"RUTINA HABITADA" es el título de este libro que más que un libro es una experiencia. El cristianismo la inmensa mayoria de las veces es un acontecimiento vivido en silencio. Así es para la inmendsa mayoría de los creyentes, de los que viven de la fe y dan la vida por la fe, en amor y esperanza. Más que una "vida oculta" de Jesús hay una vida "ocultada" porque vivir con Jesús la vida cotidiana puede ser revolucionario: peligroso
Sugerencias para un cristianismo del siglo XXI: dialogante, comprometido, plural, vocacional, misionero, en crecimiento
domingo, noviembre 24, 2019
sábado, noviembre 23, 2019
CATEQUESIS FAMILIAR. LAS ADICCIONES
Hoy tuvimos en nuestra reunión quincenal un tema, aparentemente menos "catequético": las adicciones.
Realmente todo lo que pueda herir a la persona preocupa a los seguidores de Jesús. Las adicciones son realmente peligrosas. Vino Sara, de la Fundación Yrichen, y estuvimos dialogando sobre los riesgos de las "pantallas", así como de las diferentes necesidades según las diferentes edades.
Seguiremos con el tema. Y con otros temas de interés.
viernes, noviembre 22, 2019
domingo, noviembre 17, 2019
Matrimonio y familia. Mounier
“...Solo el amor de Dios no tolera competencia igual. Todas esas buenas personas ridículas: “Júrame que sólo me amas a mí”, como si el amor que algunas veces realizan un hombre y una mujer no fuera el logro de lo que debería ser nuestro amor para cada ser: ignorar la primera experiencia del verdadero amor es ignorar que el amor multiplica el amor y que hay que echarlo, desbordarlo fuera de nosotros...”
“...No tendrás más que pensar en esta vocación y en este don magníficos que son de forma manifiesta la palabra-tipo de nuestras vidas, el tema de la conversación que tendremos con Dios por la eternidad: conocer y aprender día a día el amor sin partición. Esto se dará a cada instante, pues los acontecimientos, los tiempos, los espacios, las carnes y las palabras se dividen sin cesar. Pero nosotros sabemos que el amor no lleva cuentas, que el amor no es un notario, y que la igualdad se hará por el don de sí, sin límites por una parte y por otra. Hay que ver esta altura y esta profundidad, este centro y esta periferia para estar en paz...”
“...Poco a poco descubriremos los repliegues del amor. El amor no es sólo la juventud encontrada de nuevo en una nueva infancia, ese objeto feliz tan alejado de los adultos y de sus malas maneras. Justamente en este momento... estoy instalado en su gravedad. ¡No hay que encontrar conmigo sólo algo de intacto y de nuevo!. Te he contado alguna de las heridas que he recibido. Y además está esa herida ininterrumpida del cristiano en el mundo, la de la soledad... Tiene que haber días en los que saltaremos y sonreiremos con toda la frescura no forzada de nuestra juventud. Y también habrá días más velados en los que nos sentiremos muy lejos, muy lejos en la vida. Y no es momento de jugar a ser niños. El amor humano enseña muchas cosas sobre los caminos del amor de Dios...”
“...Lo importante es que un día no demasiado lejano nos dejen todos, arqueólogos, revolucionarios, visitas, obligaciones y ganapanes, buscar el centro de nosotros mismos y.. recogernos un poco en una zona no pisoteada adonde, hagan lo que hagan, no puedan llegar todas sus suciedades y todos sus ruidos. Que nos dejen empezar nuestra parte de vida eterna -no de tranquilidad, sino de edificación feliz. Tengo sed de esto mucho más allá de lo que pueda imaginar estos días...”
“...La renuncia no es decir: “No, no” (creyendo que se hace bien al decir no), sino decir: “No sé, me abandono, Dios mío, te lo pido, ya veremos, tú me harás ver, esperemos, seremos sencillos al esperar, sin intentar las soluciones cuya luz sin rigidez hay que merecer”. La grandeza, la virtud de una solución no está en la dificultad, sino en su fecundidad...”
“...Hay que transformar en alegría todo lo que la fortuna nos niega... Yo quisiera que sobre todo tengas el mínimo de calma para poder ser sufrimiento en el sufrimiento, esperanza en la esperanza... Vamos a inventar una nueva clase de presencia en la inseguridad total, tan próxima a la que ha sido la nuestra durante meses. Todo esto será más fácil de lo que se piensa en el transcurso de los días. No estábamos hechos para momentos fáciles, eso es todo. Pero es necesario que juntos hagamos hermosos los momentos que nos sean dados. Hace poco, al marchar por el camino, he intentado hacer cantar mi corazón. No me ha costado mucho. Me bastaba con pensar... que cualquier sufrimiento integrado en Cristo pierde su desesperanza y su misma fealdad...”
“...Pero la familia no es sólo una utilidad biológica o social y no defendiéndola sino en su aspecto funcional muchos pierden su sentido. Sentido que consiste en ser el punto de articulación de lo público y lo privado, en unir cierta vida social a cierta intimidad. Socializa al hombre privado e interioriza las costumbres. Por este rol de mediación es el nudo capital del universo personal. Si se detiene en la pesantez carnal, desviriliza a quienes tiene el encargo de llevar más allá de ella misma, hacia las sociedades más perfectas. Si se socializa totalmente, se entrega al imperialismo familiar; hay pocos espectáculos tan vulgares. La familia propietaria de sus miembros, la familia erizada de derechos y cóleras, los que se complacen en dar de ella esta imagen furiosa no han comprendido nada de su milagro frágil, tejido por el amor, educador del amor. Ahora funciona a la inversa, si se confunden en ella intimidad y amalgama, cerrazón al aire libre. Los encantos de lo privado son la alienación de la burguesía, su medio de ocultarse la miseria del mundo: Es preciso salvar a los valores privados de esta profanación...”
“...No hay camino que conduzca al cristiano al dominio que no pase por la encrucijada de la Cruz. La alegría no le es negada: constituye el sonido mismo de su vida. Pero la felicidad tranquila no es la alegría. La alegría en las lágrimas, o, durante el buen tiempo, una alegría ardiente y comedida, he aquí el estado natural del cristiano. Péguy decía que la ternura, a causa de esto, era la médula del catolicismo. Una ternura herida...”.
“...Y este alma se revela en la libre búsqueda por dos personas en primer lugar, por varias luego a medida que la persona de los hijos se constituye, de una comunidad dirigida hacia la realización mutua de cada uno. Esta comunidad de personas no es automática ni infalible. Es un riesgo que hay que correr, un compromiso que hay que fecundar. Pero a condición de tender a ella con todo su esfuerzo, de irradiar ya la gracia, y sólo a condición de que la familia pueda ser llamada sociedad espiritual...”
“...Lo que envidio a los conversos es haber llegado a Cristo a través de la aventura y el viento fuerte. ¿Qué importa después el acabamiento de la obra? Su corazón es espléndido desorden de Dios...”
“...La realidad del verdadero amor, el que está injertado en la amistad de Cristo, es que la voluntad de Dios pasa en adelante por aquel a quien se ama. Y desde entonces, el gran cumplimiento del abandono es esta humildad con nuestro destino...”.
“...Somos incorregibles. Siempre olvidamos la auténtica posesión que hay en el sacrificio. Nunca llegaríamos a él si tuviéramos que decidir. Y además, cuando los acontecimientos te caen sobre la cabeza, creemos reconocer que una de las más fuertes posesiones del ser amado es la de sufrir con él...
Lo que importa son nuestros verdaderos destinos, y no tanto el sufrimiento necesario para alumbrarlos...”
“...No hay que confundir el amor con sus deformaciones. El amor no es la consonancia, o la complacencia o el agrado: Todos conocemos esas parejas armoniosas que se `pudren en la mediocridad. La complacencia se juega entre individuos. El amor apunta por encima del individuo a la Persona que llama, por encima de las consonancias del azar o las diferencias de superficie que pueden seducir, pero no retienen. El amigo no pide al amado que lo refleje, o lo consuele, o lo distraiga, sino que sea él mismo de manera incomparable y que provoque un amor incomparable...”
EL MATRIMONIO. LORENZO MILANI
Barbiana, 30 de marzo de 1956.
Querida Simona:
El principal motivo de un cristiano para casarse es tener siempre cerca una mujer que le recuerde cada día los altos ideales con los que él ha prometido vivir y de los que pueden apartarle los compromisos de su trabajo.
Por eso te escribo a ti las cosas que me interesa que Serafino tenga presente a lo largo de vuestra vida en común y en su profesión de médico. Así que conserva celosamente esta carta en el cajón de la mesa de la cocina y reléela cuatro veces al año, al principio de cada estación, para hacer con ella tu examen de conciencia y el de tu marido.
En cuanto tengas tu casa, asómate a la ventana y mira un poco a tu alrededor. Te darás cuenta de que el mundo está mal. Dios lo había creado cuidadosamente, había hecho a los hombres todos pobres e ignorantes. Sin embargo, los hombres, no se sabe cómo, se las han arreglado para levantar unas decenas de personas muy ricas y muy instruidas y dejar a todos los demás como Dios los había creado.
De esta violación del orden natural han nacido infinitos males que no voy a enumerar aquí, porque me imagino que ya tienes una idea clara de ellos.
También verás desde la ventana de tu casa que en este mundo infeliz van siempre del brazo riqueza e instrucción. Quien es más instruido gana más dinero. Quien tiene más dinero da estudios a sus hijos. Y así sucesivamente en un círculo cerrado.
Los “señores” te dirán que no es verdad y que un agricultor gana más que un profesor. Pero tú no lo creas. Respóndeles: “si es así, haceos agricultores”. Aunque lo mejor será que te acostumbres a no hablar nunca con los “señores”. Sus razonamientos no son nunca serios ni necesarios ni hay forma de aprender nada.
Así que decíamos que riqueza e instrucción van siempre del brazo, pero (¡oh, inmensa gracia que Dios te ha hecho!) tú tienes ahora del brazo a un hombre que desmiente esta regla. Una de esas raras excepciones que hasta este mundo equivocado e injusto logra, alguna vez, dar a luz.
Tu Serafino es hijo de un pobre obrero. Más aún, un poco menos que hijo de un obrero. Es hijo de la viuda de un pobre obrero. Más aún, un poco menos que hijo de una viuda. Es uno de esos infelices, criados en el infierno de los hijos de viudas de pobres obreros: el internado. Un santo internado, fundado por un santo, pero no por eso menor infierno de sufrimiento.
Estas cosas no son tristes recuerdos que hay que tratar de olvidar en este día de gloria. Al contrario, son las glorias de tu nueva familia. Las cosas de que debes enorgullecerte cada día ante tus amigas. Títulos nobiliarios que abrillantan tu estirpe.
Y, a pesar de todo, este muerto de hambre, hoy tu marido, lleva junto a su nombre el título de “doctor”. Animal rarísimo, como te he dicho. La suma instrucción en la suma miseria.
Aquí en el monte Giovi hay una veintena de muchachos que nunca han ido a la escuela. No han ido a la escuela porque tenían que ir con las ovejas. Las ovejas han dado corderos, queso y lana. Y un administrador ha repartido. La mitad que les ha quedado a estos chicos, apenas ha bastado, casi casi, para que no se mueran de hambre. La otra mitad, que se ha ido hacia una buena casa de Florencia, unida a otras muchas mitades, ha bastado para mantener estudiando al “señorito”. El trabajo más duro que ha tenido que hacer en el mundo ha sido el de levantar su pluma estilográfica electrónica. Su preciosa mente es un pozo de ciencia; los pobres acuden a él, le sueltan más cuartos y le respetan.
Nadie se acuerda o nadie sabe que para hacerle doctor a él estos chavales se han quedado analfabetos y como animalillos entre los animalitos.
Simona, como ese son casi todos los doctores menos tu doctor.
Los obreros italianos derraman su sangre en 400.000 accidentes laborales al año e infinitas enfermedades profesionales, y no reciben ningún provecho de su trabajo ni de su martirio para poder dar estudios a sus hijos. pero la gran mayoría de los estudiantes universitarios estudian a costa de su sudor, de su sangre y de su analfabetismo.
Si aquel título universitario pudiera hablar, entonces se vería a los doctores vestidos de labradores escurrirse furtivos junto a las paredes, con la cabeza gacha, intimidados por la mirada pobre que se cruzaran en la calle. Sin embargo, tu Serafino no tendría ese día ninguna preocupación. Su título es un título incontaminado. Por ahora.
Pero tú ten cuidado, amiga, que hasta hoy ha ido todo bien. Desde hoy, la gloria de tu casa pende de un hilo. Vigílalo tú. Todos los días, amigos, colegas, periódicos, libros, se unirán para corromper a tu Serafino y hacer de él un doctor como todos, un ejemplar de su misma especie.
Sólo tú puedes salvarlo de esta deshonra, pero hace falta que sea un objetivo de toda tu vida, que seas constante en este propósito, dispuesta al martirio, a cortar sin piedad y por lo sano tus propias vanidades y ambiciones.
¿Cómo prever, en la práctica, las ocasiones que vas a encontrarte? Te pongo dos o tres de las que se me ocurren; en otras, tendrás que arreglártelas tú misma.
Por ejemplo, no te tutees con las esposas de los médicos, de los maestros y farmacéuticos de tu pueblo. Manténlas lejos de tu casa. Espía lo que leen y cómo viven, pero sólo para estar segura de no leer nunca lo que ellas leen, ni de vivir jamás como ellas viven.
Cuando las cosas os vayan algo bien y comencéis a tener algún dinero de más, no sueñes en electrodomésticos para tu casa. Mejor es que pienses en preparar una consulta bien dotada de cuanto pueda aliviar a los pobres gastos y sufrimientos.
Búscate las bendiciones de los pobres, no tanto con tus limosnas, cuanto por vivir más pobremente que ellos.
Cuando tu Serafino, temeroso de no haberte hecho suficientemente feliz, quiera llevarte por el mundo, o de veraneo, sé tú entonces la primera en proponerle comprar los libros del colegio a los hijos de las viudas, para que lleguen a ser médicos de los pobres, como él. Cuando le oigas a Serafino decir en la consulta que alguien necesita sobrealimentación, intenta que nadie pueda achacarle que recetaba filetes a los pobres sin regalárselos. No permitas que tu Serafino tenga escrúpulos de insolidaridad con los demás médicos por sus tarifas.
Las facturas prepáralas tú, día a día, escrupulosamente austeras, en proporción sólo con tus necesidades cotidianas, escrupulosamente niveladas con las necesidades del hogar de esas esposas obreras que viven alrededor de tu casa.
No permitas que tu Serafino se adhiera a huelgas contra el seguro.
La palabra huelga es sagrada para los pobres; su única arma contra los señores. Desentona en la boca de los señores doctores, usada para combatir la organización del sufrimiento de los pobres. Etc, etc.
Ahora no me vienen a la mente otros ejemplos. Por lo demás, espero que ya me habrás entendido. Que harás que tu casa sea pobre y bendecida por los pobres, y Dios pensará en todo lo demás.
Si los pobres están contigo, también Él estará contigo, y si Él está contigo, ¿de qué tienes miedo? Cuidará de tus hijos y asegurará su porvenir con más seguridad que una cuenta corriente o una póliza de seguros.
Si tu fe es tan poca que no crees estas cosas sencillas, ¿cómo pierdo el tiempo en hablar contigo?.
Recibe ahora mis afectuosos deseos y ninguna bendición. Ya has tenido esta mañana la bendición del Padre don Facibeni, que vale más que la mía. Búscate ahora las bendiciones de los pobres, que valen más que la del Padre, y luego duerme serena entre cuatro almohadones. Tuyo,
Lorenzo Milani.
sábado, noviembre 16, 2019
CHARLA: PREVENIR LAS ADICCIONES
Muchos niños y jóvenes CAEN
en adicciones (droga, juego,
bebida,etc) y los padres/madres
somos los últimos en enterarnos.
Para ayudarnos, PADRES POR LA
EDUCACIÓN organiza esta
Charla.
TE INVITAMOS
domingo, noviembre 10, 2019
viernes, noviembre 08, 2019
miércoles, noviembre 06, 2019
DIALOGAR ES TRABAJAR
Sin mucho rollo: ¿No vivimos hoy en un discurso que reduce dialogar a conversar? Y no me refiero solo a cuando los políticos lo dicen respecto de Cataluña: "Nos tenemos que sentar y hablar". Me refiero a las todas las realidades. Ahora a las "realidades" a veces las llamamos "temas". Uffff. En la vida política, familiar, solidaria etc etc me parece que esta experiencia de diálogo como ACCIÓN es muy necesaria.
lunes, noviembre 04, 2019
domingo, noviembre 03, 2019
sábado, noviembre 02, 2019
El concilio Vaticano II según G. Alberigo. Un libro que presenta Fernando Bogónez
Alberigo vivió de cerca el Concilio. Después ha vivido en su senda. Muchos años después fue el coordinador de una obra coral sobre el Vaticano II de cinco tomos. Un día contemplando una nieta se preguntó qué sabía ella del concilio. Y decidió hacer ese hermoso libro.
El libro lo presenta Fernando Bogónez, Rector del Seminario de Valladolid, sacerdote, doctor en Teología y Filosofía
El libro lo presenta Fernando Bogónez, Rector del Seminario de Valladolid, sacerdote, doctor en Teología y Filosofía
viernes, noviembre 01, 2019
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