Para Gilbert K. Chesterton, el Cristianismo es alegría, felicidad. En el Cristianismo se encuentran “las danzas de los niños y el vino de los hombres”.
Lo contrario del Cristianismo no es el ateísmo, ni el paganismo. Lo contrario del Cristianismo es la tristeza.
Sostiene que el ateísmo y el paganismo en las Sagradas Escrituras son siempre una buena noticia, porque esos períodos han acabado sistemáticamente en el Cristianismo histórico. Para Chesterton, todo procede del Cristianismo.
Todo en el mundo moderno es de origen cristiano, incluyendo lo que parece más anticristiano: “La Revolución francesa es de origen cristiano. El periódico es de origen cristiano. Los anarquistas son de origen cristiano. El ataque al cristianismo es de origen cristiano.” Las leyes físicas y la Creación también son de origen cristiano.
Lo único que no es cristiano en el mundo moderno es el propio Cristianismo, porque su Fundador procede desde la eternidad del Padre y nació en el tiempo de una Mujer.
Por ello, lo grave no es hallar un ateo o un pagano, que acabará siendo cristiano. Para Chesterton, lo realmente grave sería encontrar un cristiano triste.
Gilbert K. Chesterton es el escritor inglés que con estilo más personal y originalidad defendió el Cristianismo y la Iglesia en el s. XX.
Amar es perdonar sin límite, o no es amar – escribía en Herejes-.
Fe es creer lo increíble, o no es virtud.
Esperanza es esperar contra toda esperanza.
Era ese "sin límite", esa exuberancia y alegría de la virtud cristiana, que sólo enseñaba la Iglesia de Roma, lo que atraía a nuestro autor. Gilbert K. Chesterton había iniciado su camino de conversión.