En la reunión de anoche, respondiendo a nuestra petición por washap, algunos padres se lanzaron a la piscina y trajeron algunos objetos que cumplieran la condición de tener un valor simbólico muchísimo mayor que el valor material.
No todos pudieron pero algunos sí. Lo importante no era el objeto sino reflexionar sobre la experiencia del valor de los símbolos.
A partir de ahí dialogamos sobre la base simbólica de los sacramentos al tiempo que afirmamos que la presencia de Cristo le dan un plus de valor muy significativo más allá de lo simbólico.
Dialogamos sobre nuestra cultura simbólica y sobre la de nuestros hijos. Una vivencia bella de los sacramentos incluye capacidad simbólica y va más allá de ella.