El papa Francisco explicó el origen del Jubileo en la Biblia, durante la audiencia general de este miércoles 10 de febrero en la plaza de San Pedro.
El Pontífice que prosiguió la serie de catequesis sobre el jubileo, incitó a una conversión que se basa en compartir con los necesitados y no aprovecharse de ellos, como por ejemplo con la usura: “¡Cuántas situaciones de usura nos vemos obligados a ver y cuánta angustia provoca a las familias!”.
El Papa contra la usura
Así, arremetió contra la especulación de intereses altos contra familias, pobres y personas desesperadas, incluso llegando al suicidio. “Hombres que no reciben una mano abierta que les ayude, sino la mano que viene a hacerles pagar intereses”.
Por otro lado, declaró: “El jubileo, lo digo recordando nuestra historia de salvación, es para convertirse, para que nuestro corazón se vuelva más grande[…] Pero, les digo: “si el Jubileo no llega al bolsillo no es un verdadero jubileo, ¿entendido? Y esto está en la Biblia, no lo inventa este papa”.
En este sentido, el Papa ya había dicho que la bandera de los pobres se remonta a dos mil años de cristianismo, adelantándose en autoridad a cualquier ideología.
Por ello, constató: “El mensaje del jubileo bíblico nos invita a construir una tierra y una sociedad basada en la solidaridad, en el compartir y en la repartición justa de los recursos”.
En una plaza soleada, el Papa pidió oraciones para acabar con el mal: “La usura es un grave pecado que clama a Dios […]….¡Cuántas familias están en la calle víctimas de la usura! Recemos para que en este Jubileo el Señor quite del corazón de todos nosotros esta gana de tener más, esta usura, que nos haga generosos”.
Luego habló de los préstamos para ayudar a quien lo necesita. De esta manera, enunció que la Sagrada Escritura también exhorta a responder generosamente a las peticiones de préstamos, sin hacer cálculos avaros y sin pretender intereses imposibles.
La riqueza en pocas manos
El Papa reveló la disparidad de la riqueza acumulada en manos de pocos, aunque sostuvo que las cifras no son exactas. “El 80% de las riquezas de la humanidad están en las manos de menos del 20% de la gente”, dijo, luego interrumpido por los aplausos de los presentes.
A tal propósito, cabe mencionar que, según un informe reciente de la organización sin fines de lucro Oxfam (18.01.2016), las 62 personas más ricas del planeta acumulan más riqueza que la mitad de los más pobres del mundo.
Así, recordó que el jubileo bíblico estaba volcado a la misericordia con las viudas, los huérfanos, los desheredados, los extranjeros, como Jesús en Egipto.
“De hecho, el jubileo tenía el objetivo de ayudar al pueblo a vivir una fraternidad concreta hecha de ayuda recíproca, podemos decir que el jubileo bíblico era un jubileo de la misericordia por estar basado en el bien del hermano necesitado”.
El Pontífice rememoró la ley bíblica de la caridad a través de la limosna y la donación. Y destacó las donaciones que llegan al Vaticano en sobres dirigidas a la Limosnería Apostólica, que es la Oficina de la Santa Sede que tiene la tarea de practicar la caridad a favor de los pobres en nombre del Pontífice.
“Llegan sobres de personas que escriben “esta es una parte de mi sueldo para ayudar a los demás”. Esto es hermoso, ayudar a los hospitales, a las casas de reposo, a los extranjeros, Jesús estuvo de paso en Egipto”, expresó.
Al final de la catequesis manifestó en resumen: “Si queremos misericordia de parte de Dios, empecemos a hacerla nosotros ahora. Entre conciudadanos, entre las familias, entre los pueblos, entre los continentes. Contribuir [….] a compartir cuanto se posee, en una repartición de los recursos fundada en la hermandad y en la justicia”.
El Papa invitó a rezar por los enfermos y a hacerles sentir nuestro amor, en el contexto de la memoria, este jueves, de la bienaventurada Virgen María de Lourdes, piedad presente en el santuario mariano ubicado en la homónima ciudad de Francia.
Por último, encomendó su viaje a México a Dios, además de pedir oraciones a los fieles por su próximo encuentro del viernes con el “hermano”, el patriarca Kirill de Moscú y de toda Rusia, que tendrá lugar en una escala en aeropuerto internacional José Martí de La Habana.