Sesenta jugadores reclaman a trece clubes de Primera y Segunda división deudas por siete millones de euros
En el lujoso fútbol español, donde habitan balones y botas de oro,
donde hay clubes con presupuestos que superan los 500 millones de euros
y jugadores cuyo sueldo (primas y prebendas aparte) ronda los 15
millones netos al año, hay jornaleros que llevan meses sin cobrar.
No se trata de futbolistas de equipos modestos de Segunda B, que
también (en esta categoría, salvo excepciones, los emolumentos apenas
superan los mil euros en estos tiempos difíciles), sino de Primera y
Segunda, gente que se cruza cada domingo con los Messi, Cristiano y compañía.
Según los últimos datos en poder de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), correspondientes al mes de diciembre, hay sesenta jugadores de las dos principales categorías que han presentado reclamaciones ante trece clubes
por un montante total de 7.003.019,44 euros. En Segunda B las demandas
ascienden a 28 ante 11 clubes por una cantidad de 234.212,80 euros.
Pobres en territorio de ricos. La mejor Liga del mundo (según la opinión
de la patronal y de algunos analistas) tiene estas contradicciones.
Getafe, Elche, Recreativo de Huelva, Sporting de Gijón y Zaragoza son algunos de los equipos metidos en dificultades (los nombres coinciden con los de la lista de morosos que negocian aplazamientos de su pasivo con Hacienda).
El número de reclamaciones en Primera y Segunda aumenta por segundo año
consecutivo, incrementándose en un 74 por 100 con respecto a la pasada
temporada, mientras que las cantidades exigidas suben la friolera de un 357 por 100, ya que el curso anterior se solicitó poco más de un millón y medio de euros.
«Algunos hacen las maletas y otros confían en sus jefes
y se quedan. Depende del dinero comprometido y de la relación de los
propios futbolistas con las sociedades deportivas. Cada caso es
diferente y es difícil generalizar», señalan a ABC fuentes de la AFE.
Uno de los casos paradigmáticos de última hora es el de José Luis Moreno, Joselu, exjugador del Recreativo de Huelva
que firmó en el mercado de invierno por el Mallorca. El Recre le
adeudaba unos 100.000 euros entre su sueldo de la pasada campaña y la
actual. El delantero de Cartaya, que no ha querido hacer declaraciones
para no perjudicar al equipo de su tierra, ha tenido que perdonar dinero
para salir.