El papa Francisco presidió hoy una ceremonia con más de 50.000 monaguillos germanohablantes procedentes de Alemania, Austria y Suiza, ante quienes dijo que la labor de los jóvenes en la Iglesia es la de ejercer de "canales de transmisión" de la fe para llegar a aquellos que "se han alejado de Jesús".
Esta fue la respuesta del papa a una de las tres preguntas que le dirigieron los monaguillos durante el acto de esta tarde en la plaza de San Pedro, abarrotada por estos jóvenes, que en los últimos días han llevado a cabo un peregrinaje bajo el lema "¡Libres! Porque es lícito hacer el bien", destacó Efe.
En concreto, una muchacha preguntó al Pontífice argentino Jorge Mario Bergoglio cómo podrían los jóvenes tener un mayor protagonismo en la vida de la Iglesia, tal y como recomienda en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium.
Bergoglio respondió que los jóvenes tienen la misión de funcionar como "canales de transmisión del amor de Jesús".
"Ustedes, jóvenes, están llamados a hablar de Jesús a sus coetáneos. No solo en las parroquias, sino también a los de fuera. Esta es una labor reservada a ustedes porque con su compromiso, coraje y espontaneidad podrán llegar antes a la mente y al corazón de quienes se han alejado de Jesús", explicó.
El segundo monaguillo pidió al Papa una recomendación sobre cómo continuar dedicándose a ayudar en la eucaristía cuando el resto de sus amigos emplean su tiempo en otros asuntos y llegan a dirigirle burlas por ser monaguillo.
Bergoglio afirmó que hay tiempo para todo y que "simplemente se necesita organización", y eso los alemanes "lo hacen bien", comentario este último que suscitó la risa de los jóvenes que atendían a sus palabras en la plaza.
"Hay que programar equilibradamente las cosas. Son alemanes y eso lo hacéis bien. Hoy muchos chicos y chicas pierden el tiempo en Internet, con los teléfonos móviles y con los aparatos fruto del progreso tecnológico. Pero entre todas las cosas que hay que hacer en el día a día, una debería ser la de acordarse de nuestro Creador", subrayó.
El tercero y último de los participantes en la cita preguntó a Francisco cómo podría sentir que su fe implica libertad cuando toda su rutina se basa en reglas.
El Papa exhortó a los miles de jóvenes a "no usar mal" su libertad, un concepto que nos puede alejar de Dios.
Por esta razón, según el papa, son necesarias indicaciones y orientaciones, tanto en la Iglesia como en la sociedad, para ayudar a las personas a vivir con dignidad.
Este turno de preguntas llegó tras la catequesis, pronunciada por Francisco en alemán, una lengua que conoce desde que en 1986 comenzara un periodo de estudio en Fráncfort para completar su tesis en el Instituto Superior de Filosofía y Teología Sankt Georgen.
Los monaguillos que participaron en esta ceremonia, de carácter festivo y muy musical, le regalaron una camiseta de la selección de fútbol alemana, vigente campeona del mundo, con el dorsal 1 y con el nombre Franziskus (Francisco, en alemán) impreso en la espalda.
Con el acto de hoy, Francisco reapareció en la plaza San Pedro del Vaticano tras el parón estival en su agenda durante el mes de julio, dedicado al reposo del pontífice.