lunes, abril 14, 2025

FRANCISCO EL DOMINGO DE RAMOS (VI CUARESMA - C)

LA MEJOR HOMILÍA SIN DECIR UNA PALABRA

¡Que maravillosa sintonía tiene el papa Francisco con Jesús de Nazaret!

Jesús entró en Jerusalén, la ciudad fuerte y amurallada, sobre un borrico prestado contraponiendose así a la fuerza solemne y guerrera de los briosos caballos que utilizaban los señores para hacer sus batallas y para engrandecer sus conquistas.
Y Francisco ha entrado en la gran basílica papal sin los signos ostentosos que se le han ido pegando a la Iglesia a lo largo de los siglos...

Todo el mundo ha podido ver al papa en la gran basílica sin signos "sagrados", sin alba bordada de lino, sin estola ni capa pluvial, sin palio de armiño y sin casullas resplandecientes ni nubes de incienso.

Sin sotana, sin cruz pectoral, sin solideo... con pantalones oscuros y camiseta blanca y una pequeña manta de abrigo sobre sus pies cansados...

Ha entrado, sin avisar porque queria rezar como cualquiera, caminar como cualquiera y vivir en libertad, como cualquiera, sin permanecer sujeto a los sutiles protocolos y diplomacias del poder eclesiástico.

Y ha entrado en silla de ruedas y con mascarilla de oxígeno para poder respirar un poco de aire limpio y saludable como cualquier hombre frágil, sencillo y además, enfermo.
Ante este gesto de Francisco me pregunto qué pensarán los clérigos de la elegancia tridentina convencidos de que su ministerio tiene algo que ver con el bordado de la estola o la pulcritud del alzacuello.

¿Alguien me puede decir qué vestiduras utilizó Jesús para distinguirse del resto de la gente?
¿Alguien me puede decir qué mitra utilizaba él para enseñar o de qué ornamentos se revestia para sanar?
Que yo sepa, el único ornamento litúrgico que tiene su origen en el evangelio es el delantal que Jesús se ajustó a la cintura para lavarnos los pies.

Por eso digo, que este gesto ha sido la mejor homilía que ha podido pronunciar el Papa Francisco este Domingo de Ramos.
Gracias Francisco, por hablar tan claro, sin decir palabra.

Manuel Velazquez Martín.

viernes, abril 04, 2025

María José Barrera . Colectivo de Prostitutas de Sevilla. "El farisísmo del sistema"



Mensajes de los oyentes

¡¡¡Muy buena!! Saca a la luz toda la cruda verdad de la prostitución y vaya ¡mujer más grande! porque lo relaciona todo, y más que nunca el nombre de solidaridad, ya que no se deja nada atrás los manteros, el problema de extranjería, las consumidoras de droga.
    Y decir sin " pelos en la lengua" que la droga, la venta de armas y la prostitución es un puro negocio. Tu dices hipocresía pero la palabra se queda corta. En fin muy duro todo pero real.
    Gracias y bravo por esta señora y La Cruz Blanca que de estudiante de trabajo social los visitamos y madre mía que labor hacen.
    Bueno rezo por ti para que nada, ni nadie te quiten esta forma tuya de hacer El Evangelio de los pobres y marginados. 
Reitero las gracias.
Una oyente







miércoles, abril 02, 2025

Médicos "camellos"

Juan Gérvas, médico general rural jubilado, Equipo CESCA, Madrid, España jjgervas@gmail.com www.equipocesca.org @JuanGrvas
Mercedes Pérez-Fernández, Especialista en Medicina Interna, médico general jubilada, Equipo CESCA, Madrid, España. mpf1945@gmail.com

"A world free of pain"

"Un mundo libre de dolor"
Con tapentadol de Grünenthal.
Vale la pena estudiar el caso de América Latina, como en todos sitios, "key opinion leaders" y sociedades "científicas" al servicio del negocio

Los médicos como "camellos"

2015
Se diría que la sociedad está haciendo de la medicina una nueva religión en la que sus sacerdotes, los médicos, recurren al opio (los fármacos) para combatir todo tipo de dolencias, desde las del cuerpo a las del ánimo.
Los excesos de los Días sin Dolor, de las Unidades del Dolor, de las sociedades científicas del dolor y de las industrias que las amamantan traen una epidemia de adicción y muerte por opiodes. Es dolosa la promoción alegre e irresponsable de opiáceos para todo dolor y circunstancia, y para siempre..
https://web.archive.org/web/20160928145723/http://www.actasanitaria.com/literalmente-la-medicina-es-el-opio-del-pueblo/

Camellos con bata blanca
Estados Unidos. Médicos e industria farmacéutica crearon la epidemia de opioides que ha provocado la muerte de más de 200.000 personas desde 1999 hasta 2016.
[Y en los años 2020, 100.000 muertos cada año]
https://amp.elperiodico.com/es/cuaderno/20171111/camellos-bata-blanca-6413483


2011-2021. Estados Unidos. Casi medio millón de muertes por opiodes. Edad media 39 años. El 69,7%, varones
https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2807054?linkId=223779235

2019
Más pagos a médicos (de propaganda de opiodes), más recetas hechas y más muertes por opiodes
https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2720914?guestAccessKey=630f38c9-ac45-406f-8764-b04eef425ce7

2021
En España la realidad es tan brutal que sólo se soporta con drogas. Los médicos como camellos, las industrias como traficantes y la población como consumidora. Los políticos, aprovechados. Es el país del mundo con mayor consumo legal de benzodiacepinas.
https://www.elconfidencial.com/espana/2021-04-30/consumo-medicamentos-ansiedad_3055984/

2023
España «Estamos empleando estos medicamentos para tratar problemas sociales, lo cual resulta absurdo. La soledad, el abandono o la pobreza no pueden resolverse con medicamentos»
https://www.mdpi.com/1999-4923/14/2/237
https://www.elperiodicoextremadura.com/extremadura/2023/12/03/extremadura-supera-millon-recetas-farmacos-95355082.html

2025

La corrupción para la promoción de medicamentos. Financiar y becar a médicos: así Grünenthal vende más opioides en América Latina
La farmacéutica alemana ha visto un crecimiento vertiginoso en sus productos con opioides en la región, especialmente el tapentadol. Ese boom ha venido acompañado por el desembolso de fondos para asociaciones médicas, publicaciones y programas educativos enfocados en ampliar el
uso de opioides en el tratamiento del dolor.
https://www.elespectador.com/salud/financiar-y-becar-a-medicos-la-estrategia-de-la-farmaceutica-grunenthal-para-vender-mas-opioides-en-america-latina/



martes, abril 01, 2025

Sobre la cancelación de Georgina Orellano en el Foro ESPAL 2025

Eugenio A. Rodríguez

Cancelar a Georgina Orellano en el ESPAL, por el poder de ciertas presiones, no me parece bien. 

Lo que se puede decir y lo que no se puede decir en la sociedad actual, es cosa que me sorprende. Hay temas cancelados. Con cinismo lo dijo una vez el periodista M. A. Aguilar: "Yo, aquí en Tele5, no hablo mal de Berlusconi". A mí mismo me llegaron críticas brutales por decir que había materias en que (me refería al plan hidrológico nacional) Vox era más socialista que el Psoe. Les faltó tiempo para decir que soy de Vox, cosa inimaginable totalmente. A mí además me parece bien que Vox lleve el Estado de Alarma al TC, gracias a lo cuel me devolvieron 300 euros de una multa estúpida. También me parece bien lo que dice, en general, Ione Belarra sobre vivienda. No me parece bien que un accionista de un banco no puede hablar contra la política proarmamentos de tal banco. "La verdad es verdad la diga Agamenón o su porquero" dijo Antonio Machado..

El pluralismo es un logro de los tiempos actuales. Pero no está garantizado. Hay cosas que no se pueden decir. Me parece mal. Por libertad de expresión debe poder defenderse lo que se quiera. Lo mismo me da extrema izquierda que extrema derecha Gente aplastada, desde luego, prioridad absoluta.

Hay un párrafo especialmente interesante, en un articulo que recomiendo (aunque no comparto totalmente, lo cual debería ser obvio...) pero que -me parece- argumenta bien y -sobre todo- se opone racionalmente a esta manía que ha entrado de censurar, de no permitir expresarse  a los marginados y especialmente a las marginadas. 

Que no puedan hablar por ser favorables a la prostitución creo que no está bien. Es de otro tiempo, cuando pensar "que el error no tiene derechos" llevó a cosas muy feas. Precisamente por su importancia la verdad se busca en diálogo. 

Ahí les dejo un texto y un enlace que sugiero 

Vivi Alfonsín/El salto

Ser feministas no significa estar de acuerdo. Al contrario. No hay nada más burgués que la comodidad de un pensamiento que no necesita revisarse. Estamos aquí para pensar políticamente, para debatir sin repetir frases desprovistas de sentido que han sido contestadas miles de veces por quienes son el sujeto político de la cuestión. Avancemos. Ninguna mujer nace para puta es un mantra que la propia Orellano ha destripado cientos de veces. “Nadie nace para ser empleada de casa particular, nadie nace para lavarle las bombachas a una feminista blanca, nadie nace para policía. Nadie nace para nada. Nacimos empobrecidas”. Ninguna mujer nace para perseguir a otra ni acusarla de un delito que no ha cometido. Ninguna mujer nace para explotar laboralmente a otra ni para ser abolicionista de la prostitución. No todo el trabajo sexual es trata y la trata no se circunscribe al trabajo sexual. 

Hay trata para la producción a destajo de prendas que visten muchas feministas. Trata para la agricultura, a través de los acuerdos de migración circular que implican el traslado de mujeres de países empobrecidos en condiciones de extrema precariedad para la recogida de fruta. Trata para la industria del control de fronteras que encierra a mujeres en campos de refugiados donde sufren las formas más abismales de violencia gracias a las políticas migratorias que se financian con nuestros impuestos. Políticas defendidas e implementadas por el PSOE sin oposición del feminismo, a excepción del feminismo antirracista.

Artículo completo en:

https://www.elsaltodiario.com/opinion/vigilar-cancelar-cancelacion-georgina-orellano-foro-espal-2025


ASUNTOS PENDIENTES (ROZALÉN/ABEL PINTOS)

Miré dentro y pensé, que algo debe cambiar
no puedo caminar con rencor en la piel y en los ojos la sal
 confiar otra vez, en la humanidad
disfrutar de tus besos, oler en tus manos toda tu bondad

Lo cierto es me hiciste mal
lloré ríos, bebí crueldad
me equivoqué, no supe amar
quiero aprender, andar en la verdad

Encontrar la razón, de las horas perdidas
entender el perdón como un gesto de amor para toda la vida
aceptar que hoy es hoy y que ayer fue pasado
que aprender a vivir es saber descubrir que el futuro está actuando

Olvidar el dolor, de palabras hirientes
y cambiar la razón ojos que no te ven corazón que te siente
entregarme a la luz, cuando llegue el momento
y buscarte en mi alma, encontrarte, saber
y sentir que no tengo
asuntos pendientes, asuntos pendientes
asuntos pendientes, asuntos pendientes

No quiero que me duelas más
ni esperar nunca nada de ti
quererte así sin disfrazar
dejando a un lado el mal que viví

Encontrar la razón, de las horas perdidas
entender el perdón como un gesto de amor para toda la vida
aceptar que hoy es hoy y que ayer fue pasado
que aprender a vivir es saber descubrir que el futuro está actuando

Olvidar el dolor, de palabras hirientes
y cambiar la razón ojos que no te ven corazón que te siente
entregarme a la luz, cuando llegue el momento
y buscarte en mi alma, encontrarte, saber
y sentir que no tengo
asuntos pendientes, asuntos pendientes
asuntos pendientes, asuntos pendientes.

POLI DÍAZ COMENTA;
Tanto la letra y la música, como la puesta en escena de la interpretación (con un ritmo vivo y alegre, con instrumentación muy favorable…), son una “celebración”… La canción habla del pasado sí, como espacio habitado por el sufrimiento (rencor en la piel, ojos con sal, lloré ríos, bebí crueldad, dolor, palabras hirientes, incluso pasar de los refranes tópicos <”ojos que no ven, corazón que no siente”> a un nuevo lenguaje: <ojos que no ven, corazón que te siente>), pero sobre todo la canción celebra el perdón, la acogida, el futuro (algo debe cambiar, quiero aprender, andar en la verdad, disfrutar de tus besos, oler en tus manos toda tu bondad…). Muy insistentemente utiliza el verbo “olvidar”, como esa especie de “llave” que cierra el pasado y abre la vida hacia un nuevo horizonte, que es el paso del resentimiento a la confianza en la humanidad.
La misma autora ha tratado este tema (con otros matices y variantes) en otras canciones suyas (por ejemplo “Vuelves” (2017) o con colaboraciones en canciones de otros (por ejemplo “Pedir perdón” con Javier Maroto (2017), pero en ninguna con esta viveza y sutileza.

domingo, marzo 30, 2025

¡Llegaste, amigo! - Arturo Luque en el recuerdo

Arturo Luque y Antonio Arribas

Antonio Arribas Lastra/Facebook 

 ¡Llegaste, amigo! Ayer, tras tanta lucha... Dios te acogió en sus brazos de Padre misericordioso. Y, aunque sentimos tu pérdida, porque aquí nos faltará la luz de tu sonrisa y el optimismo cristiano, con el que veías la huella de Dios en todo lo creado, seguiremos unidos... ahora tú intercediendo por nosotros ante Dios, y nosotros por tu eterno descanso.

San Josemaría decía que había que saltarse el purgatorio «a la torera». Yo creo que tu enfermedad ha sido aquí, en la tierra, a la vez esta preparación para gozar plenamente de Dios, sin tanto límite y condición... y un cielo en que muchos han podido encontrarse con Dios... los de lejos y los de cerca.

Pido al Señor que les de mucha fuerza a tu mujer e hijos... a tus hermanos, a tu entera familia.

Dios me hizo el regalo de conocerte y de hacerme tu amigo... y que la misión compartida en los medios diocesanos fuese, en parte, la culpable de tantos momentos de trabajos, retos, alegrías y conversaciones tan gratas en las que siempre pensé que tu aprecio me devolvía algo perdido... como el Padre de Lc15 al hijo perdido y al desubicado.

¡Gracias por todo, Arturo! ¡Hasta el Cielo!

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Arturo, el buscador

Quisiera, así a vuela teclado, añadir muy poco a estas hermosas palabras de tu amigo Antonio 

Para mí eras un buscador. Literalmente.  Pocos días antes de tu último ingreso te pedí una versión informática del Testamento espiritual de Pablo VI. Salían, en mi búsqueda impaciente, versiones diferentes que me tenían perplejo; a los pocos días me enviabas el manuscrito y su traducción. Me enviabas la mejor versión. Muy interesante (Aquí)

A veces eras tú quien me preguntabas sobre alguna persona de Iglesia o teología. Recuerdo que te gustó mi entrevista a Margarita Saldaña, leíste Rutina habitada y la entrevistaste, supongo que en una actividad suya en Cantabria. 

También hablamos con indignación de la gestión política de la pandemia. Me entrevistaste sobre Fratelli Tutti y hasta adecentaste un poco mi imagen para TV. 

Ante tu trasplante, con mucho gusto te pase un mensaje "Ahora más que nunca" (Rovirosa), que antes nos había ayudado a vivir el cáncer a nuestra amiga Marta Sanz y a mí mismo. 

Confío en que ese mensaje nos siga ayudando desde el misterioso "Ahora más que nunca" que tú vives y el no menos misterioso que vivimos tu esposa, tus hijos, tus hermanos y todos nosotros 

                               Eugenio Rodriguez

miércoles, marzo 26, 2025

Manuela Contreras, medalla al mérito profesional por el colegio de enfermería de Cantabria

Noticia completa en:
https://encuentroysolidaridad.net/manuela-contreras-medalla-al-merito-profesional-colegio-enfermeria-de-cantabria/

sábado, marzo 22, 2025

Más de 500 millones de niños viven peor que las mascotas europeas ¿MASCOTARQUÍA?



 

Nuevos vídeos sobre vacaciones y actividades "extra" para mascotas, para muchos realmente escandalosos, me hacen retomar este asunto. Me parece razonable preguntarnos si caminamos hacia una MASCOTARQUÍA. Creo que no, creo que caminamos a una mejor democracia. Algunos fenómenos de la política internacional son preocupantes pero lo mismo acaban haciéndonos ver que la democracia es más necesaria que nunca. No olvidemos el furor democrático y pacifista tras la Segunda Guerra Mundial. A veces solo aprendemos a base de tragedias.

Sin embargo esto ocurre a la vez  que muchas mascotas gozan de formas de vida mejores que -por lo menos- 500 millones de niños. Seguramente más. Cuentan médicos de todo el mundo la cantidad de cuestiones sanitarias de las que se carece en países pobres y sin embargo están al alcance de las mascotas europeas. Es más, las clínicas veterinarias no tienen listas de espera. Una conocida humorista española contaba con una mezcla de humor (y no sé si arrepentimiento) las operaciones y precio que les habían hecho a sus gallinas. Mejores formas de vida que más de 4.000 millones (o más) de personas que las pasan canutas para llegar a fin de mes.

Durante años se decía y se dice a los niños que no se puede dejar comida o quejarse cuando hay niños muriendo de hambre. No conozco a nadie que haya dicho que eso esté mal. No creo que los mascotistas odien a los hambrientos, simplemente "no saben lo que hacen".

La idea equivocada de libertad y mantener las buenas formas hace que casi nadie diga, ni personalmente ni en público, a los mascotistas este error en el que viven inmersos. Quizá simplemente no les quieran.

Supongo que con las mascotas va a pasar como con el tabaco. Se le irán poniendo límites. Los mascotistas protestan de los límites existentes. No pueden usar libremente cualquier playa, a veces tampoco los paseos marítimos. No pueden entrar normalmente en hospitales, escuelas, supermercados. En algunos casos ganan terreno, como los aeropuertos o alguna Casa del libro, pero en general seguimos manteniendo que no pueden ser iguales a las personas. 

Creo que eso se irá ampliando pero la falsa libertad les permitirá dar batalla. Según algunos nada frenará más el mascotismo que el propio derecho de los animales y por ejemplo los grandes enemigos de los acuarios son los animalistas, mientras los sindicatos no dicen mucho aunque hasta ha habido cuidadores muertos.

El lugar que ocupan las mascotas en esta sociedad es una verdadera tragedia. Como con otros problemas sanitarios o educativos es necesaria una reflexión política desde la solidaridad.

Amaral - Revolución


Somos demasiadosY no podrán pasarPor encima de los años Que tuvimos que callar Por los libros prohibidos y las entradas secretas
Hoy todos los que un día se atrevieron a gritar Que la tierra era redondaY que había algo másQue dragones y abismosDonde acababan los mapas
Por las noches de vacíoCuando te ibas a dormirEsperando que la suerte volviera a sonreir Con los ojos abiertos esperando un milagro 
Siento que llegó nuestra horaEsta es nuestra revoluciónSomos demasiadosY no podrán pasar por encima de la vida Que queremos heredar Donde no tenga miedo a decir lo que pienso
Por todas las canciones Que empiezan a nacerPara no ser escuchadas y al fin lo van a ser Cantadas con rabia Por los que siempre callaron
Siento que llegó nuestra horaEsta es nuestra revoluciónSomosUna luz cegadora Fuerte más brillante que el sol
RevoluciónEste es el dia de la revolución
Por todas las canciones Que empiezan a nacerPara no ser escuchadas y al fin lo van a ser Cantadas con rabia Por los que siempre callaron
Siento que llegó nuestra horaEsta es nuestra revoluciónPor que siento que esteEs el momento De olvidar lo que nos separó Y pensar en lo que nos une
Revolución, este es el día de la revoluciónEsta es nuestra revoluciónRevolución, revolución Esta es nuestra revoluciónRevolución

jueves, marzo 20, 2025

Muerte voluntaria, buen morir y calidad de vida en Tomás Moro

Marcos G. Breuer

Por lo que sé, Tomás Moro (1478-1535) no emplea el término «eutanasia» en su Utopía (1516). El primer escritor que reintroduce esa voz, tras el largo paréntesis de la Edad Media, es Francis Bacon en su El avance del saber (1605). Sin embargo, Moro ofrece algunas reflexiones muy interesantes (¡y muy actuales!) sobre el buen morir y la muerte voluntaria.

Partamos del hecho de que la Utopía condena vehementemente el abuso que en el siglo XIV se hacía de la pena de muerte. Para Moro, la vida humana es un bien sumamente precioso. Por lo tanto, los delitos comunes, como el robo, no pueden pagarse con la muerte; esto es algo excesivo. Ello no significa que haya que dejar impune a los malhechores, pero sí castigarlos con una pena acorde a la falta. Para Moro, la pena capital debe restringirse a poquísimos casos.

Por otro lado, Moro condena toda guerra que no sea legítima, y legítima puede ser, para él, sólo la guerra de defensa. Todas las demás guerras, las nacidas de las ambiciones políticas, militares o económicas de los monarcas y sus ministros, sólo merecen nuestro repudio. No hay mayor muestra de desprecio a la vida humana que la guerra carente de justificación ética.

Señalo estos dos aspectos para que no se piense que Moro fomenta una suerte de «cultura de la muerte» al defender lo que hoy llamaríamos «la práctica de la eutanasia voluntaria y el suicidio médicamente asistido». Por el contrario, para Moro debemos organizar la sociedad y el Estado de tal modo que todos los ciudadanos podamos llevar una vida digna y agradable, libre de aquellos sufrimientos que podemos evitar y que nacen de la miseria, la inseguridad, la intolerancia y la ambición desmedida. De hecho, Utopía es una isla imaginaria en la que sus habitantes participan por igual del bienestar material que todos ayudan a producir, en la que todos forman parte de una red de asistencia social y contención, en la que todos se respetan mutuamente en lo que hace a sus creencias religiosas y estilos de vida, etc.

Utopía no es, por cierto, una sociedad perfecta, pero sí una sociedad en la que se han erradicado las causas de muchos males que afligen a nuestro mundo.

La creencia de que el enfermo terminal no puede disponer de su vida, ya que la existencia humana sería «sagrada» y, por ende, «intocable», es uno de esos aspectos que ocasionan mucha infelicidad innecesaria en el mundo.

En la isla de Utopía, todo paciente recibe, por igual, el mejor tratamiento médico que pueda ofrecérsele. Si el paciente sufre una enfermedad incurable, ha de tener acceso a los cuidados paliativos, al mayor bienestar posible para sus últimos días y, sobre todo, al alivio del dolor, en cuanto sea posible. Ahora bien, si un enfermo en tales condiciones no desea seguir viviendo más, tras haber recibido la autorización de las autoridades eclesiásticas y civiles, ha de poder acelerar la llegada de su muerte. Escribe Moro:

«Tratan [en Utopía] a los enfermos con grandes cuidados, sin omitir medicinas ni alimentos capaces de devolverles la salud. Acompañan a los incurables, les dan conversación y les proporcionan, en una palabra, cuanto sea susceptible de aliviar su mal. Si se trata de una enfermedad sin remedio y de continuo dolor, los sacerdotes y magistrados hacen ver al paciente que, pues ya es inútil para los trabajos de la vida, molesto para los demás y una carga para sí mismo, no quiera alimentar por más tiempo su propia peste y corrupción; que siendo su vida un tormento no vacile en morir, antes tenga esperanza de librarse de una vida semejante, como de un potro o tormento, dándose la muerte o consintiendo que otro se la dé; persuádenle a que así obrará sabiamente, a que la muerte será no un mal, sino el término de sus suplicios, y a que siendo éste el consejo de los sacerdotes, intérpretes de la voluntad divina, obrará de manera santa y piadosa.»

Es interesante notar como Moro, tras defender la muerte voluntaria, condena claramente la eutanasia forzada: si alguien, a pesar de su estado terminal y del consejo de las autoridades, no quiere morir, entonces hemos de respetar su voluntad y continuar acompañándolo. Así como no se le puede impedir a un paciente terminal que ponga fin a su vida, si eso es lo que realmente desea, del mismo modo no se le puede obligar a un enfermo a optar por la eutanasia, si no es tal lo que quiere.

«A ninguno, empero, eliminan contra su voluntad, ni dejan de prodigarle sus cuidados, persuadidos a que de este modo obran honradamente.»

En mi opinión, hay otro aspecto que hace a Tomás Moro increíblemente moderno: su énfasis en que el valor la vida humana depende en gran medida de la calidad que esta tenga. La vida merece ser vivida mientras se viva con calidad. Si se vive mal, especialmente a causa de una enfermedad incurable y penosa, de la senectud, etc., entonces la vida pierde su valor. Obviamente, es el individuo quien debe decidir si quiere seguir viviendo o no en tales condiciones. Pero el caso es que la vida humana no tiene valor independientemente de cómo se vive. Y este pensamiento no lo expresa el ideólogo de un régimen racista y eugenésico, sino un escritor renacentista que se declara contra el abuso de la pena de muerte, las guerras, la explotación económica y la intolerancia religiosa.

martes, marzo 18, 2025

¿Dónde jugarán los niños? - Maná


Cuenta el abuelo que
De niño él jugó
Entre árboles y risas
Y alcatraces de color
Recuerda un río
Transparente y sin olor
Donde abundaban peces
No sufrían ni un dolor
Cuenta el abuelo
De un cielo muy azul
En donde voló papalotes
Que él mismo construyó
El tiempo pasó y
Nuestro viejo ya murió
Y hoy me pregunté
Después de tanta destrucción
¿Dónde diablos jugarán los pobres niños?
¡Ay, ay, ay!
¿En dónde jugarán?
Se está pudriendo el mundo
Ya no hay lugar
No hay lugar
La tierra está a punto
De partirse en dos
El cielo ya se ha roto
Ya se ha roto el llanto gris
La mar vomita ríos de aceite sin cesar
Y hoy me pregunté
Después de tanta destrucción
¿Dónde diablos jugarán los pobres niños?
¡Ay, ay, ay!
¿En dónde jugarán?
Se está pudriendo el mundo
Ya no hay lugar
No hay lugar
¿Dónde diablos jugarán los pobres nenes?
¡Ay, ay, ay!
¿En dónde jugarán?
Se está partiendo el mundo
Ya no hay lugar

Maná

VALGO - Nadine Stair

De tanto perder aprendí a ganar; 
de tanto llorar se me dibujó l
a sonrisa que tengo. 
Conozco tanto el piso 
que sólo miro el cielo. 
Toqué tantas veces fondo que, 
cada vez que bajo, ya sé que mañana subiré. 
Me asombro tanto 
como es el ser humano, 
que aprendí a ser yo mismo. 
Tuve que sentir la soledad 
para aprender a estar conmigo mismo 
y saber que soy buena compañía. 
Intenté ayudar tantas veces a los demás, 
que aprendí a que me pidieran ayuda. 
Traté siempre que todo fuese perfecto 
y comprendí que realmente 
todo es tan imperfecto como debe ser 
(incluyéndome). 
Hago solo lo que debo, 
de la mejor forma que puedo 
y los demás que hagan lo que quieran. 
Vi tantos perros* correr sin sentido, 
que aprendí a ser tortuga 
y apreciar el recorrido. 
Aprendí que en esta vida 
nada es seguro, solo la muerte… 
por eso disfruto el momento y lo que tengo. 
Aprendí que nadie me pertenece, 
y aprendí que estarán conmigo 
el tiempo que quieran y deban estar, 
y quien realmente está interesado en mí 
me lo hará saber a cada momento y contra lo que sea. 
Que la verdadera amistad sí existe, 
pero no es fácil encontrarla. 
Que quien te ama te lo demostrará siempre 
sin necesidad de que se lo pidas. 
Que ser fiel no es una obligación 
sino un verdadero placer 
cuando el amor es el dueño de ti. 
Eso es vivir… 
La vida es bella con su ir y venir, 
con sus sabores y sin sabores… 
Aprendí a vivir y disfrutar cada detalle, 
aprendí de los errores 
pero no vivo pensando en ellos, 
pues siempre suelen ser 
un recuerdo amargo 
que te impide seguir adelante, 
pues, hay errores irremediables... 
Las heridas fuertes
nunca se borran de tu corazón
pero siempre hay alguien
realmente dispuestas a sanarlas.
Y no te esfuerces demasiado
que las mejores cosas de la vida 
suceden cuando menos te las esperas. 
No las busques, ellas te buscan. 
Lo mejor...
Lo mejor está por venir.

jueves, marzo 13, 2025

El secreto de la vida que un padre revelaba a sus hijos los catorce años

Esta hermosa historia (o experiencia) me llama mucho la atención porque a veces, unos para lo religioso, otros para lo solidario, otros para el conocimiento técnico, otros para otras cuestiones... pretendemos que se tomen decisiones importantes mucho antes del momento real de hacerlo. Pretendemos a veces que los niños sean adultos pequeños  
Lo que más me llama la atención de esta historia es que el padre espera hasta los 14 años  Lo que le dice también me llama la atención.

LLARS DEL SEMINARI - HOGARES DEL SEMINARIO - Lleida -



En 2012 el obispo de Lleida asiste a una reunión de la Platraforma de afectados por la hipoteca. Pregunta si puede hacer algo y terminan sugiriendo en la diócesis ceder un ala del Semninario transformandola en 16 viviendas. Siguen hoy. Nos lo cuentan

lunes, marzo 10, 2025

Sácate la viga (Ordinario VII C) Lucas 6, 39-45 - Rafa Pascual

En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos este ejemplo: “¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? El discípulo no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.

¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: ‘Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo’, si no adviertes la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano.

No hay árbol bueno que produzca frutos malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos. Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas de los espinos. El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca habla de lo que está lleno el corazón”

sábado, marzo 08, 2025

Nueva Lucha de Clases más que ayudas

El pensador Slavoj Zizek sigue explorando soluciones socialistas a las angustiosas situaciones del mundo actual. En un reciente libro contempla el drama de los refugiados y expresa cómo el problema que viven irá a más si simplemente son objeto de ayuda humanitaria y se permite que la situación que les expulsa de sus países siga igual.


El psicoanalista esloveno es escuchado con respeto en todo el mundo a pesar de que no corren vientos favorables a quienes han pertenecido a alguna corriente de las variadas formas de comunismo que ha habido en la historia. Hubo otros momentos en que era el capitalismo el que parecía estar al borde del abismo y pueden volver a cambiar las tornas pero las cosas hoy están como están.


Zizek sin embargo se atreve a publicar “La nueva lucha de clases” especialmente motivado porque cree que una sociedad justa es posible. Descubre en el mundo actual una serie de contradicciones que pueden hacer temblar al capitalismo dominante. Sobre todo menciona cuatro “antagonismos” para usar su propia palabra:

-la amenaza de la catástrofe ecológica.

-el fracaso de tratar la propiedad intelectual como otras formas de propiedad privada.

-las implicaciones socioéticas de los nuevos descubrimientos científicos (sobre todo en el campo de la biogenética).

-los nuevos muros, suburbios o formas de apartheid.


Para resolver esos antagonismos que afectan  a la justicia considera que hay que cuidar el bien común en tres aspectos;

-el bien común de la cultura, el lenguaje y toda la red de comunicación

-el bien común de la naturaleza exterior amenazada por la explotación ambiental.

-el bien común de la naturaleza interior con la herencia biogenética.


Para defender todo este bien común propone evitar la lógica depredadora capitalista y caminar hacia formas de “comunitarismo”. En esto coincide con muchas otras voces que, como el papa Francisco, insisten en que el gran problema de la humanidad de hoy es el individualismo.


¿Y quién puede poner en marcha esta Nueva Lucha de Clases? Toma un viejo dicho que es una gran propuesta: “Nosotros somos aquellos a los que estábamos esperando”. Propone; “Lo que hay que recuperar es la lucha de clases, y la única manera de hacerlo es insistir en la solidaridad global con los explotados y oprimidos”. No puede resultar más esperanzador. Comunitarismo es una vieja palabra que recoge miles de experiencias. Familias, cooperativas, sindicatos, empresas, asociaciones han sido y son Comunitarismo.


miércoles, febrero 26, 2025

Romper con el modelo de paternidad patriarcal: cuando la biología se impone a la cultura

ADRIAN CORDELLAT/EL PAÍS

Las investigaciones neurocientíficas demuestran cambios a nivel cerebral y endocrino en los hombres cuando tienen un hijo. Esas modificaciones, mucho menores que las que experimentan las madres, están muy ligadas con una experiencia de cuidados estrecha y sostenida en el tiempo.


En las páginas iniciales de El padre en escena: una historia natural de hombres y bebés (Capitan Swing, 2025), la antropóloga estadounidense Sarah Blaffer Hrdy muestra su sincero asombro al ver cómo su yerno ejerce de cuidador principal de su primer nieto. Esas escenas de cuidado —por regla general representadas por mujeres— llevadas a cabo con diligencia, cariño y esmero por un hombre, fueron el punto de partida de su ensayo. “De repente parecía posible que los hombres estuvieran predestinados a cuidar de sus hijos”, escribe la también primatóloga, que añade a continuación que los nuevos y radiantes padres que se implican en la crianza no parecen estar haciendo un esfuerzo contra natura: “De hecho, sus respuestas son profundamente biológicas y no se limitan a la cultura”.

La hipótesis de Blaffer es que estos nuevos y radiantes padres son un ejemplo de cómo, durante los últimos siglos, en el mundo occidental la cultura ha moldeado la biología de los hombres; y que el cambio que se está experimentado ahora en los modelos de paternidad —más implicados y más proclives a los cuidados— no es solo cultural, sino que también tiene una base profundamente biológica.




“Las crías humanas necesitan de largos cuidados, y que tanto hombres como mujeres estén biológicamente capacitados para hacerlo es la hipótesis más plausible. La posibilidad de que exista una base biológica para el cuidado paterno la sabemos por otras especies de animales. Entre nuestros parientes primates destaca el caso de los bonobos, especie en la que los machos pasan mucho tiempo cuidando a su descendencia”, reflexiona el psicólogo perinatal Máximo Peña. Para Peña, esta hipótesis se ve refrendada en muchas tribus actuales, donde se ha observado que la repartición de roles productivos y de cuidados son intercambiables: “Cuidar no es un asunto de mujeres, sino que todos tienen la capacidad de hacerlo, como quizás ocurría en la prehistoria”.

De la misma opinión es el antropólogo especialista en género, masculinidades y paternidad positiva Ritxar Bacete, para quien el modelo de paternidad patriarcal, distante, autoritario, proveedor de recursos y no de afectos, representa una aberración evolutiva que ha impedido e impide a los hombres desarrollar y desplegar todas sus capacidades innatas para los cuidados. “Hace 340.000 años, en Atapuerca, una niña con una grave discapacidad sobrevivió 12 años porque por aquel entonces ya había padres conectados e implicados en los cuidados. Por eso estamos aquí”, añade. “Un dato: es el momento de la historia reciente de la humanidad donde hay un mayor número de hombres sosteniendo la vida, regresando a casa”, explica Bacete.

Aunque aun lejos de un reparto equitativo con las mujeres, los datos parecen darle la razón. Según cifras del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones español, en 2013 los padres apenas representaban en 7% de las excedencias para el cuidado de hijos. En 2024 ese porcentaje ascendió hasta el 15,6%, aunque por el camino han llegado a representar casi una de cada tres excedencias (29,9% en 2022). Según el informe de la Fundación LaCaixa Desigualdad de género en el trabajo remunerado y no remunerado tras la pandemia, solo entre marzo de 2020 y mayo de 2022 los hombres incrementaron en tres horas a la semana el tiempo que dedicaban al cuidado de sus hijos. Y los resultados de otra investigación auspiciada por la misma entidad (¿Ha aumentado el tiempo que los padres dedican a sus hijos?, de 2021) concluyeron que durante la crisis económica de 2008 se produjo una notable reducción de la brecha de género en los cuidados, especialmente entre los progenitores con niños menores de tres años: en comparación con 2002, el tiempo medio que los padres destinaron a los cuidados físicos de sus hijos aumentó en un 30%, mientras que el de las madres se redujo ligeramente. Según los autores, se podría atribuir a cambios en el comportamiento y en las actitudes hacia este tipo de tareas.

“El soporte biológico para los cuidados es probable que acompañe a los hombres desde hace miles de años; lo que no siempre les ha acompañado es un contexto sociocultural que favorezca el hacerse cargo de las criaturas que engendran. Si el cambio cultural que estamos viviendo con respecto a la implicación de los hombres en los cuidados no retrocede, para las generaciones siguientes será más sencillo que el andamiaje biológico de los cuidados se despliegue, facilitando que hombres y mujeres cooperen en la crianza de la forma más igualitaria posible”, reflexiona Peña.

¿Qué pasa en el cerebro de los padres que se implican?

En El padre en escena: una historia natural de hombres y bebés, Blaffer recurre a la neurociencia para apuntalar su hipótesis. La autora habla de los cambios a nivel cerebral y endocrino que se producen en los hombres cuando se convierten en padres, especialmente si están implicados. La antropóloga cita el estudioCorrelatos hormonales de la capacidad de respuesta paterna en padres primerizos y futuros (2000), de la bióloga Katherine Wynne-Edwards y la psicóloga Anne Storey, investigadoras respectivamente de la Queen’s University (Ontario, Canadá) y de la Memorial University of Newfoundland (San Juan de Terranova, Canadá), que ya a principios del siglo XXI descubrieron cambios endocrinos en los padres que cuidan. Entre ellos, un incremento en los niveles de prolactina y un descenso en los niveles de testosterona y de cortisol. “Están bastante documentados los cambios hormonales en los hombres que se convierten en padres, y junto a las adaptaciones cerebrales, es probable que la biología los acompañe durante la transición a la paternidad. En todo caso, a mí no me gusta asemejar o comparar procesos tan diferenciados como la maternidad y la paternidad”, matiza Peña.

“Desde un punto de vista sociológico, antropológico y psicológico estoy 100% de acuerdo con lo que dice Blaffer. Con lo que no estoy tan de acuerdo es con utilizar la neurociencia para justificar su hipótesis”, sostiene la neurocientífica Susanna Carmona, una de las más reputadas investigadoras en el campo de la neuroplasticidad cerebral asociada a la maternidad y la paternidad. Las investigaciones lideradas por Carmona en el Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón (Madrid) han demostrado que el embarazo y la maternidad producen una transformación en el cerebro de la mujer que, para la neurocientífica, está a años luz de lo que ocurre en el del padre. “Si tú haces zoom y te focalizas en buscar algo en concreto, por supuesto puedes ver diferencias en el cerebro masculino, pero cuando miras el bosque entero desde lejos, con perspectiva, ves que esas modificaciones no tienen nada que ver con las que ocurren en la mujer que pasa por un embarazo, un parto y un posparto”, apunta. “Esto no quiere decir que los padres no puedan cuidar”, incide Carmona, “de hecho, algunas investigaciones demuestran que esos pequeños cambios cerebrales que se producen en los padres se hacen mayores cuanto más tiempo pasan con sus bebés”.

“Efectivamente”, retoma Peña, “a diferencia de los cambios que se producen en los cerebros de las mujeres, vinculados a procesos inherentes a la maternidad como el embarazo, el parto o la lactancia, en el caso de los hombres que se convierten en padres los cambios neuroanatómicos reportados se relacionan con una experiencia de cuidados estrecha y sostenida en el tiempo”.

sábado, febrero 22, 2025

Teología de la Prosperidad. El peligro de un «Evangelio diferente»

Antonio Spadaro y Marcelo Figueroa
abril 29, 2022
https://www.laciviltacattolica.es
El pago del tributo, Pieter Paul Rubens (1612-1614)

«Teología de la prosperidad»: tal es el nombre más conocido y descriptivo de una corriente teológica neopentecostal evangélica. El núcleo de esta «teología» es la convicción de que Dios quiere que sus fieles tengan una vida próspera, es decir, que sean económicamente ricos, físicamente sanos e individualmente felices. Este tipo de cristianismo coloca el bienestar del creyente en el centro de la oración y transforma a su Creador en aquel que hace realidad sus pensamientos y deseos.

El peligro de esta forma de antropocentrismo religioso, que pone en el centro al hombre y su bienestar, es el de transformar a Dios en un poder a nuestro servicio, a la Iglesia en un supermercado de la fe, y la religión en un fenómeno utilitarista y eminentemente sensacionalista y pragmático.

Como veremos más adelante, esta imagen de prosperidad y bienestar hace referencia al denominado american dream, al «sueño estadounidense». No se identifica con él, sino con una interpretación reductiva suya. En sí, este «sueño» es la visión de una tierra y de una sociedad entendidas como un lugar de oportunidades abiertas. Históricamente fue la motivación que impulsó durante siglos a muchos emigrantes económicos a dejar su propia tierra y a ir a Estados Unidos a conseguir un lugar en el que su trabajo produjese resultados inalcanzables en su «viejo mundo».

La «teología de la prosperidad» parte de esta visión, pero la traduce de manera mecánica en términos religiosos, como si la opulencia y el bienestar fuesen el verdadero signo de la predilección divina a «conquistar» mágicamente con la fe. Esta «teología» fue difundida en todo el mundo durante décadas —gracias a gigantescas campañas mediáticas— por movimientos y ministros evangélicos, en especial los neocarismáticos.

El objetivo de nuestra reflexión es ilustrar y evaluar este fenómeno, que también quiere ser una tentativa de justificación teológica del neoliberalismo económico. Al final verificaremos cómo el papa Francisco ha intervenido varias veces para indicar los peligros de esta teología que, como se ha dicho, «oscurece el evangelio de Cristo»[1].

La difusión en el mundo

El «evangelio de la prosperidad» (prosperity gospel) ha ido difundiéndose no solo en Estados Unidos, donde nació, sino también en África, en especial en Nigeria, Kenia, Uganda y Sudáfrica. En Kampala hay un gran estadio cubierto, la Miracle Center Cathedral, cuya construcción costó siete millones de dólares. Es la obra del pastor Robert Kayanja, que también desarrolló un vasto movimiento muy presente en los medios de comunicación de masas.

Pero el «evangelio de la prosperidad» ha tenido también un notable impacto en Asia, sobre todo en India y Corea del Sur. En este último país hubo en los años ochenta un fuerte movimiento autóctono, vinculado a esta corriente teológica, promovido por el pastor Paul Yonggi Cho. Este predicó una «teología de la cuarta dimensión», según la cual los creyentes, mediante el desarrollo de visiones y sueños, iban a poder llegar a controlar la realidad y a obtener todo tipo de prosperidad inmanente[2].

Se observa también un arraigo en la República Popular China gracias a las «Iglesias de Wenzhou». Wenzhou es un gran puerto oriental en la provincia de Zhejiang, en cuya zona han ido apareciendo grandes cruces rojas en mucho edificios. Tales cruces suelen indicar la presencia de una «Iglesia de Wenzhou», una comunidad creada por varios empresarios locales y vinculada al movimiento de la «teología de la prosperidad»[3].

En América Latina, la difusión y la propagación de esta teología se dio de manera exponencial desde 1980, aunque también pueden encontrarse raíces de este proceso entre los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado. Este fenómeno religioso se traduce desde el punto de vista mediático en el uso de la televisión por parte de figuras muy carismáticas de algunos pastores, que lanzan un mensaje simple y directo montado en torno a un espectáculo de música y de testimonios y a una lectura fundamentalista y pragmática de la Biblia.

Si consideramos América Central, Guatemala y Costa Rica se han convertido probablemente en los dos bastiones principales de esta corriente religiosa. En Guatemala ha sido determinante la presencia del líder carismático Carlos Enrique Luna Arango, llamado «Cash Luna». Costa Rica es la sede del canal evangélico de televisión satelital TBN-Enlace.

En América del Sur, la difusión más significativa se dio en Colombia, Chile y Argentina, pero no cabe duda de que Brasil merece una consideración especial, porque posee una dinámica propia y un movimiento pentecostal autóctono como la «Iglesia Universal del Reino de Dios». Este grupo, denominado también «Pare de sufrir», tiene ramificaciones en toda América Latina, pero ha conservado un idioma intermedio entre el español y el portugués, que determina un tipo de comunicación peculiar y minuciosamente estudiado. Basta analizar el anuncio de la «Iglesia Universal» brasileña para encontrar en ella un fuerte mensaje de prosperidad y bienestar ligado a la visita personal de sus templos con el fin de recibir múltiples beneficios.

Este «evangelio» es objeto de anuncio propagandístico a través de una presencia masiva en los grandes medios de comunicación y está apoyado por su fuerte incidencia en la vida política.

Los orígenes del movimiento y el «sueño estadounidense»

Si buscamos los orígenes de estas corrientes teológicas, las encontramos en Estados Unidos, donde la mayoría de los investigadores de la fenomenología religiosa estadounidense las hacen remontarse al pastor neoyorkino Essek William Kenyon (1867-1948). Kenyon sostenía que a través del poder de la fe pueden modificarse las realidades materiales concretas. Pero la conclusión directa de esta convicción es que la fe puede llevar a la riqueza, a la salud y al bienestar, mientras que la falta de fe lleva a la pobreza, a la enfermedad y a la desdicha.

En realidad, los orígenes de la «teología de la prosperidad» son complejos, pero aquí presentamos las raíces más significativas, remitiendo, para una profundización, a libros y ensayos especializados. Por ejemplo, la teóloga Kate Ward escribió acerca de la influencia de Adam Smith, en especial de su «teoría de los sentimientos morales»[4]. La autora muestra en este sentido cómo para Smith la compasión no tiene que ver con los pobres, sino con la admiración hacia aquellos que han tenido una historia exitosa.

Estas doctrinas se han asociado con el positive thinking, el «pensamiento positivo», y también se han alimentado en una medida importante de él. El positive thinking es expresión del denominado american way of life («modo de vida estadounidense»). En tal sentido, se relacionan con la «posición excepcional» que Alexis de Tocqueville, en su célebre obra La democracia en América (1831), atribuyó a los estadounidenses. Según este autor, en virtud de dicha excepcionalidad «se ha de creer que ningún pueblo democrático llegará a encontrarse nunca en una posición semejante». Tocqueville llega a afirmar que ese modo de vida plasma también la religión de los estadounidenses.

A veces son las mismas autoridades estadounidenses las que certifican esta conexión[5]. En su reciente discurso sobre el estado de la Unión, pronunciado el 30 de enero de 2018, el presidente Donald Trump afirmó, para describir la identidad del país: «Juntos estamos redescubriendo “la manera estadounidense de vivir”», y prosiguió: «En Estados Unidos sabemos que la fe y la familia, no el Gobierno y la burocracia, son el centro de la vida estadounidense. El lema es: “En Dios confiamos” (In God we trust). Y celebramos nuestras convicciones, a nuestra policía, a nuestros militares y veteranos como héroes que merecen nuestro total y constante apoyo». Así pues, en unas pocas frases aparecen Dios, el ejército y el sueño estadounidense[6].

Las «megaiglesias» del «evangelio diferente»

Un impulso fundamental a estas ideas de «prosperidad evangélica» se dio con el denominado movimiento «Word of Faith», que tuvo como principal mentor al pastor y autoproclamado «profeta» Kenneth Hagin (1917-2003). Una de las características de Hagin eran visiones recurrentes que lo llevaban a dar una interpretación singular de algunos textos muy conocidos de la Biblia. Tal es el caso, por ejemplo, de Mc 11,23-24: «En verdad os digo que si uno dice a este monte: “Quítate y arrójate al mar”, y no duda en su corazón, sino que cree en que sucederá lo que dice, lo obtendrá. Por eso os digo: todo cuanto pidáis en la oración, creed que os lo han concedido y lo obtendréis». Estos dos versículos son para Hagin pilares de la «teología de la prosperidad».

Según afirma, la fe milagrosa, para traducirse en obras, debe ser sin incertidumbres, en especial en las cosas imposibles: debe declarar de manera específica el milagro y creer que será obtenido de la manera imaginada. Hagin también enfatizó otro aspecto: que el milagro deseado se considere como sucedido. Es decir, se debe desplazar su realización del futuro al pasado.

Tanto Kenyon como Hagin comprendieron que la comunicación de masas era un instrumento fundamental para la rápida difusión de sus enseñanzas. El primero se sirvió de su show personal «Kenyon’s Church of the Air» [«La Iglesia del aire de Kenyon»], y el segundo, del programa «Faith Seminar of the Air» [«El seminario de fe del aire»].

Hay algunos predicadores que pueden citarse como continuadores de las teologías de Kenyon y Hagin y de su estrategia de comunicación. El primero de ellos es Kenneth Copeland —que fue «ungido» por el mismo Hagin como sucesor suyo—, con su programa televisivo «Believer’s Voice of Victory» [«La voz de victoria del creyente»], que ha difundido en gran parte del mundo estas doctrinas. Del mismo modo, Norman Vincent Peale (1889-1993), pastor de la Marble Collegiate Church de Nueva York, alcanzó popularidad con sus libros con títulos elocuentes en su significado: El poder del pensamiento positivo; Cambia tus pensamientos y cambiará todo; Guía para una vida apacible. Peale fue un predicador exitoso que llegó a mezclar marketing y predicación.

En Estados Unidos millones de personas frecuentan con asiduidad «megaiglesias» que difunden estas teologías de la prosperidad. Los predicadores, profetas y apóstoles enrolados en esta rama extrema del neopentecostalismo han ocupado espacios cada vez más importantes en los medios de comunicación de masas, han publicado una enorme cantidad de libros que se han convertido rápidamente en superventas y han pronunciado conferencias que muy a menudo llegan a millones de personas a través de todos los medios disponibles de internet y de las redes sociales.

Nombres como Oral Roberts, Pat Robertson, Benny Hinn, Robert Tilton, Joel Osteen, Joyce Meyer y otros han acrecentado su popularidad y riqueza profundizando, enfatizando y extremando este evangelio. Joyce Meyer afirma que su programa televisivo «Enjoying everyday life» [«Gozar de la vida de cada día»] llega a dos terceras partes del mundo a través de la radio y la televisión y ha sido traducido a 38 idiomas[7].

Lo que resulta absolutamente claro es que el poder económico, mediático y político de estos grupos —a los que hemos definido genéricamente como «evangélicos del sueño estadounidense»— los hace mucho más visibles que el resto de las Iglesias evangélicas, también que las de la línea pentecostal clásica. Además, su crecimiento es exponencial y directamente proporcional a los beneficios económicos, físicos y espirituales que prometen a sus seguidores: bendiciones todas que están muy lejos de las enseñanzas de una vida de conversión propia de los movimientos evangélicos tradicionales.

Si bien surgieron y pasaron después por diversas denominaciones, estos movimientos han recibido no pocas críticas también de los grupos de aquellas iglesias carismáticas que han mantenido su religiosidad evangélica basada en los milagros, las profecías y los signos. Muchos sectores evangélicos tanto tradicionales (bautistas, metodistas, presbiterianos…) como recientes han criticado con dureza estos movimientos, llegando a denominar lo que proclaman como «un evangelio diferente»[8].

El bienestar económico y la salud

Como ya hemos anticipado, los pilares del «evangelio de la prosperidad» son sustancialmente dos: el bienestar económico y la salud. Esta acentuación es fruto de una exégesis literal de algunos textos bíblicos utilizados dentro de una hermenéutica reduccionista. Al Espíritu Santo se lo reduce a un poder al servicio del bienestar individual. Jesucristo ha abandonado su papel de Señor para transformarse en un deudor de cada una de sus palabras. El Padre ha sido reducido «a una especie de botones cósmico [cosmic bellhop] que se ocupa de las necesidades y de los deseos de sus criaturas»[9].

En los predicadores de este evangelio, la «palabra de fe» que pronuncian pasa a ocupar el lugar que tradicionalmente ocupa en el movimiento evangélico por la Biblia como norma de fe y de conducta, llegando a elevársela a la potencia y al efecto de la palabra apostólica del «ungido». Hablar en nombre de Dios de manera directa, concreta y específica da a la «palabra positiva» un sentido creativo considerado capaz de hacer que las cosas sucedan si los que asisten no la obstaculizan con su falta de fe.

Al mismo tiempo, enseñan que, tratándose de una «confesión de fe», los seguidores, con sus palabras, son responsables de lo que les sucede, ya se trate de la bendición o de la maldición económica, física, generacional o espiritual. Un refrán que muchos pastores repiten reza: «Hay un milagro en tu boca» («There is a miracle in your mouth»). El proceso milagroso es el siguiente: visualizar detalladamente lo que se quiere, declararlo de manera expresa con la boca, reclamárselo a Dios con fe y autoridad y considerarlo ya recibido. Por último, «reclamar» las promesas de Dios extraídas de los textos bíblicos o de la palabra profética del pastor colocan al creyente en una posición dominante respecto de un Dios prisionero de su misma palabra tal como esa palabra es percibida y creída por el fiel.

El tema de la salud ocupa un papel preponderante en la «teología de la prosperidad». En estas doctrinas es la propia mente la que debe concentrarse en las supuestas leyes bíblicas que después producen la potencia deseada a través de la lengua. Se presupone, por ejemplo, que un enfermo, sin recurrir al médico, puede curarse con solo concentrarse y pronunciar en presente o en pasado frases bíblicas u oraciones inspiradas en la Escritura. Una de las frases utilizadas de manera instrumental es: «Por las llagas de Cristo ya estoy sanado». A su juicio, estas palabras causan de manera inmediata el «desbloqueo» de la bendición divina, que en ese mismo momento operará la curación.

Evidentemente, sucesos luctuosos o desastres, también naturales, o tragedias, como las de los migrantes u otras similares, no ofrecen narrativas convincentes que sirvan para mantener a los fieles vinculados al «evangelio de la prosperidad». Este ese el motivo por el cual, en estos casos, se nota una falta total de empatía y de solidaridad por parte de los adherentes. No hay compasión por las personas que no son prósperas, porque, claramente, ellas no han seguido las «reglas» y, por tanto, viven en el fracaso y, consiguientemente, no son amadas por Dios.

Un Dios de «alianzas» y de «semillas»

Una de las características de estos movimientos es el énfasis que ponen en la «alianza» sellada por Dios con su pueblo, sus testamentos de la Biblia. Y principalmente se ha tratado de alianzas con sus patriarcas. Es así como el texto de la alianza con Abrahán ocupa un lugar central, en el sentido de la prosperidad que promete. La lógica de este concepto del «Dios de las alianzas» es que, del mismo modo que los cristianos son hijos espirituales de Abrahán, también son herederos de los derechos materiales, de las bendiciones financieras y de las ocupaciones territoriales terrenas. Más que de una alianza bíblica parecería que se trata de un «contrato».

Kenneth Copeland escribió en su libro The Laws of Prosperity [Las leyes de la prosperidad] que, habiendo Dios establecido la alianza y estando la prosperidad entre los legados de esa alianza, el creyente debe tomar conciencia de que, hoy, la prosperidad le pertenece por derecho[10].

En estas teologías la pertenencia filial de los cristianos en cuanto hijos de Dios se reinterpreta como la de los «hijos del rey»: una filiación que da a quienes la reconocen y proclaman derechos y privilegios monárquicos, principalmente materiales. Harold Hill, en su libro How to be a Winnner [Cómo ser un ganador], escribió: «Los hijos del rey tienen derecho a recibir un tratamiento especial porque gozan de una relación especial viva, de primera mano, con su Padre celestial, que ha hecho todas las cosas y sigue siendo su Señor»[11].

Otro concepto central de esta teología, íntimamente relacionado con el anterior, es el principio de «siembra» o de «semilla». El texto clásico de referencia es Gál 6,7: «No os engañéis: de Dios nadie se burla. Lo que uno siembre, eso cosechará». Pero también Mc 10,29-30: «Jesús dijo: “En verdad os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más —casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones— y, en la edad futura, la vida eterna».

La prosperidad material, física y espiritual halla uno de sus textos preferidos en el vers. 2 de la Tercera Carta de Juan: «Querido, te deseo que la prosperidad personal de que ya gozas se extienda a todos tus asuntos, y que tengas buena salud»[12]. En el Antiguo Testamento, el texto de referencia es Dt 28,1-14.

Los pasajes son interpretados de manera totalmente funcionalista. Por ejemplo, en el libro God’s Will is Prosperity [La voluntad de Dios es la prosperidad], la predicadora Gloria Copeland escribió, en referencia a donaciones para los ministerios como el suyo: «Das un dólar por amor al evangelio, y ya te tocan 100; das 10 dólares, y a cambio recibirás 1000 de regalo; das 1000 dólares, y a cambio recibes 100 000. Si donas un avión, recibirás cien veces el valor de ese avión. Regala un automóvil y obtendrás tantos automóviles que ya no tendrás necesidad de ellos durante toda la vida. Dicho brevemente, ¡Marcos 10,30 es un buen negocio!»[13].

En definitiva, el principio espiritual de la siembra y la cosecha, a la luz de una interpretación evangélica completamente extrapolada de su contexto, es que dar es ante todo un hecho economicista que se mide en términos de retorno de la inversión. Se olvida, por tanto, lo que se lee inmediatamente después de Gál 6,7: «El que siembra para la carne, de la carne cosechará corrupción; el que siembre para el espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna» (vers. 8).

El pragmatismo y la soberbia del éxito

El «evangelio» descrito se asimila fácilmente en las sociedades actuales, en las que la legitimidad de lo sobrenatural exige alguna verificación experimental. El pragmatismo del éxito exige propuestas simples de fe. La urgencia de una vida próspera y sin sufrimientos se adecua a una religiosidad a medida del cliente, y el kairós del Dios de la historia se adecua al krónos frenético de la vida actual. En definitiva, aquí se habla de un dios concebido a imagen y semejanza de la gente y de su realidad, y no según el modelo bíblico. En algunas sociedades en las que se ha establecido una coincidencia entre la meritocracia y el nivel socioeconómico sin tener en cuenta las enormes diferencias de oportunidades, este «evangelio», con su acento en la fe como «mérito» para ascender en la escala social, resulta injusto y radicalmente antievangélico.

En general, el hecho de que haya riqueza o beneficios materiales cae, una vez más, bajo la exclusiva responsabilidad del creyente, y, en consecuencia, bajo ella cae también su pobreza o falta de bienes. La victoria material coloca al creyente en una posición de soberbia a causa de la potencia de su «fe». Por el contrario, la pobreza lo carga con una culpa doblemente insoportable: por una parte, considera que su fe no alcanza a mover las manos providentes de Dios; y, por la otra, su situación de miseria es una imposición divina, un castigo inexorable aceptado con sumisión.

¿Una teología del «sueño estadounidense?»

Esta teología es claramente funcional a los conceptos filosófico-político-económicos de un modelo de corte neoliberal. Una de las conclusiones de algunos exponentes de esta teología es de naturaleza geopolítica y económica, ligada a los países de origen de la «teología de la prosperidad». Ella conduce a la conclusión de que Estados Unidos ha crecido bajo la bendición del Dios providente del movimiento evangélico. En cambio, según esta teología, los habitantes del territorio que va del Río Grande hacia el Sur están hundidos en la pobreza justamente porque la Iglesia tiene una visión diferente, opuesta, que «exalta» la pobreza. También es posible verificar el nexo entre estas posiciones y las tentaciones integristas y fundamentalistas con connotaciones políticas[14].

Verdaderamente, uno de los graves problemas que trae consigo la «teología de la prosperidad» es su perverso efecto en la gente pobre. En efecto, no solo exacerba el individualismo y anula el sentimiento de solidaridad, sino que impulsa a las personas a tener una actitud milagrera para la cual la prosperidad solo puede procurarse por la fe y no por el compromiso social y político. Por tanto, el peligro consiste en que los pobres que se sienten fascinados por este pseudoevangelio queden atados en un vacío sociopolítico que permite a otras fuerzas plasmar fácilmente su mundo, haciéndolos así inofensivos e indefensos. El «evangelio de la prosperidad» no es nunca un factor de cambio real, cambio que, por el contrario, es fundamental en la visión propia de la Doctrina Social de la Iglesia.

Si Max Weber hablaba de la relación entre protestantismo y capitalismo en el contexto de la austeridad evangélica, los teólogos de la prosperidad propagan la idea de que la riqueza está en relación proporcional con la fe personal. Carente de sentido social y enmarcada dentro de una experiencia de beneficio personal, esta concepción hace de forma consciente o inconsciente una relectura extremada de las teologías calvinistas de la predestinación. De algún modo, la soteriología se ancla en lo temporal y lo terreno y se vacía de la visión escatológica tradicional. Por eso, también en el ámbito protestante, los numerosos fieles que se atienen a la teología tradicional ven con desconfianza y, más aún, con fuertes críticas el avance de estas teologías, a las que no pocos asocian la «Nueva Era» y expresiones del misticismo mágico.

«La salvación no es una teología de la prosperidad»

Ya desde el comienzo de su pontificado Francisco ha tenido presente el «evangelio diferente» de la «teología de la prosperidad», y, para criticarlo, ha aplicado la clásica Doctrina Social de la Iglesia. Varias veces lo ha recordado para poner en evidencia sus peligros. La primera vez fue en Brasil, el 28 de julio de 2013. Dirigiéndose a los obispos del Consejo Episcopal Latinoamericano, señaló con el dedo el «funcionalismo» eclesial, que constituye «una suerte de “teología de la prosperidad” en lo organizativo de la pastoral». Esta termina entusiasmándose por la eficacia, el éxito, el resultado constatable y las estadísticas favorables. La Iglesia tiende así a asumir «modalidades empresariales» que son aberrantes y alejan del misterio de la fe.

Hablando de nuevo a obispos, pero esta vez en Corea, en agosto de 2014, Francisco citó a Pablo (1 Cor 11,17) y a Santiago (2,17), que reprochan a las Iglesias que viven de manera tal que los pobres no se sienten en ellas en su propia casa. «Esta es una tentación de la prosperidad», comentó. Y prosiguió: «Estén atentos, porque su Iglesia es una Iglesia en prosperidad, es una gran Iglesia misionera, es una Iglesia grande. Que el diablo no siembre esta cizaña, esta tentación de quitar a los pobres de la estructura profética de la Iglesia, y los convierta en una Iglesia acomodada para acomodados, una Iglesia del bienestar… no digo hasta llegar a la “teología de la prosperidad”, no, sino de la mediocridad».

Las referencias a la «teología de la prosperidad» pueden reconocerse también en las homilías de Francisco en Santa Marta. El 5 de febrero de 2015 el Papa dijo con claridad que «la salvación no es una teología de la prosperidad», sino que «es un don, el mismo don que Jesús había recibido para darlo». Y el poder del evangelio es el de «expulsar los espíritus impuros para liberar, para curar». En efecto, Jesús «no da el poder de maniobrar o de hacer grandes empresas». El mismo pensamiento repitió Francisco, siempre en Santa Marta, el 19 de mayo de 2016. Algunos, dijo, creen «en la llamada “teología de la prosperidad”, es decir, Dios te hace ver que eres justo y te da muchas riquezas». Pero «es una equivocación». Por eso, también el salmista dice: «No apegues el corazón a las riquezas». Para hacerse comprender mejor, el Papa recordó el episodio evangélico del «joven rico al que Jesús amó, porque era justo»: él «era bueno, pero estaba apegado a las riquezas, y esas riquezas, al final, se convirtieron para él en cadenas que le quitaron la libertad de seguir a Jesús».

La visión de la fe propuesta por la «teología de la prosperidad» está en clara contradicción con la concepción de una humanidad marcada por el pecado y con la expectativa de una salvación escatológica, ligada a Jesucristo como Salvador y no al éxito de las propias obras. Por tanto, encarna una forma peculiar de pelagianismo, en contra de la cual Francisco ha advertido a menudo. En efecto, en la exhortación apostólica Gaudete et exsultate escribió que hay cristianos empeñados en seguir el camino «de la justificación por las propias fuerzas, el de la adoración de la voluntad humana y de la propia capacidad, que se traduce en una autocomplacencia egocéntrica y elitista privada del verdadero amor». Esta se manifiesta en muchas actitudes aparentemente diferentes entre sí, entre ellas «el embeleso por las dinámicas de autoayuda y de realización autorreferencial» (n. 57).

La «teología de la prosperidad» expresa también otra gran herejía de nuestro tiempo, a saber, el «gnosticismo»: en efecto, afirma que con los poderes de la mente es posible plasmar la realidad. Esto es particularmente evidente, por ejemplo, en el trabajo y en la gran influencia de Mary Baker Eddy (1821-1910) en la Iglesia y en el movimiento de la Ciencia Cristiana. Como escribe Francisco en Gaudete et exsultate, el gnosticismo quiere por su propia naturaleza domesticar el misterio de Dios y de su gracia. «Usa la religión en beneficio propio, al servicio de sus elucubraciones psicológicas y mentales. Dios nos supera infinitamente, siempre es una sorpresa y no somos nosotros los que decidimos en qué circunstancia histórica encontrarlo, ya que no depende de nosotros determinar el tiempo y el lugar del encuentro». Una fe utilizada para manipular mentalmente, psíquicamente la realidad «pretende dominar la trascendencia de Dios». (n. 41).

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El «evangelio de la prosperidad» está muy lejos de la invitación de san Pablo que leemos en el párrafo de 2 Cor 8,9-15: «Conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza» (vers. 9). Y también está muy lejos de la profecía positiva y luminosa del «sueño americano» que fue inspiración para muchos. Así es: la «teología de la prosperidad» está lejos del «sueño misionero» de los pioneros norteamericanos, y más aún del mensaje de predicadores como Martin Luther King y del contenido social, inclusivo y revolucionario de su memorable discurso «Tengo un sueño».

Cf. D. W. Jones y R. Woodbridge, Health, Wealth & Happiness: Has the Prosperity Gospel Overshadowed the Gospel of Christ?, Grand Rapids, Kregel, 2010.


Cho fue condenado por apropiación ilícita de alrededor de 15 millones de euros de las cajas de la Iglesia, utilizados para intentar recuperar las pérdidas bursátiles de su familia.


Cf. K. Attanasi y A. Yong, Constructing China’s Jerusalem: Christians, Power, and Place in Contemporary Wenzhou, Stanford, Stanford University Press, 2011. Cf. también T. Meynard y M. Chambon, «Vie per l’aggiornamento della Chiesa cattolica cinese», en La Civiltà Cattolica, 2018, I, pp. 271-280; P. Wu, «Reasons Why Prosperity Theology Floods in China», en http://chinachristiandaily.com/news/category/2016-11-03/reasons-why-prosperity-theology-floods-in-china_3103.


K. Ward, «“Mere Poverty Excites Little Compassion”: Adam Smith, Moral Judgment and the Poor», en The Heythrop Journal, marzo de 2015, accesible en https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/heyj.12260. Cf. íd., «Porters to Heaven Wealth, the Poor, and Moral Agency in Augustine», en Journal of Religious Ethics, abril de 2014, accessible en https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/jore.12054. En este último artículo la autora afirma también que las raíces de lo que hoy llamamos «evangelio de la prosperidad» son antiguas y que este ya era conocido en tiempos de Agustín, que se oponía a esa visión.


Cf. Lexington, «Why Evangelicals love Donald Trump. The secret lies in the prosperity Gospel», en The Economist, 18 de mayo de 2017; Delano R. Franklin y Andrew J. Park, «Experts Discuss Role of “Prosperity Gospel” in Trump’s Success», en The Harvard Crimson, 24 de octubre de 2017; P. Feuerherd, «Does the “Prosperity Gospel” Explain Trump?», en Jstor Daily, 1 de mayo de 2017.


En febrero de 2018, en el habitual National Prayer Breakfast, Trump, asociando su país a los sueños estadounidenses de libertad, heroísmo y valentía, definió Estados Unidos como «a light unto all nations» («una luz para todas las naciones»). «Mientras abramos los ojos a la gracia de Dios —y abramos nuestros corazones al amor de Dios—, Estados Unidos será siempre la tierra de los hombres libres, la casa de los valientes y una luz para todas las naciones». Esta cita está tomada de una profecía bíblica sobre el papel restaurador y mesiánico de Israel, el pueblo elegido y la nación grande y próspera que habían soñado los patriarcas: «Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra» (Is 49,6).


Recordemos también que la ceremonia de inauguración del mandato presidencial de Donald Trump incluía oraciones de predicadores del «evangelio de la prosperidad» como Paula White, una de las personas que operan como sus consejeros espirituales. En octubre de 2015 White organizó en la Torre Trump un encuentro de telepredicadores vinculados a la «teología de la prosperidad» en la que se oró por el actual presidente con imposición de las manos sobre él. El vídeo puede verse enhttps://www.youtube.com/watch?v=EQ18exdhR6I.


Cf. D. R. McConnell, A Different Gospel: Biblical and Historical Insights Into the Word of Faith Movement, Peabody, Hendrickson, 1988.


J. Goff, «The Faith that Claims», en Christianity Today, n. 34, febrero de 1990, p. 21.


Cf. K. Copeland, The Laws of Prosperity, Tulsa, Harrison House, 1974.


H. Hill, How to be a Winner, Alachua, Bridge Logos, 1976.


Cf. R. Tilton, God’s Miracle Plan for Man, Tulsa, Robert Tilton Ministries, 1987.


G. Copeland, God’s Will is Prosperity, Tulsa, Harrison House, 1978.


Cf. A. Spadaro y M. Figueroa, «Fundamentalismo evangélico e integrismo católico. Un ecumenismo sorprendente», en La Civiltà Cattolica, 2017. Disponible en: https://www.laciviltacattolica.es/2021/10/29/fundamentalismo-evangelico-e-integrismo-catolico/