Normalmente hacemos esos análisis porque lo que tradicionalmente se llama "religioso" está menos presente: menos bodas, bautismos, etc. Esos análisis parten de la realidad, pero quizá sea una mirada parcial.
Muchas personas se sorprenden con agrado ante cualquier manifestación explícitamente religiosa, aunquei tenga poca autenticidad. Este es el caso a mi juicio. No sé que gana la evangelización con estos actos tan "externos", tan mezclados con el consumismo, tan poco preñados de vida cristiana real
Me sorprende que EL DEBATE recoja la noticia sin más: