viernes, abril 14, 2017

JUEVES SANTO FRENTE A LOS ABUSOS

Eugenio Rodríguez
Párroco de san Marcos. Las Palmas de GC

Una de las realidades que celebramos el Jueves Santo es que es un día "sacerdotal" porque una de las Acciones que realizamos con amor los sacerdotes es la celebración de la Eucaristía porque así lo hizo Jesús el "primer" Jueves santo. En estos años nos hemos ido haciendo conscientes de uno de los más tristes y vergonzosos actos realizados por sacerdotes: abusos de niños. Es repugnante a la conciencia. El dolor de las víctimas es inmenso. Su sufrimiento ha sido mayor aún cuando en su entorno eran recibidos con burlas en vez con solidaridad, con excepticismo en vez de con escucha. Si mirábamos para otro lado les dolía más aún.
El tan injustamente denostado Benedicto XVI dio un paso mucho más vigoroso en este sentido que Juan Pablo II. Fue más firme en combatir eso de que los "trapos sucios se lavan en casa".Exigió claridad, condenas civiles y canónicas. Francisco ha pedido perdón a las víctimas y yo también quiero pedir perdón.
El avance histórico hace que los alemanes se sientan responsables en alguna medida del nazismo pasado, los europeos nos sentimos responsables del colonialismo pasado, los varones nos sentimos responsables del machismo pasado. Esto no responde a extraños complejos de culpabilidad sino al crecimiento de la conciencia moral respecto de los actos colectivos. Todos somos solidarios. Nos debe importar todo.
Este "Jueves santo" quiero pedir perdón por este pecado nuestro; este pecado de sacerdotes. Somos una fraternidad y alguna responsabilidad nos cabe a todos. Algo de cada uno de nosotros se ha manchado en este drama. Y estamos dispuestos a pagar, a escuchar, a pedir perdón, a colaborar en la dignificación de las víctimas. Estamos dispuestos a ser testigos de un amor servicial y entregado que nunca instrumentalice a los demás. Queremos ser entrañables mensajeros de la misericordia.
La lista de curas que supieron y saben amar a la infancia es inmensa. Recuerdo la propaganda que se repartía cuando yo era niño en el Seminario: ¿Dónde serviré yo más y mejor?