jueves, marzo 07, 2019

8M COMO ROBO


Como en todo. Hay banqueros y banqueras.
Refugiados y refugiadas, etc etc etc
Eugenio A. Rodríguez Martín
Si el día de la movilidad sostenible se convierte en el día de la movilidad -así en general- será un robo. Un robo en nombre de la movilidad perpetrado por la movilidad contaminante contra la movilidad sostenible. Si un aparcamiento para discapacitados lo usa un capacitado nadie dudará de que es un robo que realiza alguien, sí necesitado de aparcamiento, pero que se cuela en un aparcamiento lógicamente reservado. Si un coche se mete por el carril bici ejerce una violencia, un robo, porque invade con un vehículo más potente un espacio reservado a vehículos más frágiles. Si unos jóvenes ocupan los asientos de guagua en que gozan de preferencia embarazadas y ancianos se llevarán una llamada de atención. Si el día del cáncer se convierte en el día las enfermedades, sin más, protestarán las personas sensibilizadas con las características peculiares de esa enfermedad. Si el día de las radios libres se convierte en el día de la radio, también será un robo perpetrado por las radios comerciales a las radios libres. Si el día de los sintecho se convierte en el día de la vivienda será otro robo: de los constructores a los sintecho. Si el día de la sanidad pública se convierte en el día de la sanidad -así en general- será por los intereses y el poder de la sanidad privada. Si el día de las víctimas del terrorismo se pasa a denominar el día de las víctimas será un victoria del terrorismo. Si el día de solidaridad con los pueblos empobrecidos se transforma en el día de la solidaridad con los pueblos será un robo de los pueblos enriquecidos a los empobrecidos…
Y todo este rollo para intentar convencer de que cambiar el día de la mujer trabajadora por el día de la mujer es una mutilación, es un robo. Un robo de la aristocracia, o la oligarquía, o las mujeres de clase media perpetrado a la mujer trabajadora.
No creo que sean mayoría las mujeres favorables a este cambio, a este robo. Son una minoría que tiene lo que alguien ha llamado “una potente acorazada mediática”. Cuentan también con la complicidad de un buen número de varones que tampoco creen que toda riqueza proceda del trabajo; suelen creer que la riqueza viene de sus habilidades o de un extraño maná-Estado.
La mujer trabajadora se merece un día y mucho más, no menos. No se merece una disolución en el día de la mujer. Quizá esté bien que la reina cobre lo mismo que el rey, pero no me importa. Quizá esté bien que la banquera mejor pagada de España cobre lo mismo que el banquero mejor pagado de España pero no me importa. Sería bueno para todos que esos salarios  se igualaran a la baja. ¡Viva la mujer trabajadora! Hoy viviré con alegría que la mayoría de mujeres del mundo -las trabajadoras- no se dejarán robar.