrar la grandeza y la belleza de las personas y del mundo.
Fomentar el contacto con la naturaleza y con diferentes grupos humanos. Contribuimos a que tengan la mirada atenta, curiosa y descentrada de sí mismos. Desarrollarán más fácilmente, entre otras cosas, el sentido de trascendencia, la empatía, la solidaridad.
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