Un juego apasionante en el que jugadores y director del juego habían decidido enfocarlo como oportunidades de experimentar y participar a modo de talleres, incorporándose al juego en diversos momentos del mismo.
Las reglas del juego quedaron claras, era importante el papel del animador del juego y la forma de enfocar las catequesis, que se convirtieron en talleres con la oportunidad de experimentar y participar libremente, sin amenazas, ni miedos, desde el respeto, la apertura y la acogida, permitiendo la entrada de jugadores esporádicos que aportaban colores diferentes.
Y así fueron pasando por casillas que les permitieron conocer la importancia del cuidado de nuestra Casa Común, la naturaleza y ello sería posible a través de la campaña STOP derroche de alimentos.
Familia de Álvaro- Rojo-: Álvaro aprendió a valorar la amistad que encontró en sus nuevos compañeros y la amistad con Jesús.
Familia de Diógenes- Naranja-: Diógenes y sus compañeros aprendieron a aceptar sus defectos y virtudes sin alardear, con humildad, construyendo entre ellos un grupo de buenos amigos.
Casillas en las que se toparon con la muerte, pero no una muerte terrible y malvada, pues allí se encontraba una matrona de la vida y la muerte, apasionada de su trabajo que supo contar como los hijos queridos y perdidos, seguían vivos y amados en los brazos del recuerdo y que permitió a los pequeños escuchar y vivir la experiencia con la dulzura del cariño.
Familia de Elías- amarillo- : Elías descubrió la importancia del perdón y de aceptar a los demás como son.
Familia de Eric- verde- : Eric en esta aventura conoció a gente nueva, valores que no conocía y empezó a comprender y a entender la Palabra del Señor.
La casilla de la educación de los hijos y la importancia de las emociones en esa educación junto con la necesaria comunicación para evitar peligros como los del bulling fueron requisitos necesarios para pasar a otro nivel.
Familia de Gabriela.- azul- : Gabriela, ha entendido que este es un juego que no se juega en solitario y que los otros, la comunidad es la clave para avanzar en él.
Familia de Gaiza- añil- : Gaiza ha emprendido en este tiempo de catequesis un camino maravilloso que le acompañará a lo largo de su vida desde el Amor, con mayúsculas y el respeto.
Niveles donde se encontraron con personas que cuidaban de otros muy lejanos pero no por ello olvidados y con los que hicieron talleres, juegos y cuentos en Manos Unidas, dándose además un paseo por Vegueta.
Familia de Nauzet- violeta.- Nauzet sabe ahora que la alegría es la contraseña al que nos invita a vivir Jesús, una alegría que nace del cuidado de los otros y de lo que nos rodea.
Y así poco a poco fueron llegando a la casilla del perdón, desde el corazón y la cabeza para ir al encuentro de los otros y de Jesús, alimento para el día a día, para el juego de la vida, en el que esta búsqueda del tesoro no terminaba aquí sino que seguía a lo largo de la vida, acompañando y sabiendo que el día a día sería siempre más luminoso si el Pan de Vida se convertía en el alimento del camino.