Reunión de responsables de campamentos a "Descansar un poco", recién acabado el campamento |
El evangelio de hoy, ofrece una magnífica idea para tener permanentemente hecha carne, hecha vida, un criterio para muchas cosas: vengan a descansar un poco.
Llama la atención en el Evangelio de hoy que Jesús no felicita a los discípulos por las maravillas que parece que han hecho; algo habrán hecho bien si después viene gente a buscarles. Habrán hecho algo llamativo, algo que a la gente le ha caído bien. Debe ser creo yo algo similar a ganar a Alemania, algo de mucho impacto y mucha emoción colectiva, de forma que Jesús que no podemos decir que sea un "descansante" profesional (más bien es un "militante") les llama a descansar. Seguramente estaban cansados, pero además de cansados es probable que Jesús les encontrara desorientados, borrachos de éxito quizá. Recordemos aquel famoso poema de kipling donde dice que tan mentira pueden ser los éxitos como los fracasos.
Jesús les llama a descansar. Me imagino que este descansar, por lo que uno ha ido viviendo tiene mucho que ver con reflexionar, darle vueltas a lo que he vivido, de forma que las vivencias con una reflexión (más si es compartida) se conviertan en experiencias.
Otra cosa que me llama la atención es que diga "un poco", digo esto porque en mis conversaciones cotidianas más bien parece que cada uno descansa todo lo que puede, exprime el mes de vacaciones, si es que lo tiene, o derrocha ese día libre de la semana.
Frecuentemente en ese espacio se cae en el derroche, hay quien está pensando en exprimir al máximo lo mucho o poco que tenga; hay quien desea levantarse a las tantas después de unos días de actividad intensa...
Ahí me parece que la expresión de Jesús "descansar un poco" es realmente brillante. Llama a dos cosas:
-descansar,
-un poco.
Porque el cansancio es fecundo y el descanso puede hacer más útil la tarea realizada, sobre todo cuando las vivencias, tan intensas e importantes, mediante la reflexión se convierten en experiencia.
Esto es algo de un valor inmenso pero para eso hay que unir el cansancio-trabajo y descansar un poco. El excesivo descanso genera modorra, normalmente es una puerta abierta al abuso e incluso al propio aburrimiento cuando no a degeneraciones destructivas de la propia persona y de la comunidad cercana. Si el descansante acepta responsabilidades se cosecharán catástrofes mayores.