Mis amigos de Manos Unidas se disgustarán pero una mirada honesta no puede defender que la solidaridad empiece por un sms. No puede empezar ni por un acto tan cómodo ni tan materialista...
No creo que haya un ser humano que pueda afirmar que su primer paso en la sagrada senda de la solidaridad fue un sms. Pudo ser un dolor, una mirada, una palabra, una frase, una emoción, un acto.... pero no un sms.
Este anunció me parece una mentira y una alucinación. ¡Ah! Y callar no me parece amor sino hacer el Pilatos, el que sale en el Credo.