Sugerencias para un cristianismo del siglo XXI: dialogante, comprometido, plural, vocacional, misionero, en crecimiento
miércoles, noviembre 23, 2016
ROCKERO BUNBURY A LA VIRGEN
“Rezaré ante ti, candelaria de mi oscuridad y refugio de mi angustia”… Con la canción Rezaré, Enrique Bunbury puso música y alma en el año 2006 a una particular oración a la Virgen María.
El rockero español, conocido especialmente por su etapa como vocalista y líder de la banda Héroes del Silencio, no ha dudado en alguna ocasión en interpretarla sobre los escenarios.
Rezaré ante ti
porque eres madre universal.
Ahora y siempre
amargura
te rezaré
rezaré.
Tu merced
es mi estrella
patrocinio del mío existir
y tu regla
eres norte
del mío sur
del mío sur.
Yo te amo,
te amo tanto
Esperanza del amor
Macarena de Triana
eres tú
eres tú.
Rezaré
ante ti,
Candelaria de mi oscuridad
y refugio de mi angustia
Te rezaré,
te rezaré,
Rezaré
ante Vos.
Porque al Verbo diste encarnación
yo pronuncio
tu dulce nombre
de la Oh
de la Oh.
Yo te amo,
te amo tanto.
Esperanza del amor
Macarena de Triana
eres tú,
eres tú.
Yo te amo,
te amo tanto
madre de lo universal.
Sevillano,
siento tanto amor por ti,
amor por ti.
En Aleteia aparece además este comentario de Juan Guzmán:
Yo no conozco la fe de Bunbury y no me atrevería a juzgarla, pero no sé si la canta por fe o porque es un clásico de un gran rockero sevillano, Silvio Rodriguez Melgarejo, el cual sí era muy creyente, se consideraba católico, aunque con una vida bastante disoluta, y que además marca precedentes en el rock español. Merecería la pena dedicarle un artículo en Aleteia. La canción en concreto la compuso usando las devociones de las virgenes de la semana santa sevilla (las que procesionaban en esa época. Un abrazo y enhorabuena.
lunes, noviembre 21, 2016
domingo, noviembre 20, 2016
FRANCISCO DE ASÍS: LA PERFECTA ALEGRÍA
Yendo una vez san Francisco desde Perusa a Santa María de los Angeles con fray León, en tiempo de invierno y con un frío riguroso que les molestaba mucho, llamó a fray León, que iba un poco adelante, y le dijo: «¡Fray León! Aunque los frailes menores diesen en toda la tierra grande ejemplo de santidad y mucha edificación, escribe y advierte claramente que no está en eso la perfecta alegría».
Y andando un poco más, le llamó san Francisco por segunda vez diciendo: «¡Oh fray León! Aunque el fraile menor dé vista a los ciegos, y sane a los tullidos, y arroje a los demonios, y haga oír a los sordos, andar a los cojos, hablar a los mudos y, lo que es más, resucite al muerto de cuatro días, escribe que no está en eso la perfecta alegría».
Otro poco más adelante san Francisco levantó la voz y dijo: «¡Oh fray León! Si el fraile menor supiese todas las lenguas y todas las ciencias, y todas las Escrituras, de modo que supiese profetizar y revelar, no sólo las cosas futuras, sino también los secretos de las conciencias y de las almas, escribe que no está en eso la perfecta alegría».
Caminando algo más, san Francisco llamó otra vez en alta voz: «¡Oh, fray León, ovejuela de Dios! Aunque el fraile menor hable la lengua de los ángeles, y sepa el curso de las estrellas, y las virtudes de las hierbas y le sean descubiertos todos los tesoros de la tierra, y conozca la naturaleza de las aves, y de los peces, y de todos los animales, y de los hombres, y las propiedades de los árboles, piedras, raíces, y de las aguas, escribe que no está en eso la perfecta alegría».
Y habiendo andado otro trecho, san Francisco llamó fuertemente: «¡Oh fray León! Si el fraile menor supiese predicar tan bien que convirtiese a todos los infieles a la fe de Cristo, escribe que no está en eso la perfecta alegría».
Y continuando este modo de hablar por espacio de más de dos leguas, le dijo fray León muy admirado: «Padre, te ruego, en nombre de Dios, que me digas en qué está la perfecta alegría».
«Figúrate —le respondió san Francisco— que al llegar nosotros ahora a Santa María de los Angeles, empapados de lluvia, helados de frío, cubiertos de lodo y desfalleciendo de hambre, llamamos a la puerta del convento y viene el portero incomodado y pregunta: ¿Quiénes sois vosotros? Y diciendo nosotros: Somos dos hermanos vuestros, responde él: No decís verdad, sois dos bribones que andáis engañando al mundo y robando las limosnas de los pobres; marchaos de aquí; y no nos abre y nos hace estar fuera a la nieve, y a la lluvia, sufriendo el frío y el hambre hasta la noche; si toda esta crueldad, injurias y repulsas las sufrimos nosotros pacientemente, sin alterarnos ni murmurar, pensando humilde y caritativamente que aquel portero conoce realmente nuestra indignidad y que Dios le hace hablar así contra nosotros, escribe, ¡oh hermano León!, que en esto está la perfecta alegría. Y si perseverando nosotros en llamar sale él fuera airado y nos echa de allí con injurias y a bofetadas, como a unos bribones importunos, diciendo: Fuera de aquí, ladronzuelos vilísimos, id al hospital, que aquí no se os dará comida ni albergue; si nosotros sufrimos esto pacientemente y con alegría y amor, escribe, ¡oh fray León!, que en esto está la perfecta alegría. Y si nosotros, obligados por el hambre, el frío y la noche, volvemos a llamar y suplicamos, por amor de Dios y con grande llanto, que nos abran y metan dentro; y él, más irritado, dice: ¡Cuidado si son inoportunos esos bribones!, yo los trataré como merecen; y sale afuera con un palo nudoso, y asiéndonos por la capucha nos echa por tierra, nos revuelca entre la nieve y nos golpea con el palo; si nosotros llevamos todas esas cosas con paciencia y alegría, pensando en las penas de Cristo bendito, las cuales nosotros debemos sufrir por su amor, escribe, ¡oh fray León!, que en esto está la perfecta alegría».
lunes, noviembre 14, 2016
sábado, noviembre 12, 2016
jueves, noviembre 10, 2016
domingo, noviembre 06, 2016
ODIAR Y AMAR. Carlos de Foucauld
«Odiarán el mal, pero este odio jamás les impedirá amar a los hombres: llevándolos en su corazón, hasta los más perversos, como el Corazón de Jesús»
jueves, noviembre 03, 2016
miércoles, noviembre 02, 2016
LAS CENIZAS DEL VATICANO
Chiste SECTARIO de un humorista genial. En este caso MIENTE |
Basta que el Vaticano se haya pronunciado sobre qué hacer con las cenizas de los difuntos para que los partidarios de hacer cenizas el Vaticano hayan saltado. Y han salido por donde suelen: que ellos hacen lo que les da la gana. Jaj, ja, ja... Nadie normal hace lo que le da la gana. En nada. Lo que realmente ha ocurrido es que un equipo de trabajo del Vaticano ha escuchado a mucha gente que no entiende que sea bueno echar las cenizas de un ser querido en cualquier parte. Nadie tira a cualquier parte las cosas que ama. Meno aún los restos mortales de las personas que quieres. Cuando los antropólogos estudian en qué momento del proceso evolutivo de la humanidad estamos ante algo realmente nuevo, que vemos que es verdaderamente "humano", uno de los aspectos que observan es qué cómo vive la muerte de los seres queridos y que hace con los restos mortales. ¿Alguien aprueba las fosas comunes? ¿No son algo propio de regímenes políticos totalitarios? Los mismos que quemaban judíos se edificaban mausoleos. Los faraones se hacían embalsamar como los Lenin de todos los tiempos. ¿Y ahora lo que toca es disolver a los muertos? Sobre esto es sobre lo que quiere hacer pensar el documento vaticano que ha despertado tanto interés; o morbo.
El documento del Vaticano presenta su preocupación por dos asuntos:
1/ Repartir las cenizas no parece adecuado. El cristianismo defiende la dignidad de todo ser humano. Su trascendencia. Siguiendo una larga estela de humanidad defiende el ser humano. No es vano cree que Dios se hizo hombre. Si el hombre es imagen de Dios ¿los restos mortales no deben tratarse con máximo respeto? Un gran teólogo enseña que toda la bondad humana se deriva de tomarse en serio la humanidad de Jesús y que de no tomarse en serio la humanidad de Jesús se deriva toda la cursilería; se refería con ello al proliferar de estampitas empalagosas... respetamos a los demás pero podemos preguntarnos: ¿seguro que lo mejor que podemos hacer con las cenizas es repartirlas o meterlas en pequeños estuches que -algunos al menos- pueden acabar en la basura?
2/ Guardar las cenizas en casa. Desde los comienzos de la humanidad parece que se han establecido cementerios. Con ello se pretendía tener un lugar donde reflexionar, rezar, contemplar y -en el fondo- humanizar el hecho de la muerte. ¿Puede llevarse la muerte al extremo de la privatización que es llevarlas al hogar? ¿Las cenizas de cuantos seres queridos vamos a meter en casa? ¿Una, dos, tres, diez? ¿Puede el hogar acabar convirtiéndose en un cementerio? Puede degenerar la cosa en problema de salud e incluso, con la proliferación del fenómeno, en salud mental porque el hogar debe ser hogar y el cementerio debe ser cementerio; con ello se hace un servicio a la humanidad.
El Vaticano no se refiere a un tema que a estas alturas de la historia de la humanidad no está muy reflexionado: ¿Qué hacer con las cenizas de los bebés fallecidos antes de nacer? No hay apenas legislación, ni experiencia. Algunos hospitales lo consideran restos quirúrgicos que van a la basura; otros no. Que los padres se lleven las cenizas de estos bebés a casa parece natural pero sabemos por experiencia que ni están claras las ceremonias litúrgicas ni los protocolos sanitarios o civiles. Eso está madurando ahora y no con poca belleza. Podemos por tanto pedir a las familias que pasan por esta situación que entiendan a qué se refiere realmente al Vaticano. No se refiere a la situación que ellos viven y en la que hemos podido cometer no pocas torpezas, humanas por cierto, pero hoy la cuestión está madurando en la Iglesia.
Tampoco trata el documento vaticano sobre un tema de gran interés. En torno a la muerte se ha establecido un inmenso negocio: funerarias, tanatorios, cementerios, columbarios... Esto merece un estudio serio en el que no parecen tener mucho interés los grandes medios de comunicación, que también tienen parte en el negocio. El Vaticano no forma parte del lobby funerario. El papa Francisco está proponiendo que la Iglesia lleve a su máximo grado las posibilidades de que todo servicio religioso tenga el máximo de gratuidad. Esperamos que los que tienen tanto interés en recordar algunas normativas vivan con alegría las sugerencias pontificias en este terreno.
Después de cuarenta años trabajando (y empezó con diez) mis padres fueron al Vaticano y vinieron encantados. No querían verlo hecho cenizas. Ningún pobre lo quiere. Solo la pequeña burguesía tiene esa afición. Stalin ironizó sobre las divisiones militares que tenía el Vaticano y Hitler lo rodeó; mientras se procuraban buenos mausoleos; de ellos se avergüenzan hasta sus propios pueblos. Mientras, la inmensa mayoría de los pueblos se honra con las reflexiones y amistad del Vaticano. Dejemos por tanto de disparar contra el Vaticano y escuchemos con limpieza lo que hace una institución, la Iglesia, de la que Juan XXIII dijo que es "experta en humanidad".