IGNASI VIDAL ES JAVERT |
CON DOLOR, DEJO DE SER SOCI. EL BARÇA SOBERANISTA ME HA ECHADO
MARTES, 14 OCTUBRE 2014, 10:43
A continuación, reproduzco íntegra la carta abierta que Ignasi Vidal, actor, cantante, dramaturgo, barcelonés y soci culé, le dirige al presidente del Fútbol Club Barcelona a través de este blog. En ella, Vidal le anuncia su decepción por la decisión de la junta directiva del Barça de sumar al club a la plataforma soberanista que apoya la consulta independentista catalana del 9-N. como consecuencia de ello, Ignasi Vidal devuelve su carnet de soci, con antigüedad de cuatro décadas, y el de su hija, miembro del club desde su nacimiento.
Señor Josep María Bartomeu:
Hace unos días leí en la prensa, con estupor y sorpresa, que definitivamente el Fútbol Club Barcelona, club deportivo de que soy socio, ha cedido a la presión del sector soberanista en Cataluña y se ha adherido al "Pacto por el Derecho a Decidir", sumándose de esta forma a la demanda de una parte de la sociedad catalana. Hoy, y después de haber reflexionado sobre el asunto, me dirijo a usted con la intención subrayarle el tremendo error que comente la institución que usted preside.
El F.C. Barcelona es un club deportivo en el que siempre se ha dado cabida a todo tipo de sensibilidades. Cierto es que un sector considerable de quienes suelen congregarse en el estadio muestran su posicionamiento respecto a la cuestión catalana. En su derecho están, como usted tiene el suyo, a título personal, en público o en privado, a mostrar sus simpatías por la causa soberanista. No sería el primer presidente de la institución que lo hace. Sin embargo usted y su junta directiva han cruzado una líneade no retorno, haciendo extensivas sus simpatías políticas a todo el barcelonismo, colocándolo en uno de los bandos simplemente por complacer a la parte de la bancada más activa.
He de pensar por ello que ha olvidado usted la finalidad que tiene el F.C.B. que no es otra que la estrictamente deportiva. Fuera de las cuestiones sociales que se derivan de esta condición el club no debería tener ninguna relevancia.
Por ello el F.C.B. como institución no sólo no tiene necesidad alguna de posicionarse en esta u otras cuestiones políticas, sencillamente no tiene derecho alguno a hacerlo, siempre y cuando, como hasta ahora, el club siga perteneciendo a sus socios, a los que usted debe representar sea cual sea su condición política. Con su decisión es evidente que usted no me está representando como debería al dar apoyo a las aspiraciones legítimas, si se quiere ver así, de una parte de la masa social del barcelonismo, olvidando el deber representativo que tiene con TODOS los socios de la entidad. Para estas cuestiones están los parlamentos y no los clubs deportivos. Así lo entiendo yo, al menos, pues nunca se me indicó otra cosa cuando decidí formar parte del club: los socios del Fútbol Club Barcelona no pagamos nuestras cuotas para sustentar un ente político sino exclusivamente a uno deportivo.
¿Cómo se le puede haber pasado por alto, señor Bartomeu, un detalle como este?
No percatarse de la universalidad del Barça y de que esta condición está incluso por encima de su catalanidad, es no estar a la altura del cargo que usted disfruta. Así es señor Bartomeu, porque con su injustificada acción de sumar al club al "Pacte Per el Dret a Decidir", de manera oficial, como ha hecho, desprecia, en primer lugar, a todos los barcelonistas catalanes, simpatizantes y socios, como el que aquí escribe, que no comparten la necesidad de expresar su opinión en una consulta ilegal y que consideran más que satisfecho su derecho a decidir pues llevan muchos años haciéndolo, elección tras elección. Y en segundo lugar desprecia a todos los barcelonistas, de toda condición, no catalanes del resto del estado español (como es el caso de mi hija, sevillana de nueve años, socia del club desde los tres).
El nacionalismo, doctrina inmoral que destruye todo progreso, ha llegado pues al Fútbol Club Barcelona, lo ha situado ya descaradamente en el bando del rodillo soberanista y usted ha cometido un acto de miopía sin precedentes que romperá la imagen del club en el mundo y su unidad interna (y no sin consecuencias económicas de calado). Puede que no le importe, porque cuando el nacionalismo impone sus pautas, jibariza el pensamiento, como cualquier otra doctrina fanática.
Señor Bartomeu, soy barcelonista desde que tengo uso de razón. Mi abuelo, que en paz descanse, empezó a llevarme al Estadi siendo yo un niño y allí, en ese magnífico estadio, entendí el hecho de ser barcelonista como un componente diferenciador basado en el respeto y la asunción universal de nuestros valores.
Ahora me veré en la tesitura, gracias a la sinrazón nacionalista y a su insensatez como dirigente, de explicarle a mis hijos, nacidos en sevilla, catalanoparlantes a pesar de vivir en Andalucía, que el club del que somos socios apoya una consulta ilegal que pretende separar al país y convertirlos en extranjeros en la tierra donde nació su padre.
¿Qué le costaba, en virtud de la responsabilidad que se desprende de su cargo, tomar la misma postura que tomó la directiva del Real Club Deportivo Español?
El presidente de nuestro eterno rival, el señor Joan Collet, declaró lo siguiente: "Somos un club de fútbol con muchas sensibilidades, todas muy respetables. Entendemos que el club como institución no se debe pronunciar sobre este tema, porque es una cuestión estrictamente política. Todo el respeto para todas las sensibilidades. Somos un club integrador y entendemos que no nos tenemos que pronunciar".
Qué enorme lección de sensibilidad, de pluralidad, derespeto, en definitiva de democracia la de nuestro eterno rival. Qué envidia siento ahora de los socios del Español y qué respeto más alto me inspira ese club.
¿Qué le ha llevado a perder la cabeza de este modo, señor Bartomeu? ¿Quién le presiona a usted?
¿Podría ser que el virus del oportunismo y la mezquindad, del cual el señor Artur Mas es portador, le haya infectado? ¿Cree que sumando al Barça al pacto por el derecho a decidir se asegura un nuevo mandato?
Sí, tal vez apoyando al rodillo soberanista se gane otro mandato en el palco del Camp Nou, pero también, no es menos cierto, que al mismo tiempo perderá las simpatías de aquellos a los que ha decepcionado, que no son pocos. Algunos culés catalanes como yo y otros del resto del estado sentimos que con su postura irresponsable se nos rompe algo dentro.
Llegados a este punto, ¿qué alternativa me da usted y su junta directiva, señor Bartomeu? ¿qué se supone que debo hacer para ser coherente?
Lo más sensato, sin duda, aunque doloroso, lo más doloroso, es devolver mi carnet de socio y el de mi hija. El club, del que siempre me sentí orgulloso de formar parte, me ha abandonado, me ha despreciado y me ha ninguneado y en consecuencia no tiene sentido que siga pagando una cuota anual a un ente que se dedica a hacer política en lugar de aquello para lo que fue fundado y que hasta ahora ha hecho con mucha excelencia. Política que no comparto y que nunca pensé que acabaría enfriando mi amor por los colores que mi abuelo, socio también del Barça, buen hombre que sufrió la tiranía de una dictadura criminal que separaba a las personas por su manera de pensar y que por ello hoy contemplaría con desagrado que el club de sus amores genere división entre sus propios aficionados, me enseñó a amar.
El nacionalismo separa y destruye ¿No sabía esto, señor Bartomeu
Atentamente
Ignasi Vidal