Hoy recordamos al sacerdote Eduardo García Candela. Sufrió la persecución del régimen franquista por su solidaridad con los pobres. Había estudiado en Roma Sociología y publicó un gran libro sobre JUAN PABLO II Y LA JUSTICIA. Entonces desde la editorial Voz de los sin Voz pudo decirse: "No es posible realizar una tarea apostólica permanente sin sentir en lo profundo del corazón un desbordante entusiasmo por la Iglesia. Y no es posible tanto para sacerdotes como para laicos. Pero sentir entusiasmo por la Iglesia es sentirlo con su enseñanza y ello exige conocer esa enseñanza. El esfuerzo de Eduardo García Candela hace posible que en Iberoamérica hasta los empobrecidos puedan disponer de estas enseñanzas; la censura de los precios a través de nuestra técnica editorial ha sido vencida. Somos conscientes de que para los empobrecidos del tercer mundo, carentes del puñado de monedas que les permita disponer de 2,40 euros, se impone poner en circulación el trabajo como moneda, porque sólo el trabajo genera riqueza. Esto se puede hacer en cualquier lugar de Iberoamérica".