sábado, enero 24, 2015

TEMAS ESCOLARES EN CATEQUESIS

Seguimos con la catequesis familiar. Hoy el tema, de máxima actualidad, lo ha expuesto una madre, Rosi. A todos ha parecido muy interesante.
En sintonía con el Sínodo de la Familia vamos a seguir con más entusiasmo nuestra catequesis. El Sínodo insiste en que ESCUCHEMOS a la familia. Pues eso.

miércoles, enero 21, 2015

Gran canción sobre ¿el hijo pródigo?

Ahí va la letra:
"Por muchos años fui un vagabundo
Gasté todo mi dinero en güisqui y cerveza
y ahora vuelvo con cantidad de oro
y nunca jamás volveré a ser un vagabundo
Coro
Nunca, jamás, otra vez
no, nunca jamás, nunca más
volveré a ser un vagabundo
nunca jamás, nunca más
Me fue a una taberna que solía frecuentar antes
y conté a la tabernera que había gastado todo mi dinero
pedí un crédito y me respondió que no
que clientes como yo los puede tener todos los días
Coro
Sacé de mi bolsillo diez monedas pulidas
los ojos de la taberneera se abrieron de placer
dijó ella "tengo güisqui y vino de lo mejor
y lo que te dije era todo en broma"
Coro
Me voy a volver a casa de mis padres
a confesar lo que hice
y pediré de perdonar a su hijo prodigio
y cuando me hayan acareciado como lo habían hecho antes
nunca jamás volveré a ser vagabundo
3 x Coro
nunca jamás volveré a ser vagabundo
nunca más"


domingo, enero 18, 2015

PAPA FRANCISCO HABLA SOBRE EL SUFRIMIENTO




sábado, enero 10, 2015

COLOSAL MENSAJE DE FRANCISCO SOBRE LAS MADRES

"Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! Hoy continuamos con la catequesis sobre la Iglesia y haremos una reflexión sobre la Iglesia madre. La Iglesia es madre. Nuestra Santa madre Iglesia. En estos días la liturgia de la Iglesia ha puesto ante nuestros ojos el ícono de la Virgen María Madre de Dios. El primer día del año es la fiesta de la Madre de Dios, al cual sigue la Epifanía, con el recuerdo de la visita de los Reyes Magos. El evangelista Mateo escribe lo que hemos escuchado: “Al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje” (Mt 2,11). Es la Madre que luego de haberlo generado, presenta el Hijo al mundo. Ella nos da a Jesús, Ella nos muestra a Jesús, Ella nos hace ver a Jesús. Continuamos con la catequesis sobre la familia. En la familia está la madre. Toda persona humana debe la vida a una madre y casi siempre debe a ella mucho de la propia existencia sucesiva, de la formación humana y espiritual. Pero la madre, aún siendo muy exaltada desde el punto de vista simbólico - tantas poesías, tantas cosas bellas que se dicen poéticamente de la madre - es poco escuchada y poco ayudada en la vida cotidiana, poco considerada en su papel central en la sociedad. Es más, a menudo se aprovecha de la disponibilidad de las madres a sacrificarse por los hijos para “ahorrar” en los gastos sociales. Sucede que también en la comunidad cristiana la madre no es siempre justamente valorada, es poco escuchada. Sin embargo, al centro de la vida de la Iglesia está la Madre de Jesús. Quizás las madres, dispuestas a tantos sacrificios por los propios hijos y a menudo también por aquellos de los otros, deberían ser más escuchadas. Sería necesario comprender más su lucha cotidiana para ser eficientes en el trabajo y atentas y afectuosas en familia; sería necesario entender mejor a qué aspiran para expresar los frutos mejores y auténticos de su emancipación. Una madre con los hijos tiene siempre problemas, siempre trabajo. Yo recuerdo en casa, éramos cinco y mientras uno hacía “una”, el otro pensaba en hacer “otra” y la pobre mamá iba de un lado para el otro. Pero era feliz. Nos ha dado tanto. Las madres son el antídoto más fuerte a la difusión del individualismo egoísta. “Individuo” quiere decir “que no puede ser dividido”. Las madres, en cambio, se “dividen”, ellas, desde cuando acogen un hijo para darlo al mundo y hacerlo crecer. Son ellas, las madres, quienes odian mayormente la guerra, que mata a sus hijos. Muchas veces he pensado en aquellas madres cuando han recibido la carta: “Le digo que su hijo ha caído en defensa de la patria…”. ¡Pobres mujeres, cómo sufre una madre! Son ellas quienes testimonian la belleza de la vida. El Arzobispo Oscar Arnulfo Romero decía que las madres viven un “martirio materno” - martirio materno. En su homilía para el funeral de un sacerdote asesinado por los escuadrones de la muerte, dijo, haciéndose eco del Concilio Vaticano II: «Todos debemos estar dispuestos a morir por nuestra fe, aunque no nos conceda el Señor este honor... Dar la vida no es sólo que lo maten a uno; dar la vida, tener espíritu de martirio, es dar en el deber, en el silencio, en la oración, en el cumplimiento honesto del deber, en aquel silencio de la vida cotidiana, ir dando la vida, como la da la madre que sin aspavientos, con la sencillez del martirio maternal concibe en su seno a su hijo, da a luz, da de mamar, hace crecer, cuida con cariño a su hijo. Es dar la vida – y éstas son las madres. Es martirio». Hasta aquí la cita. Sí, ser madre no significa sólo traer al mundo un hijo, sino es también una elección de vida: ¿qué elije una madre? ¿Cuál es la elección de vida de una madre? La elección de vida de una madre es la elección de dar vida. Y esto es grande, esto es bello. Una sociedad sin madres sería una sociedad inhumana, porque las madres siempre saben testimoniar incluso en los peores momentos, la ternura, la dedicación, la fuerza moral. Las madres a menudo transmiten también el sentido más profundo de la práctica religiosa: en las primeras oraciones, en los primeros gestos de devoción que un niño aprende, se inscribe el valor de la fe en la vida de un ser humano. Es un mensaje que las madres creyentes saben transmitir sin muchas explicaciones: éstas vendrán después, pero la semilla de la fe está en esos primeros, preciosísimos momentos. Sin las madres, no sólo no habría nuevos fieles, sino que la fe perdería buena parte de su calor sencillo y profundo. Y la Iglesia es madre, con todo esto. ¡Es nuestra madre! Nosotros no somos huérfanos, tenemos una madre. La Virgen y la madre Iglesia y nuestra madre. No somos huérfanos, somos hijos de la Iglesia, somos hijos de la Virgen y somos hijos de nuestras madres. Queridas madres, gracias, gracias por lo que son en la familia y por aquello que dan a la Iglesia y al mundo. Y a ti amada Iglesia gracias, gracias por ser madre. Y a ti María, Madre de Dios, gracias por hacernos ver a Jesús.

jueves, enero 08, 2015

DEPORTE Y POLÍTICA

Si alguien duda de la importancia de la política en en deporte... oigan las revelaciones del periodista deportivo mejor pagado de la historia de España... ¡¡¡INTERVIENE EN TODA LA POLÍTICA DE SU ÉPOCA!!!

martes, enero 06, 2015

CANTARLE A LOS REYES MAGOS: "Para mi papá un trabajo; nada para mí"