En las Eucaristías Moisés Mato nos ha contado la historia de Margarite Barankitse. Sobre ella una asistente, Carmen, ha dicho:
Me dejó pensativa, y sobre todo impactada.
Al principio me pareció brutal, me daba miedo, las voces, sentí el miedo del niño, la muerte de tantos inocentes, el que te obliguen a hacer algo que no quieres, que no has buscado, algo que me produce tanto dolor...
Miré a los niños que estaban sentados en frente y vi miedo, algo que se les escapaba, que no sabían, que no imaginaban y que (espero) no vivan nunca...
Y pensé ¿qué pasará por la cabeza de estos niños?
El final es muy esperanzador...
Creo que la misa no la olvidarán
Le di las gracias al señor que hizo la representación.
Porque por un instante, todos vivimos la realidad de tantos niños soldados, muy a pesar suyo, de tantas infancias robadas y destrozadas.
Quiero un mundo sin tensiones, donde la guerra no sea la última palabra, donde la vida no sea maltratada, donde los niños puedan jugar, reír y disfrutar.
Quiero un mundo más humano...
Me hubiera gustado preguntar a los niños allí presentes ¿qué mundo les gustaría a ellos recibir y dejar?
Y a las 19, 30 del sábado nos ha ofrecido su obra "Entusiasmo". De ella nos han escrito:
"La actuación nos pareció genial, constructiva, interesante, entretenida y muy amena, el tiempo se nos fue rápido. Los temas que basó sus historias me parecieron muy adecuados para los tiempos que vivimos"
-Cataysa-
Teatro y valores. Desde la antigüedad se ha utilizado el teatro para transmitir historias y valores. Ayer fue un momento para que un grupo reducido de personas (hijos y padres) pudieran disfrutar y aprender de esta maravilla del teatro como difusión de conocimiento y pensamiento.
Nos hizo profundizar en la capacidad de descubrirnos a nosotros mismos y no ser meros “turistas” de nuestras vidas. Gracias por esta experiencia. -Oswaldo-
Para ver la historia de Margarite Barankitse: