Los Postigo-Pich, con 18 hijos.
1) "Lo que hay es lo que hay, y si
se ha gastado, pues se ha gastado. Lo que no vamos a hacer es ir a la
compra a buscar el jamón dulce para el bocadillo del niño.
Tiraremos de lata de paté, de lata de atún, o de lo que sea…”.
2) Productos "festivos", no:
ni Cola Cao, ni Nocilla, ni coca-cola... Resultado: los niños,
cuando son invitados a fiestas de amigos, disfrutan de esos productos
más que nadie: "Siempre me cuentan, ‘¡mamá, no sabes lo que
hemos comido!’. Ellos están felices”.
3) A partir de los 14 años, Rosa y
Chema ‘cierran el grifo’ a sus hijos. “No les pago nada. Cada
uno se gana su dinero de bolsillo. Durante el curso suelen realizar
algunos pequeños trabajos como llevar niños a sus casas porque las
madres no pueden, hacen de babysitter, dan clases particulares, o
entrenan al equipo de fútbol de los pequeños del cole, y así
tienen su dinero para comprarse sus caprichos”.
4) Asamblea familiar de inicio de
curso: todos reunidos, con papel y lápiz se apunta qué tareas de la
casa tocan a cada uno ese año... “La casa es de todos, y entre
todos la cuidamos”
5) Las reuniones de "¿en qué
tengo que mejorar?". Se juntan todos una vez en invierno y otra
en verano y se marca un objetivo de mejora para cada uno. Por
ejemplo, Rosa, que como madre ya tiene 15 hijos a los que mandar,
tiene como objetivo no ser "mandona" con su marido. El
llorón, que llore sólo una vez al día. La seria, que sonría más.
6) Comer en familia, una fuente de
felicidad. “Es cada día, es una rutina, pero es cuando nos
encontramos todos, alrededor de la mesa, en el que nos miramos cada
uno a los ojos y yo puedo saber si mis hijos están contentos, si
tienen algún problema… Es un momento muy íntimo en el que estamos
todos juntos, no cogemos el teléfono y la televisión es un
intruso”.
7) Tener claro que quien educa son los
padres, no el Estado. Por eso Rosa anima a colaborar siempre con
asociaciones de padres afines, colegios con un ideario afín a la
familia, etc... Pide "hacer equipo con otros padres".
8) Marcarse objetivos de superación:
"si no avanzas, vas para atrás; siempre hay que tener metas, y
cuando ya lo has conseguido, hay que ir a por otra... No podemos
dormirnos, siempre podemos ir mejorando".
"Hay que tener mucha ilusión y
ganas de luchar, y no olvidar que te desgastarás cada día para que
los demás vivan más, pero esto da la felicidad que tanto ansía la
gente", asegura Rosa.
Y es que por eso el libro se llama
"Como ser feliz", porque de eso se trata... "Toda la
vida es una lucha feliz por los demás, para servirlos y así ser
feliz", añade esta madre animosa.