Sugerencias para un cristianismo del siglo XXI: dialogante, comprometido, plural, vocacional, misionero, en crecimiento
viernes, agosto 31, 2012
jueves, agosto 30, 2012
Sorprendente descubrimiento «William Shakespeare era católico»
- Profesor Milward, ¿Por qué está tan convencido de que Shakespeare fue católico?
- Sabemos que su padre, John Shakespeare, recopiló de su puño y letra un testamento espiritual que se encontró escondido entre las vigas del techo de su casa de la calle Henley en Strafford. Aquel documento (del cual hoy tenemos una copia de 1700 reconocida como auténtica) fue probablemente escondido allí en tiempos de la Conjura de Somerville de 1583, cuando también los familiares maternos, incluida la madre de Shakespeare, Mary Arden, a causa de su fe fueron sometidos a la acusación de alta traición por Sir Thomas Lucy di Charlecote Park. Y los nombres tanto del padre John (en 1592) como de su hija Susana Hall (en 1606) figuran en la relación de católicos que se negaban, de aquellos querechazaban acudir a las funciones obligatorias religiosas del Estado.
Eran años de caza a los disidentes católicos como consecuencia de un bando severo lanzado en nombre de la reina en 1591, y otro al día siguiente de la Conjura de la Pólvora de 1605.
- ¿Cómo es que la Reina Isabel I (1533-1603) tan feroz con los católicos lo aceptó en la corte?
- Obviamente en una tal situación de persecución, Shakespeare fue obligado a silenciar su fe católica. Tuvo que vivir de forma enmascarada, como su Edgar en Rey Lear , y así ha permanecido hasta hoy. Su máscara era la de un personaje menor de edad, de uno que él mismo llamaría el “bufón”. Dudo que la reina Isabel haya intuido su camuflaje (aunque hay autores convencidos de ello).
Sabemos, sin embargo, por ejemplo que la reina se dio cuenta de la Fe católica del gran compositor William Bird y le consintió permanecer en la corte porque tenía necesidad de él para la música de la capilla real. Del mismo modo podría haber actuado con Shakespeare porque valoraba su trabajo, sobre todo las comedias y especialmente el personaje de Sir Jhon Falstaff.
¿Fue obligado, por tanto, a recurrir a los símbolos para no incurrir en la censura?
- Sí. Son ciertamente los símbolos, las imágenes o los temas a lo que recurre en sus trabajos para mostrar su catolicismo. Tomemos como ejemplo un tema como la peregrinación. Está presente en muchas de sus obras: Ricardo II, El Mercader de Venecia, Como os plazca y Rey Lear. La costumbre de recurrir a la peregrinación era típicamente medieval y católica, pero fue prohibida por los protestantes en tiempos de Enrique VIII, quien cerró todos los santuarios en Inglaterra.
Otra imagen típica de los católicos perseguidos en Inglaterra ha sido por ejemplo la condición del destierro y de la marginación que no por casualidad reaparecen en sus obras. Como cuando Ricardo II, en el momento de ser destronado, aconseja a su dolorida reina retirarse a Francia y entrar en un convento como forma de alcanzar “la corona de un nuevo mundo”, mientras él deberá soportar el arresto.
Otro tema es la forma en la que el dramaturgo trata a los frailes en obras como Romeo y Giulietta, Mucho ruido y pocas nueces y Medida por medida. Mientras los dramaturgos protestantes como Robert Greene y Chistopher Marlowe los tratan con escarnio como personajes ridículos, Shakespeare los respeta y lo hace de modo que también sus personajes los respeten.
- ¿Cuáles son las demás obras que manifiestan su fe?
- En uno de mis libros Influencias bíblicas en las grandes tragedias de Shakespeare (editada por la Universidad de Indiana) he analizado, acto por acto, línea por línea, las cuatro grandes tragedias Hamlet, Otelo, Macbeth y Rey Lear, encontrando ciertamente numerosas referencias de la Biblia. Sobre todo las últimas tres escritas ya al comienzo del reinado de Jacobo I (para Hamlet reinaba todavía Isabel I) las considero todas en conjunto como las “obras de la pasión de Shakespeare” porque hacen volver al evangelio de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Pero en mi último libroShakespeare the Papist demuestro cómo todas las obras admiten una interpretación católica y bíblica, Si no se admite este sustrato, este fondo católico, muchas obras permanecerían enigmáticas.
- Ha causado asombro también la declaración del primado de la Iglesia Anglicana, Roman Williams, quien ha admitido el catolicismo del Bardo.
- Estoy muy contento. El mismo arzobispo de Canterbury me ha confiado que ha madurado esta convicción también por la lectura de algunos de mis escritos. Pero no es suficiente reconocer que Shakespeare fue católico. Es necesario tomar nota de que nos encontramos frente a un testigo importante de aquel catolicismo inglés que fue cruelmente perseguido por Enrique VIII y por Isabel I y por sus crueles ministros, Thomas Cromwel y William Cecil.
- A pesar de todo persisten todavía muchas desconfianzas en relación a esta hipótesis …
Hay sobre todo un secular prejuicio académico de parte de un grupo de estudiosos de Shakespeare. Ellos gozan de tribunas universitarias importantes y de publicidad mediática. El problema es que algunos autores como Peter Ackroyd admiten el fondo católico de Shakespeare. Pero no se puede comprender su papel de testigo de la cristiandad y su catolicismo si no se estudian a fondo sus obras y no se tienen en cuenta las duras persecuciones de ese tiempo.
Shakespeare ha vivido ciertamente en una época en la cual los católicos ingleses vivían en el miedo como los cristianos coptos hoy en Egipto. Incluso los sacerdotes, incluso los jesuitas,temían ser descubiertos, arrestados, hechos prisioneros, torturados y ajusticiados como traidores. Él no fue al encuentro del martirio, pero tenía una gran fe católica. Y se sintió comprometido como dramaturgo, en la misión de proclamar la verdad de su época y la fe de lo que Hamlet llama “el mundo aún no conocido”.
- Sabemos que su padre, John Shakespeare, recopiló de su puño y letra un testamento espiritual que se encontró escondido entre las vigas del techo de su casa de la calle Henley en Strafford. Aquel documento (del cual hoy tenemos una copia de 1700 reconocida como auténtica) fue probablemente escondido allí en tiempos de la Conjura de Somerville de 1583, cuando también los familiares maternos, incluida la madre de Shakespeare, Mary Arden, a causa de su fe fueron sometidos a la acusación de alta traición por Sir Thomas Lucy di Charlecote Park. Y los nombres tanto del padre John (en 1592) como de su hija Susana Hall (en 1606) figuran en la relación de católicos que se negaban, de aquellos querechazaban acudir a las funciones obligatorias religiosas del Estado.
Eran años de caza a los disidentes católicos como consecuencia de un bando severo lanzado en nombre de la reina en 1591, y otro al día siguiente de la Conjura de la Pólvora de 1605.
- ¿Cómo es que la Reina Isabel I (1533-1603) tan feroz con los católicos lo aceptó en la corte?
- Obviamente en una tal situación de persecución, Shakespeare fue obligado a silenciar su fe católica. Tuvo que vivir de forma enmascarada, como su Edgar en Rey Lear , y así ha permanecido hasta hoy. Su máscara era la de un personaje menor de edad, de uno que él mismo llamaría el “bufón”. Dudo que la reina Isabel haya intuido su camuflaje (aunque hay autores convencidos de ello).
Sabemos, sin embargo, por ejemplo que la reina se dio cuenta de la Fe católica del gran compositor William Bird y le consintió permanecer en la corte porque tenía necesidad de él para la música de la capilla real. Del mismo modo podría haber actuado con Shakespeare porque valoraba su trabajo, sobre todo las comedias y especialmente el personaje de Sir Jhon Falstaff.
¿Fue obligado, por tanto, a recurrir a los símbolos para no incurrir en la censura?
- Sí. Son ciertamente los símbolos, las imágenes o los temas a lo que recurre en sus trabajos para mostrar su catolicismo. Tomemos como ejemplo un tema como la peregrinación. Está presente en muchas de sus obras: Ricardo II, El Mercader de Venecia, Como os plazca y Rey Lear. La costumbre de recurrir a la peregrinación era típicamente medieval y católica, pero fue prohibida por los protestantes en tiempos de Enrique VIII, quien cerró todos los santuarios en Inglaterra.
Otra imagen típica de los católicos perseguidos en Inglaterra ha sido por ejemplo la condición del destierro y de la marginación que no por casualidad reaparecen en sus obras. Como cuando Ricardo II, en el momento de ser destronado, aconseja a su dolorida reina retirarse a Francia y entrar en un convento como forma de alcanzar “la corona de un nuevo mundo”, mientras él deberá soportar el arresto.
Otro tema es la forma en la que el dramaturgo trata a los frailes en obras como Romeo y Giulietta, Mucho ruido y pocas nueces y Medida por medida. Mientras los dramaturgos protestantes como Robert Greene y Chistopher Marlowe los tratan con escarnio como personajes ridículos, Shakespeare los respeta y lo hace de modo que también sus personajes los respeten.
- ¿Cuáles son las demás obras que manifiestan su fe?
- En uno de mis libros Influencias bíblicas en las grandes tragedias de Shakespeare (editada por la Universidad de Indiana) he analizado, acto por acto, línea por línea, las cuatro grandes tragedias Hamlet, Otelo, Macbeth y Rey Lear, encontrando ciertamente numerosas referencias de la Biblia. Sobre todo las últimas tres escritas ya al comienzo del reinado de Jacobo I (para Hamlet reinaba todavía Isabel I) las considero todas en conjunto como las “obras de la pasión de Shakespeare” porque hacen volver al evangelio de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Pero en mi último libroShakespeare the Papist demuestro cómo todas las obras admiten una interpretación católica y bíblica, Si no se admite este sustrato, este fondo católico, muchas obras permanecerían enigmáticas.
- Ha causado asombro también la declaración del primado de la Iglesia Anglicana, Roman Williams, quien ha admitido el catolicismo del Bardo.
- Estoy muy contento. El mismo arzobispo de Canterbury me ha confiado que ha madurado esta convicción también por la lectura de algunos de mis escritos. Pero no es suficiente reconocer que Shakespeare fue católico. Es necesario tomar nota de que nos encontramos frente a un testigo importante de aquel catolicismo inglés que fue cruelmente perseguido por Enrique VIII y por Isabel I y por sus crueles ministros, Thomas Cromwel y William Cecil.
- A pesar de todo persisten todavía muchas desconfianzas en relación a esta hipótesis …
Hay sobre todo un secular prejuicio académico de parte de un grupo de estudiosos de Shakespeare. Ellos gozan de tribunas universitarias importantes y de publicidad mediática. El problema es que algunos autores como Peter Ackroyd admiten el fondo católico de Shakespeare. Pero no se puede comprender su papel de testigo de la cristiandad y su catolicismo si no se estudian a fondo sus obras y no se tienen en cuenta las duras persecuciones de ese tiempo.
Shakespeare ha vivido ciertamente en una época en la cual los católicos ingleses vivían en el miedo como los cristianos coptos hoy en Egipto. Incluso los sacerdotes, incluso los jesuitas,temían ser descubiertos, arrestados, hechos prisioneros, torturados y ajusticiados como traidores. Él no fue al encuentro del martirio, pero tenía una gran fe católica. Y se sintió comprometido como dramaturgo, en la misión de proclamar la verdad de su época y la fe de lo que Hamlet llama “el mundo aún no conocido”.
martes, agosto 28, 2012
EL SISTEMA ECONÓMICO IMPERANTE
Así han definido este sistema económico perverso algunas personas que han entregado sus vidas a los más pobres:
“Todo está ordenado para que las monedas pasen sin dificultad de los múltiples bolsillos exhaustos a los pocos bolsillos espléndidos; y todo son restricciones para la dirección contraria. Los de arriba están siempre perfectamente dentro de las leyes (que ellos mismos han hecho) y son declarados bienhechores del pueblo, creadores de riqueza, etc y los otros son declarados ladrones, y perseguidos, y capturados por todos los medios que puedan resultar eficaces” (Guillermo Rovirosa)
“No existe deuda externa, existe USURA, con el agravante de que los usureros están respaldados por el poder político, militar y cultural y, lógicamente, tienen ellos el económico. El dinero no produce dinero; sólo el trabajo genera riqueza, y mientras esto no sea reconocido seguirán haciéndose robos como los de la mal llamada "deuda externa"". (Julián Gómez del Castillo)
“El dinero es la sangre del pobre” (León Bloy)
“El sistema bancario es perverso” (Cardenal Ars)
“Los ricos son cada vez más ricos a costa de los pobres, que cada vez son más pobres”. (Juan Pablo II)
viernes, agosto 17, 2012
CASES: El poder de Dios es el poder de la humildad
Durante la coronación canónica de Nuestra Señora de Guía, el obispo Cases destacó la visión de Daniel que vio "bajar del cielo cuatro bestias, que las describe con nombres de animales: un león, un oso, un leopardo y el cuarto, que no le pone nombre de animal, dice que es una bestia. Eran alusiones a los representantes políticos y de imperios, que todo lo destrozan, son inhumanos, no tienen corazón, que hacen daño a las personas y que habían ido dominando al pueblo de Dios", señaló, recordando que todavía no había llegado "el definitivo poder de Roma".
"Tenían la conciencia de que el imperio y los poderes de este mundo eran poderes que destrozaban", añadió. El obispo destacó que en la visión de Daniel también bajaba del cielo un Hijo del Hombre, significando que "a las bestias -los poderes- se les quita el poder y al Hijo del Hombre se le dio todo el poder, honor y gloria".
"Es una historia feliz. Pero, ¿no creen que aquellos imperios y poderes que dominaban a las personas no los tenemos hoy? ¿No tenemos hoy el poder económico, con la prima de riesgo, con el movimiento de las bolsas y de los bancos, con el dinero que va y viene, que no sabemos de qué bolsillo sale y en qué bolsillo entra, que lo destrozan todo y que están destrozando muchas vidas?". El prelado canariense advirtió también de la existencia de la violencia física, que, además de las guerras que hubo en Libia y ahora en Siria, "se reflejan en ámbitos tan sagrados para nosotros como la familia, el sitio del amor".
"Tenemos la violencia machista, la violencia doméstica, que destroza a las personas", apuntó.
Igualmente, Francisco Cases indicó que "el poder político, que debe luchar por la justicia humana, no consigue sujetar al poder económico, porque muchas veces está aliado con él, tampoco consigue dominar la violencia física. Son los poderes de hoy que tienen una característica: son inhumanos".
En tal sentido, el obispo invitó "a seguir a Cristo, que fue coronado con una corona real, que sigue hoy sacrificado y solo reina en los corazones que le dejan reinar, y en el que más reinó Jesús fue en el corazón de su Madre". Para Cases, el canto del Magníficat -texto del Evangelio leído por el anterior párroco Pedro Perdomo- que hizo María cuando visitó a su prima Isabel tiene las mismas características de la visión de Daniel, aunque sin representaciones de bestias.
El poder del servicio.
El obispo insistió que "María llama a Dios el Poderoso. Nosotros estamos tentados a ver a Dios en los poderes de este mundo. Pero María dice que no hay más poder que el de Dios, que derriba del trono a los poderosos y eleva a los humildes". "María nos da la clave: el poder de Dios no es el dinero, ni el poder y la fuerza física, ni el poder político. El poder de Dios es el poder de la humildad, de la pobreza, de la misericordia y el poder del servicio", insistió.