jueves, enero 31, 2019

JULEN, PROFESIONES Y RENTA BÁSICA


Algunos dirán que no tiene nada que ver pero -ante la experiencia Julen- no me parece compatible elogiar las profesiones y dejar intacta la propuesta de la renta básica.
A nadie se le oculta que cientos de miles de personas abrazando a la familia de Julen pueden representar algo tan importante como el consuelo y de igual manera a nadie se le oculta que también son importantes (¿más incluso?) personas que pongan su tiempo, su capacidad y su tecnología al servicio de rescatar a Julen. Cientos de manifestantes y de minutos de silencio pueden ser importantes pero no serían suficientes. 
Personas en su trabajo han fabricado tubos adecuados. Otros los han trasladado. Otros han construido la cesta con la que bajarán los mineros. Otros un taladro gigantesco. Alguien ha cedido sus cámaras de fibra óptica para tener visión del pozo.  Un equipo de rescatadores asturianos especializados en rescates mineros llegaron. Decenas de camiones y excavadoras trabajando en desmontes hábilmente manejadas por sus operarios. Otros trabajadores han manejado una tuneladora. Psicólogos, guardias civiles, religiosos, cocineros, agricultores, comunicadores, ingenieros, bomberos… Si alguna profesión no ha colaborado lo mismo es que no es profesión.
En todo ello se juega con patrimonio material, intelectual, moral que tiene relación con el Trabajo. Con la profesión. Con la profesionalidad. Con el amor hecho profesión. En todos los casos se da una simbiosis entre manos trabajadoras y tecnología adecuada, que a su vez es fruto del trabajo.
Pero hay algo que no ha aportado nada: el rentismo. Ni el rentismo de los grandes (¿de qué servirían los especuladores en bolsa en esto?) ni el rentismo de los pequeños (esa cosa llamada renta básica).
La experiencia Julen nos grita que cuando tenemos problemas buscamos compasión y profesionales. Que es el trabajo y la técnica (fruto del trabajo inteligente) quien resuelve los problemas. Es ocasión quizá de que se afiance en nuestro patrimonio moral que cada persona tiene cualidades que poner en juego, que no sobra nadie, que nadie debe permanecer ocioso, que no queremos rentistas especuladores ricos ni renta básica para pobres, sino salario justo, que trabajo es más que medio de sustento, que trabajo es salvación y servicio. Que la profesión da eficacia a la compasión y es por ello imprescindible.