Elegir el propio nombre no deja de ser un atrevimiento.
Ponerse por nombre Francisco es toda una declaración de intenciones si viene de alguien que piensa lo que hace.
Por mucho que pida oraciones Francisco sabe que no podrá ser Francisco; ya no está a tiempo ni de ser tan pobre, ni de morir joven, ni de ser perseguido de tal manera, ni de pasar tal noche oscura...
Pero los retos nos animan, no nos llevan en volandas pero son cimiento y viento, ayudan a disponer las velas y los motores.
Hemos celebrado este X aniversario mirando algunas de las caras del poliedro:
-Guardini. Un Papa tiene unos maestros, una forma de razonar, de pensar, de vivir.
-La casa común unida al clamor de los pobres. Ecología y solidaridad.
-La liturgia ¿por qué no se habla de un documento como "Desiderio desideravi?
Escuchar este diálogo puede ser fecundo.-- ¿Dialogamos?